En Brasil, estudiantes de 5º grado promueven buenas prácticas para reducir el desperdicio de alimentos

En el municipio de Itajaí, en el estado de Santa Catarina, en el sureste de Brasil, los datos y las cifras globales sobre la falta de acceso a los alimentos han cambiado significativamente la dinámica del día a día en la vida de 46 estudiantes de quinto grado de la Escola Básica Professor Judith Duarte de Oliveira, una escuela primaria.
Este fue el resultado de que su profesora, Patrícia Wanderlinde Alves, se sintiera profundamente impresionada por las cifras relacionadas con la hambruna. Según el Programa Mundial de Alimentos (World Food Programme, WFP, en inglés), 881 millones de personas no tienen suficientes alimentos en todo el mundo – mientras que 48,6 millones de personas de la población de Brasil se enfrentan a una inseguridad alimentaria moderada o grave.
También sensibilizada por las últimas cifras sobre el desperdicio de alimentos divulgadas por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) – en 2019, 931 millones de toneladas de alimentos fueron directamente a la basura –, Patrícia decidió presentarle a la clase cómo reducir el desperdicio y cambiar los hábitos de consumo en la escuela y en casa.
Como su maestra, asumió el liderazgo y desarrolló e implementó el proyecto, “Tiempo fuera” (Tempo Esgotado, en portugués), para este grupo de estudiantes de 10 años. Este proyecto arrancó en 2021 y se convirtió en una iniciativa regular en 2022, poniéndose en práctica una vez al año.

Durante una semana, anotaron todo lo que comían y desperdiciaban. Sorprendidos por los resultados, recopilaron información sobre el consumo consciente de alimentos y crearon carpetas y carteles que repartieron en la escuela, en los autobuses y en puntos comerciales.

Los estudiantes también dieron charlas a otras clases de su escuela, y las grabaron y las publicaron en un canal de YouTube. El proyecto se desarrolló con información sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y también incluyó un cortometraje que mostraba cómo ocurre el desperdicio de comida en los hogares.
“Los niños y niñas estaban muy implicados en el proyecto. Los vídeos y las carpetas fueron idea suya. Los estudiantes recolectaron alimentos para las familias necesitadas, lo que hizo que toda la escuela se involucrara en el proyecto”, explica Patrícia, que pretende volver a tomar acción y repetir la iniciativa este año.
Al final, el trabajo realizado se tradujo incluso en una concienciación financiera, dijo la maestra en una entrevista con el Centro de Información de las Naciones Unidas en Brasil.

Estudiantes que alzan la voz
“A mí me ha gustado mucho este proyecto; me ha hecho tomar conciencia del hambre que atraviesa el mundo. No podemos ver todo este despilfarro y no hacer nada al respecto”, explica un estudiante, Henrique Rafael.
Otra compañera, Maria Luíza, dice que la información ha cambiado su rutina en casa: “Llevaré este proyecto conmigo toda la vida. Las actitudes en mi casa han cambiado mucho. Mi padre empezó a utilizar las sobras del día anterior. Mi madre no utilizaba ninguna fruta que pareciera haberse estropeado, y ahora ha aprendido a hacerlo”, explica.
Para Gustavo, el proyecto puede ayudar a todo Brasil. “Cada minuto, 11 personas mueren de hambre, lo que es muy triste. Por eso, ¡debemos dejar de tirar la comida a la basura!”, advierte el estudiante.

