Salud, educación, empleo, migración y empoderamiento de la mujer: Afrontando el reto de apoyar la respuesta de Senegal
El Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Senegal, Siaka Coulibaly, fue con el equipo de las Naciones Unidas en el país en una misión sobre el terreno a las regiones de Saint Louis y Matam, en el norte de Senegal, del 15 al 19 de noviembre de 2021. A continuación, él comparte sus perspectivas.
1. ¿Cuál fue su percepción de las comunidades que viven en Saint Louis y Matam, y cómo describiría sus interacciones con ellas?
Saint Louis y Matam son regiones transfronterizas, culturalmente diversas, en las que conviven varias comunidades de distinto origen étnico, como wolof, fulani, soninke, moro y toucouleur. Cuando se produjo una crisis fronteriza entre Senegal y Mauritania en 1989, un número de ciudadanos mauritanos, tanto wolof, fulani, toucouleurs como soninkes, se desplazaron a Saint Louis y Matam. La mayoría de estas personas decidieron permanecer en Senegal. Algunos mantuvieron el estatus de refugiado, mientras que otros se naturalizaron o están en proceso de conseguir su naturalización con el apoyo de las autoridades nacionales y de entidades de la ONU como el ACNUR.
Entretanto, fue un placer ver que estas comunidades conviven en paz y perfecta armonía con sus homólogos senegaleses. Los dos grupos son solidarios y comparten lazos matrimoniales, pero también cuestiones relacionadas con las actividades económicas, agrícolas, comerciales y de pastoreo a lo largo de las orillas del río Senegal. La cálida acogida que recibimos, sobre todo de las mujeres, fue muy conmovedora. Fue un recuerdo conmovedor del espíritu de hospitalidad de Senegal, conocido como la "Tierra de la Teranga", que quedará grabado en mi memoria.
2. ¿Qué tipo de apoyo prestan los equipos de las Naciones Unidas en los países para garantizar la integración de estas comunidades?
Es alentador y gratificante ver que el trabajo realizado por nuestras agencias está contribuyendo de forma tangible a reforzar la armonía entre las comunidades y a mejorar la vida de los refugiados más concretamente. En Woudourou, por ejemplo, un programa de ACNUR permite a la población local facilitar el acceso de los refugiados a la tierra ofreciéndoles contratos de arrendamiento de 10 años en los que pueden cultivar parcelas, al tiempo que se les proporciona acceso a bombas de agua y barreras de agua gracias al apoyo de ACNUR. Este tipo de iniciativas que promueven la agricultura y la ganadería animan a los jóvenes a permanecer en el país gracias a los ingresos que pueden obtener para mantenerse, en lugar de dedicarse a actividades de inmigración ilegal. La ONU debe seguir poniendo en marcha este tipo de programas para impulsar la integración y al mismo tiempo animar a las comunidades a trabajar juntas por el desarrollo sostenible.
3. ¿Puede hablarnos de los retos a los que se enfrentan las comunidades que viven en zonas alejadas de los centros urbanos más desarrollados?
Saint-Louis está a 256 km de Dakar y la carretera que conduce a allí está relativamente en buen estado. Matam, en cambio, está a casi 600 km de la capital y, con las obras de carretera que se están llevando a cabo en diferentes tramos del viaje, la región no es fácilmente accesible en muchos sentidos. Por ello, nuestro compromiso es crucial para impulsar los medios de vida de las comunidades locales que viven en estos pueblos remotos y para transformar sus condiciones de vida.
Por ejemplo, en Wassacodé, cerca de Matam, las mujeres embarazadas tenían que elegir entre viajar varios kilómetros en coche o en la parte de atrás de una bicicleta para dar a luz en un centro sanitario adecuado o dar a luz en casa, lo que aumentaba los riesgos de muerte para las madres y sus niños. Con el apoyo del UNFPA, en colaboración con el Ministerio de Sanidad y una ONG, la aldea de Wassacodé abrió un nuevo centro sanitario, que ha transformado la vida de las mujeres de la aldea y de las comunidades vecinas al mitigar los riesgos asociados a las situaciones de parto de emergencia. Las mujeres de la aldea también han creado un fondo de solidaridad para apoyar estos temas. Estos son programas e iniciativas que debemos continuar.
4. Saint Louis y Matam han tenido durante mucho tiempo tasas de escolarización relativamente bajas, especialmente entre las niñas. ¿Cómo contribuye la ONU a cambiar esta situación?
Tiene razón. Las tasas de escolarización son relativamente bajas en estas regiones. Las causas suelen ser estructurales, relacionadas con la pobreza, el desempleo y la migración, cuando los padres abandonan el hogar [en busca de mejores oportunidades]. Estas situaciones obligan a muchos niños y niñas a quedarse en casa y ayudar en las tareas domésticas o a realizar actividades relacionadas con la agricultura y el pastoreo [para mantener a sus familias].
