República Dominicana: 5 pasos para desarrollar un laboratorio de innovación centrado en data sobre los ODS
¿Alguna vez se ha preguntado cuántos desechos peligrosos se generan en su comunidad, ciudad o país? ¿Cuál es la proporción de mujeres que toman sus propias decisiones informadas con respecto a la salud sexual y reproductiva? ¿O cuántas personas se han declarado víctimas de discriminación o acoso en los últimos 12 meses? Imagínese si pudiera tener acceso a estos datos en un país de más de 10 millones de habitantes, ubicaado en el centro del Caribe.
En República Dominicana, solo el 37 por ciento de los indicadores que componen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) [Sustainable Development Goals, SDGs en inglés] tienen datos disponibles para su seguimiento y el 44 por ciento no cuenta con información o fuentes cuantificables. Esto constituye un desafío para el logro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible [2030 Agenda, en inglés].
El ODS 12: Consumo y Producción Responsables es uno de los mayores retos estadísticos para el país. Como se estableció en la Evaluación Rápida Integrada de 2016 “existen sesgos significativos en la integración de los indicadores (ODS 12) en la planificación del desarrollo nacional y su disponibilidad para un adecuado seguimiento y cumplimiento del cuarto eje (desarrollo sostenible) del Desarrollo Nacional” en la República Dominicana [1].
Considerando todo esto, ¿cómo podemos medir el indicador del ODS 12 relacionado con la generación y proporción de residuos peligrosos en el país? Para averiguarlo, unimos fuerzas con la Oficina Nacional de Estadística, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales para elaborar una estrategia. El resultado fue un laboratorio de innovación centrado en datos, el cual ha sido construido en cinco pasos:
Paso 1: Seleccionar las principales partes interesadas
¿Qué instituciones son fundamentales en el desarrollo de un laboratorio de innovación de datos de los ODS?
La multisectorialidad es esencial para garantizar la riqueza de este ejercicio. Para este paso fueron fundamentales dos cosas:
- Incorporar a las instituciones encargadas de la estadística y la planificación (la Oficina Nacional de Estadística y el Ministerio de Economía). Estas instituciones forman parte de otras estructuras de coordinación, como la Comisión Nacional para el Desarrollo Sostenible (Comisión ODS), que es la estructura de coordinación y asesoría de la Agenda 2030. En este ejercicio, el Sistema de Naciones Unidas en República Dominicana trabajó con la Secretaría Técnica de la Comisión ODS para identificar una propuesta de indicadores y criterios para esta iniciativa.
- Para incluir el mayor número posible de actores en la discusión; desde representantes del sector público (hospitales, Dirección General de Aduanas), hasta el sector privado, pasando por la academia y las organizaciones ambientales, se invitó a participar a todas las personas relacionadas con la eliminación de residuos peligrosos.
- Este ejercicio demuestra la importancia de interpelar a estas estructuras para que hagan valer la fluidez y la exhaustividad de los sistemas estadísticos, así como su responsabilidad en el proceso, garantizando una relación eficaz que ayude a salvar las brechas existentes.
Paso 2: Seleccionar los indicadores
¿Qué indicadores deben seleccionarse y priorizarse para el desarrollo de un Laboratorio de Innovación de Datos?
Priorizar los indicadores a nivel nacional significa elegirlos en función de las necesidades estadísticas del país. Los parámetros para este laboratorio fueron: (A) Falta de fuente o metodología de medición; (B) Indicadores dentro de los ODS identificados para el examen nacional voluntario para el foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible (HLPF 2018), en el que la República Dominicana participará este año.
Siguiendo estos parámetros, la Oficina de Estadística presentó una propuesta con los siguientes indicadores: "Proporción de aguas residuales tratadas de manera segura"; "Residuos peligrosos generados per cápita y proporción de residuos peligrosos tratados, desagregados por tipo de tratamiento"; y "Número de empresas que publican informes de sostenibilidad". De estas propuestas, se priorizaron los residuos peligrosos, tomando como punto de partida los Informes de Cumplimiento Ambiental [2].
Paso 3: Construir espacios participativos y formativos
¿Cómo pueden los sectores expresar y validar los retos y oportunidades de mejora relacionados con el indicador seleccionado?
A raíz de esta iniciativa, se realizaron dos talleres de consulta principales con instituciones relacionadas con el terreno. Los resultados de la primera consulta pusieron de manifiesto los retos y cuellos de botella que dificultan la medición del indicador. El segundo taller tenía como objetivo encontrar soluciones innovadoras y oportunidades de mejora para los problemas identificados en el primer taller.
En ambos talleres, más de 20 jóvenes de instituciones académicas y de la sociedad civil se ofrecieron como voluntarios para moderar y resumir los principales resultados y conclusiones en cada mesa de debate.
Paso 4: Comprobar las posibles fuentes del indicador
¿Cómo garantizar los resultados y la sostenibilidad en el desarrollo estadístico del indicador?
Además de las consultas, un grupo de especialistas se encargó de revisar el Informe de Cumplimiento Ambiental. Esta fuente era importante porque se trata de un Registro Administrativo ambiental (formularios, informes, expedientes, entre otros).
Esta revisión dio lugar a un ejercicio conjunto de la Oficina de Estadística y el Ministerio de Medio Ambiente para recopilar y analizar datos relativos a los residuos peligrosos, junto con el sector privado, la academia y los hospitales. También permitió generar capacidades técnicas, estadísticas y ambientales vinculadas al indicador, y ha creado herramientas para formalizar esta práctica en el marco institucional.
Paso 5: Sistematizar, desarrollar e implementar
¿Qué podemos hacer ahora?
El último paso es dar seguimiento a los hallazgos y conclusiones de estos ejercicios, desarrollando iniciativas que puedan tener un impacto directo en la mejora, organización y visualización de los datos relacionados con el indicador de residuos peligrosos.
Una de estas iniciativas sería un hackathon para fomentar la creación de aplicaciones y el desarrollo de software para la recogida y visualización de datos.
Otra, que ya está en marcha, es la elaboración de una nota técnica de datos (explicando los metadatos del indicador) por parte de la Oficina de Estadística. Esta nota será validada por varios sectores que tendrán la oportunidad de repensar juntos las estructuras de desarrollo estadístico del indicador. Por último, este equipo también está trabajando con la culminación de la construcción de la base de datos de los Informes de Cumplimiento Ambiental y su respectiva línea de base.
Lo que hemos aprendido
Esta experiencia demuestra que existe un vínculo entre la capacidad de desarrollo estadístico de nuestros países y sus necesidades, desafíos, logros y oportunidades, que debe considerar las dimensiones políticas y sociales. La implementación de la Agenda 2030 en el terreno reunió a instituciones de diferentes sectores para romper las barreras existentes.
Si bien el trabajo conjunto fue como un reto, también fue una oportunidad para mejorar las prácticas y las acciones. El fortalecimiento del sistema estadístico nacional sólo será posible si los sectores clave implicados cuentan con las herramientas, las capacidades y la voluntad.