La ‘equidad vacunal en acción’ en las Maldivas: una publicación de la Coordinadora Residente de la ONU
Hasta el 29 de abril, la República de Maldivas había notificado unos 29.000 casos del virus y 72 muertes.
Catherine Haswell, Coordinadora Residente de la ONU para la nación insular del Océano Índico, explica cómo la ONU ha apoyado a las autoridades en la lucha contra la pandemia.
“La crisis de la COVID-19 ha sido difícil para los maldivos, lo que ha provocado problemas sanitarios y socioeconómicos generalizados. El 15 de abril de 2020, apenas dos meses después de mi llegada al país, la capital, Malé, entró en confinamiento total tras el primer caso positivo.
Dado que Malé es una de las ciudades más densamente pobladas del mundo, se trataba de una importante medida preventiva, la cual había sido tenida en cuenta en los avanzados esfuerzos del Gobierno en términos de planificación y preparación.
También se trataba de mitigar la propagación a las 200 islas periféricas locales. En muchos sentidos, la hermosa geografía insular de las Maldivas también ha sido un importante factor de mitigación para frenar la transmisión.
El cierre de las fronteras de Maldivas supuso un choque económico importante, ya que el turismo internacional representa directamente más de una cuarta parte del PIB del país. Dicha interrupción afectó al aprendizaje de los niños y niñas, a los puestos de trabajo, a los desalojos de hogares, y amenazó la seguridad alimentaria debido a las repercusiones en la cadena de suministro mundial.
Maldivas ha luchado contra una segunda oleada de casos con esfuerzos centrados y bien coordinados del Gobierno, las comunidades y los asociados, lo que ha permitido aliviar las restricciones y reabrir las oficinas y los espacios públicos a finales de 2020.
Hacia febrero de 2021, el país se enfrentó a una tercera oleada, con el virus extendiéndose cada vez más desde el área de la capital hacia otros atolones, lo que provocó que se impusieran de nuevo restricciones de movimiento hasta abril.
Estos repuntes son, como sabemos por la experiencia mundial, una característica de la COVID-19, a la que todos seguimos enfrentándonos dada la propia naturaleza social de la humanidad.
Con el inicio de la campaña nacional de vacunación este año, soy optimista y creo que pronto veremos la luz al final del túnel.
La equidad vacunal en acción
El gobierno de Maldivas inició el 1 de febrero de 2021 el programa nacional de vacunación “COVID-19 Dhifaau” (Defensa contra la COVID-19), con el objetivo de vacunar a toda la población contra el virus.
La vacunación gratuita está abierta a todos los residentes y a quienes viven en las Maldivas, independientemente de su nacionalidad o estatus legal, un buen ejemplo de cómo garantizar que nadie se quede atrás en el camino de la recuperación.
Para evitar el colapso del sistema sanitario y mitigar los graves impactos, la prioridad inicial fue el personal sanitario y los que están en primera línea, así como los ancianos y otros grupos de alto riesgo.
Unas 278.000 personas, aproximadamente más del 60% de la población residente elegible, han recibido la primera dosis de la vacuna. La administración de la segunda dosis también está en curso, aunque el proceso se ha ralentizado ligeramente debido a las limitadas horas disponibles durante el mes del Ramadán.
Considerando que nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo, el Gobierno también está proporcionando vacunas gratuitas a los trabajadores inmigrantes indocumentados en el país. El enfoque de Maldivas es un buen modelo de equidad vacunal en acción.
Con el éxito de la implantación de las vacunas, el Gobierno acaba de anunciar una relajación de las restricciones de viaje entre las islas.
Dada la naturaleza dispersa del archipiélago, los que trabajan o viven lejos de su familia y sus seres queridos podrán por fin reunirse sin necesidad de cuarentena ni de someterse a las pruebas de COVID después de más de un año de separación.
Personalmente, estoy deseando recibir mi segunda dosis de la vacuna y poder hablar con los maldivos sobre sus retos, esperanzas y sueños para el futuro que quieren en las comunidades donde viven, a lo largo de los 871 kilómetros del país.
Estas conversaciones, sobre todo con los más vulnerables, serán fundamentales para dar forma a la manera en que las Naciones Unidas en las Maldivas pueden apoyar el reconstruir para mejorar hacia servicios descentralizados y comunidades más inclusivas.
Apoyo de la ONU para la respuesta y recuperación
El equipo de las Naciones Unidas en Maldivas ha apoyado firmemente la respuesta del Gobierno a la COVID-19 desde las primeras fases de la pandemia. A través de esfuerzos conjuntos con los asociados, la ONU sigue proporcionando equipos sanitarios y médicos con apoyo técnico a través de, por ejemplo, formaciones y creación de capacidades de las partes interesadas para controlar la propagación del virus.
Además de la respuesta sanitaria inmediata, la ONU también está apoyando la respuesta socioeconómica en áreas como garantizar el regreso seguro de los niños y niñas a las escuelas, ampliar el acceso a los servicios de apoyo psicosocial, y apoyar la promoción y la resiliencia de la comunidad a través de las comunicación de riesgos.
Para complementar los esfuerzos nacionales de vacunación, la ONU está proporcionando la gestión de la cadena de frío, el suministro y el almacenamiento de las vacunas. También se está proporcionando apoyo técnico en la planificación, coordinación y formación que conlleva el proceso de inoculación.
El futuro sigue siendo incierto y se esperan muchos desafíos sin precedentes en nuestro camino hacia la recuperación. Estoy asombrada por el compromiso y la determinación del personal sanitario y de quienes siguen luchando en primera línea”.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en Noticias ONU. Catherine Haswell es la Coordinadora Residente de las Naciones Unidas para Maldivas. La Coordinadora Residente, a veces llamada CR, es la representante de más alto rango del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo a nivel de país. Para más información, visite Maldives.UN.org.