Para hacer frente a este problema, UNICEF está ayudando a varias escuelas de Matam a crear clases puente que integren varios niveles de educación, y está apoyando, en colaboración con la autoridad educativa local (en francés: "Inspection d'académie"), un proyecto que ofrece a los niños y niñas que asisten a las 'daaras' (escuelas coránicas) la oportunidad de seguir una trayectoria académica fundacional que sea similar.
Al mismo tiempo, con el apoyo del programa de comedores escolares del PMA, miles de niños y niñas de la región de Matam, como los matriculados en la escuela Ogo2 que visitamos, reciben una comida caliente cada día. Aplicado en colaboración con el Ministerio de Educación, el programa ha contribuido de manera significativa a que los niños y niñas, especialmente las niñas, vuelvan a la escuela, y a reducir el absentismo y el número de abandonos escolares debidos a la larga distancia que hay que recorrer.
5. Las mujeres y los jóvenes son objetivos prioritarios de la ONU en Senegal. ¿Puede decirnos algo más sobre el apoyo que se les ofrece en Saint-Louis y Matam?
Efectivamente, el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes es una de nuestras prioridades. Y hemos observado progresos tangibles en este ámbito. Lo he experimentado de primera mano sobre el terreno.
En Ross Bethio, por ejemplo, la FAO y ONU Mujeres apoyan conjuntamente un proyecto que ayuda a la organización Red de mujeres agricultoras del Norte (Réseau des femmes agricultrices du Nord, en francés) a promover el liderazgo y el empoderamiento económico de las mujeres en la agricultura. Las mujeres se vuelven más independientes al tener la oportunidad de cultivar arroz y, de paso, contribuyen a crear oportunidades de empleo para los jóvenes que, a cambio, son menos propensos a participar en actividades de inmigración ilegal.
En lo que respecta a los jóvenes, nosotros hemos creado en Saint-Louis una plataforma dirigida por la OIM y financiada por un programa global conjunto de la OIM y el PNUD llamado "Poner la migración al servicio del desarrollo sostenible" ("Placer la migration au service du développement durable", en francés). Esta iniciativa ha permitido establecer un sistema de orientación e información que ayuda a los jóvenes a encontrar un empleo.
Asimismo, en Saint-Louis, gracias al apoyo del UNFPA, el centro local de la juventud ("Maison des Jeunes", en francés) ha creado un establecimiento sanitario estándar, que recibe una subvención anual para la compra de medicamentos, con el fin de prestar atención médica a los jóvenes, incluidas las adolescentes, y a las mujeres.
Finalmente, UNICEF también ha colaborado con sus asociados en una iniciativa para que los jóvenes, incluidos los adolescentes, sean proactivos y participen en los procesos de toma de decisiones que afectan directamente a sus vidas.
6. ¿Qué fue lo más memorable de su visita?
Lo que se me queda grabado, y lo he captado vívidamente en mi propia experiencia personal durante este viaje, es un renovado sentido de propósito y la creencia de que el trabajo del equipo de las Naciones Unidas en Senegal tiene un impacto directo en las vidas de las personas a las que servimos, incluidas las más vulnerables que viven en zonas remotas. Y tenemos más oportunidades para impulsar nuestras actividades, desde seguir movilizando un enfoque integral de la ONU dentro de nuestro equipo hasta reforzar nuestro compromiso en múltiples sectores como la educación, la sanidad, la nutrición/los comedores escolares, la capacitación de las mujeres, la migración y el empleo. Es a través de un enfoque conjunto que optimizaremos nuestro apoyo a Senegal en la consecución de sus prioridades de desarrollo y le ayudaremos eficazmente a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), adaptándolos al contexto nacional y aplicando el principio fundamental de "No dejar a nadie atrás" (Leave no one behind, LNOB, en inglés).
Este es precisamente el objetivo del equipo de las Naciones Unidas en el país, bajo mi dirección – activar y aprovechar las alianzas [para el desarrollo sostenible] en todo el país. Se está llevando a cabo un proyecto conjunto sobre el despliegue de los ODS en todo Senegal con nuestros equipos de las diferentes entidades de la ONU sobre el terreno. Su objetivo es integrar los Objetivos Mundiales en el Plan Nacional de Desarrollo a nivel municipal.
7. ¿Algunas últimas palabras?
Nosotros debemos hacer todo lo posible para que el apoyo de la ONU al Gobierno y al pueblo de Senegal sea lo más coordinado y eficaz posible. Este es el núcleo de mi misión; la razón de mi compromiso con la ONU como Coordinador Residente; y es también un honor y una gran responsabilidad. Y tengo la intención de aportar lo mejor de mí en este compromiso, garantizando que el equipo de la ONU en Senegal preste un apoyo eficaz y coordinado en el que Senegal pueda confiar para estar a la altura de los retos a los que se enfrenta ahora o en los próximos años.
Entrevista realizada originalmente en francés por el equipo de la Oficina del Coordinador Residente de las Naciones Unidas (OCR) en Senegal. Una primera versión de esta entrevista se publicó en francés en UN News. La Oficina de Coordinación del Desarrollo (OCD) realizó esta adaptación y la tradujo al inglés. Para más información sobre el trabajo del equipo de las Naciones Unidas en el país, visite Senegal.UN.org.