Resurgir de las cenizas: San Vicente y las Granadinas se recupera tras el desastre

El 9 de abril de 2021, el volcán La Soufrière, en San Vicente y las Granadinas, entró en erupción, provocando una crisis añadida a la crisis de la COVID para la población de la nación insular. Didier Trebucq, Coordinador Residente de la ONU para Barbados y el Caribe Oriental, visitó las zonas afectadas del país poco después de la erupción, y regresó de nuevo, seis meses después. He aquí sus reflexiones:
“Apocalíptico” es la palabra que me vino a la mente cuando visité las comunidades de las zonas naranja y roja apenas nueve días después de la devastadora erupción del volcán La Soufrière.

Un espeso olor a azufre impregnaba el aire. Aldeas desoladas, antes llenas de espíritu comunitario, estaban cubiertas de ceniza gris. Las casas estaban dañadas, los tejados inclinados, los cultivos diezmados y las carreteras pavimentadas reducidas a angostos senderos. Algunos residentes se encargaron de la ardua tarea de retirar con palas los escombros persistentes de los tejados y las calzadas, mientras los animales vagabundos deambulaban por lo que parecía un paisaje lunar.
Los sectores social, productivo y de infraestructuras sufrieron daños y pérdidas por valor de unos 275 millones de dólares, lo que afectó a los medios de subsistencia y desplazó a 20.000 personas y las puso en riesgo de padecer inseguridad alimentaria.
Era difícil conciliar la visión de este terreno baldío con lo que otra fueron exuberantes paisajes, abundantes cosechas de plátanos y el animado ambiente isleño, que yo había experimentado en visitas anteriores. La distópica visión actual quedará para siempre grabada en mi memoria.
Inmediatamente después y a los seis meses del desastre
Desde el inicio de esta "crisis dentro de la crisis", el equipo de las Naciones Unidas para Barbados y el Caribe Oriental ha colaborado con el Gobierno, la sociedad civil y los asociados regionales y para el desarrollo, a fin de garantizar una recuperación sostenible de la población de San Vicente y las Granadinas, y no dejar a nadie atrás.
Unidos, apoyamos la respuesta inmediata y ahora estamos apoyando la recuperación y reconstrucción a largo plazo.
Inmediatamente después del desastre, las Naciones Unidas ayudaron a adquirir suministros de socorro, y se desplegaron especialistas del WFP, UNICEF y la OPS/OMS para prestar apoyo.
Seis meses más tarde, cuando regresé a San Vicente y las Granadinas el 28 de octubre para celebrar el Día de las Naciones Unidas, la sensación de renacimiento era palpable.
Los cielos eran ahora soleados, el océano estaba claro y la tierra estaba verde con árboles y arbustos. Había esperanza.
Me animó escuchar a los habitantes y a los asociados del Gobierno hablar sobre cómo el apoyo oportuno de la ONU ayudó a marcar una diferencia tangible en la vida de las personas.

Nuestros esfuerzos no han disminuido, y el equipo de la ONU sigue apoyando a las autoridades nacionales en el camino de la recuperación en las áreas de limpieza de cenizas, apoyo en transferencias de efectivo, reubicación y alojamiento temporal, medios de subsistencia, suministros de agua, saneamiento e higiene, y sistemas sanitarios para prevenir la propagación de la COVID-19. Sigue siendo prioritario continuar con la prevención de la COVID-19 y apoyar el aumento de la aceptación de la vacuna. Y lo que es más importante, la recuperación es una oportunidad para reconstruir mejor y aumentar la resiliencia tanto de las personas como del parque inmobiliario ante los choques externos.
¿Dónde estamos actualmente?
Desde que lanzamos un llamamiento de financiación que contó con el generoso apoyo de una gran cantidad de donantes internacionales, como USAID, Japón, Reino Unido, la UE, España, Alemania y Canadá, entre otros, hemos tenido el privilegio de trabajar en innumerables áreas para ayudar a la población de San Vicente y las Granadinas, que ha demostrado una extraordinaria resiliencia y sentido de la solidaridad. Algunos logros notables son:
- Múltiples rondas de transferencias de efectivo a más de 3.500 hogares evacuados, con el apoyo del WFP.
- Apoyo académico y psicosocial para 2.000 estudiantes en 45 escuelas, con la asistencia de UNICEF al Ministerio de Educación.
- Acceso suficiente a agua potable para la mayoría de los hogares en las zonas afectadas, gracias en parte al apoyo de la ONU.
- El Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca recibió el apoyo de la FAO en el desarrollo de protocolos de acción anticipada, preparación para emergencias y respuesta rápida para el ganado, los cultivos y la pesca, que ayudaron a reducir la mortalidad y a facilitar la transición hacia la recuperación.
- Se retiraron más de 15.000 yardas cúbicas de ceniza de las escuelas y zonas de recreo a través de una iniciativa de limpieza de cenizas y escombros, con el apoyo del PNUMA y el PNUD. Más de 1.500 estudiantes pudieron volver a la escuela y 185 personas (el 40% de ellas, mujeres), obtuvieron un empleo a corto plazo gracias a esta iniciativa.
- Mejora de las prácticas de higiene en más de 1.000 hogares, con el apoyo de UNICEF.
- Servicios de salud mental, compra de suministros médicos y sanitarios, e intervenciones a nivel de agua, saneamiento e higiene en 20 establecimientos sanitarios, con el apoyo de la OPS.
- Más de 1.200 toneladas de carga de ayuda humanitaria y 730 toneladas de asistencia alimentaria y otros suministros, con el apoyo del WFP.
- El PNUD, el Banco Mundial, la UE y otras entidades de la ONU realizaron una evaluación crítica de necesidades posdesastre, que servirá de apoyo a la reconstrucción y a la recuperación estratégicas.
- La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) también está prestando apoyo para la transición a viviendas permanentes y la reconstrucción más resiliente.

Mis colegas y yo nos sentimos inspirados por la vecindad y el optimismo del pueblo de San Vicente y las Granadinas, incluso en las circunstancias más duras. Quiero que todos sepan que la ONU seguirá trabajando como un solo equipo para apoyarles en el camino de la recuperación.
Todavía queda mucho trabajo por delante. Pero la esperanza está en el horizonte.
Por Didier Trebucq, Coordinador Residente de la ONU para Barbados y el Caribe Oriental. Para saber más sobre San Vicente y las Granadinas, visite Easterncaribbean.UN.org.