Las escuelas son fundamentales
Proyectos como el anteriormente descrito son cruciales para una alimentación escolar sostenible. Según Najla Veloso, Coordinadora de Proyectos de la FAO para la Consolidación de los Programas de Alimentación Escolar en América Latina y el Caribe — un programa de cooperación internacional entre Brasil y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) — , este tipo de trabajo combina el aprendizaje con otras áreas de conocimiento, creando conexiones entre las realidades locales y la vida cotidiana de los estudiantes.
"Las acciones para combatir el desperdicio de alimentos y para la educación en materia de alimentación y nutrición son importantes para estimular el desarrollo intelectual, físico, emocional y social de los estudiantes. Además, al fomentar hábitos saludables, las escuelas construyen entornos más sanos, ya que los hábitos también se transmiten a los miembros de la familia y a toda la comunidad", explica Najla en su calidad de representante de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Las escuelas también son fundamentales en la lucha contra el hambre. Según la FAO, el Programa Nacional de Alimentación Escolar (Programa Nacional de Alimentação Escolar, PNAE, en portugués) de Brasil atiende diariamente a casi 41 millones de estudiantes gracias a su cobertura universal. El PNAE se considera una referencia regional y mundial de política pública exitosa.
El Programa Mundial de Alimentos también trabaja en la lucha contra el desperdicio de alimentos y la lucha contra el hambre. Todos los años, el Programa Mundial de Alimentos lleva a cabo una campaña de concienciación mundial llamada #STOPDESPERDICIO (Zerar o Desperdício, en portugués) y gestiona el Centro de Excelencia contra el Hambre con el gobierno de Brasil.
El objetivo del Centro es apoyar a los países en desarrollo en la creación y aplicación de soluciones sostenibles contra el hambre, basándose en experiencias exitosas diseñadas en Brasil. El pasado mes de noviembre, el Centro de Excelencia contra el Hambre del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Brasil cumplió 10 años desde su puesta en marcha como resultado de una innovadora alianza entre el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Gobierno de Brasil, en el ámbito de la cooperación Sur-Sur y trilateral en países en desarrollo de África, Asia, América Latina y el Caribe (ALC).
Fomentar iniciativas sostenibles de alimentación escolar y sistemas agroalimentarios inclusivos y resilientes
Con la participación de 10 países de América Latina y el Caribe reunidos en la ciudad de Brasilia, Brasil, a principios de mes, y la participación virtual de más de 300 personas, se oficializó el comité técnico regional del Diálogo Regional con América Latina y el Caribe 2022, organizado por la Red de Alimentación Escolar Sostenible (RAES). El evento híbrido recibió numerosos invitados presenciales y virtuales, incluidas personas especializadas a nivel técnico en el tema de la alimentación escolar con la intención de intercambiar experiencias.
"La RAES se fortalece y consolida a través de la oficialización de los miembros de su comité regional", dice Najla.
Plinio Pereira, responsable adjunto de la cooperación trilateral Sur-Sur, señaló que se han dado pasos importantes para dar a la Red una escala más amplia.
En representación de los países participantes y de la Comunidad del Caribe (CARICOM), Shaun Baugh, gerente de programas de desarrollo agrícola y agroindustrial, dijo que la seguridad alimentaria y nutricional es una de las áreas más críticas para la Comunidad y Mercado Común del Caribe.
Según Najla, este diálogo pretende impulsar los esfuerzos conjuntos vinculados a esta herramienta de cooperación internacional (Red de Alimentación Escolar Sostenible, RAES) y potenciar la cooperación hacia programas de alimentación escolar sostenibles y sistemas agroalimentarios más inclusivos y resilientes en la región y más allá.
¿Sabía usted que en 2021, los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) con mayor ejecución financiera por parte de las Naciones Unidas en Brasil fueron "Fin de la pobreza" (ODS1) y "Hambre cero" (ODS2)? Obtenga más información en el Informe Anual de Resultados 2021 de las Naciones Unidas en Brasil (Relatório Anual das Nações Unidas no Brasil 2021, en portugués).
Ensayo fotográfico inspirado en una entrevista publicada originalmente en portugués en el sitio web de las Naciones Unidas en Brasil y producida por el Centro de Información de las Naciones Unidas en Río de Janeiro, Brasil.
Editado por la Oficina de Coordinación del Desarrollo de las Naciones Unidas con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, con la ayuda del Centro de Información de las Naciones Unidas en Río, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en Brasil y el Programa Mundial de Alimentos en Brasil.
Para más información sobre el trabajo de las Naciones Unidas en Brasil, visite Brasil.UN.org. Para saber más sobre los resultados de nuestro trabajo sobre los sistemas alimentarios y la Agenda 2030 y más allá, por favor lea el informe 2022 de la Presidenta del Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible sobre la Oficina de Coordinación del Desarrollo.
















