Promover los derechos de las personas con discapacidad a nivel mundial

Excelencias, distinguidos delegados, queridos amigos,
Es un placer para mí unirme a ustedes en la inauguración de la segunda Cumbre Mundial sobre Discapacidad.
Mi agradecimiento a la Alianza Internacional de la Discapacidad y a los Gobiernos de Noruega y Ghana por habernos reunido.
Nos reunimos en medio de una crisis sin precedentes.
La COVID-19 intensificó las evidentes desigualdades y produjo nuevas amenazas.
Las personas con discapacidades están perdiendo la vida a tasas mucho más altas debido a las barreras persistentes en los sistemas de salud.
Cuando las escuelas cierran, muchos estudiantes con discapacidad se quedan sin acceso a la tecnología y a los dispositivos de ayuda para un aprendizaje eficaz a distancia.
Los trabajadores con discapacidad – que ya sufrían exclusión y marginación – suelen ser los primeros en perder sus empleos y los últimos en ser recontratados.
Las mujeres y niñas con discapacidad – que ya sufrían una doble discriminación – encaran un riesgo aún mayor de violencia y abuso
Los dos últimos años han demostrado dolorosamente la necesidad urgente de que todos trabajemos juntos para hacer avanzar los derechos de las personas con discapacidad en todo el mundo.
En 2018, gobiernos y organizaciones se reunieron para asumir ambiciosos compromisos mundiales y nacionales para la inclusión de la discapacidad.
Esta Cumbre ofrece una oportunidad para reflexionar sobre esos esfuerzos y comprometerse a hacer más.
Veo tres prioridades.
En primer lugar, necesitamos un desarrollo más inclusivo en cuanto a la discapacidad.
Las personas con discapacidad a menudo se cuentan entre los más pobres y y desfavorecidos de la comunidad.
Ellas deben estar al frente y en el centro de nuestros esfuerzos.
Tenemos que actuar con decisión para hacer realidad y promover los derechos de las personas con discapacidad en todos los rincones del mundo y en todas las facetas de la vida.
Las desigualdades globales repercuten en el ámbito local. Cuando los países en desarrollo se ven estrangulados financieramente, las personas con discapacidad están entre las primeras víctimas.
Por eso necesitamos un sistema financiero global reformado que permita inversiones mucho mayores en la inclusión de la discapacidad para crear entornos y oportunidades accesibles en todas partes.
Todo el mundo, en todas partes, debe ser libre de ir a la escuela, acceder a la atención sanitaria, formar una familia, tener un trabajo decente y participar plenamente en todas las esferas de la vida económica, social, cultural y política.
En segundo lugar, necesitamos una cooperación más amplia y profunda.
Debemos adoptar un enfoque de toda la sociedad para garantizar la inclusión de la discapacidad.
Solo trabajando juntos – entre los gobiernos, las organizaciones internacionales, la sociedad civil y el sector privado – podremos aplicar eficazmente la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible para las personas con discapacidad.
En tercer lugar, necesitamos el liderazgo de las personas con discapacidad, en particular de las mujeres con discapacidad y de las organizaciones que las representan.
Los cimientos de nuestra cooperación deben basarse en la consulta activa con las personas con discapacidad en toda su diversidad y en su plena inclusión en los procesos de toma de decisiones.
Debemos hacer realidad el poderoso llamamiento de las personas con discapacidad: 'Nada sobre nosotros, sin nosotros'.
Excelencias, queridos amigos,
Las Naciones Unidas están comprometidas a predicar con el ejemplo.
Tuve el honor de lanzar la primera Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad en 2019 para lograr un cambio duradero y transformador en el trabajo de la Organización en todos nuestros programas y operaciones.
La Estrategia ha proporcionado un marco claro para avanzar en la inclusión de la discapacidad de manera integral y coordinada, ya sea en relación con la acción humanitaria, los derechos humanos o el desarrollo sostenible.
La Estrategia también ha descubierto áreas en las que tenemos que hacer más – mucho más.
Por ello, estamos reforzando nuestra Organización desde la sede principal hasta la presencia sobre el terreno para garantizar que estamos preparados para la inclusión de la discapacidad y para apoyar a los gobiernos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para las personas con discapacidad.
De cara al futuro, la Agenda 2030 – junto con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad – seguirá siendo nuestra brújula hacia una recuperación inclusiva.
Excelencias, queridos amigos,
Unidos, estamos aquí para romper barreras, cambiar mentalidades y abrir puertas.
Para asumir compromisos audaces y creíbles.
Y, en última instancia, para asegurarnos de que todos los miembros de la familia humana tengan la oportunidad de vivir plenamente.
Dirigidos por personas con discapacidad, podemos – y lo haremos – forjar alianzas, ampliar el acceso a una educación inclusiva y de calidad y a un trabajo decente, garantizar una vida sana y crear un mundo más inclusivo, justo y sostenible para todos.
Gracias.