Construcción de la paz, prevención de la violencia y apoyo a la resiliencia de las comunidades en Haití

Un fondo creado por las Naciones Unidas para construir la paz, prevenir la violencia, reforzar la justicia, fortalecer el Estado de Derecho y las instituciones de seguridad e impulsar la resiliencia de las personas más vulnerables de Haití está apoyando los esfuerzos del Gobierno para restablecer la seguridad y la estabilidad en el país.
El Fondo para la Consolidación de la Paz (UN Peacebuilding Fund, PBF, en inglés) de las Naciones Unidas, que enfatiza los roles de de las mujeres y la juventud en los esfuerzos de consolidación de la paz a través de su significativa participación, comenzó a trabajar en Haití en 2019 en respuesta a las necesidades identificadas por el Gobierno.
En vísperas del Día Internacional de la Paz que se celebra anualmente el 21 de septiembre, he aquí cinco cosas que debe saber sobre el Fondo para la Consolidación de la Paz.
Promover la paz
A nivel mundial, el Fondo para la Consolidación de la Paz comenzó a trabajar en 2006 en países o situaciones en riesgo o afectados por conflictos violentos. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, lo describió como "un vehículo fundamental para apoyar la resiliencia y la prevención".
Entre 2006 y 2021, el Fondo para la Consolidación de la Paz asignó 1.670 millones de dólares a 65 países para mantener los esfuerzos en pro de la paz. Estas intervenciones se centran ampliamente en la aplicación y el mantenimiento de los acuerdos de paz, el diálogo y la coexistencia pacífica y el restablecimiento de los servicios básicos que pueden contribuir a la construcción de sociedades pacíficas. Haití ha recibido unos 20 millones de dólares para nueve proyectos.
Violencia, inestabilidad e inseguridad

La inestabilidad y la inseguridad, impulsadas por las marcadas desigualdades, han sido problemas de larga data en Haití y son las razones fundamentales por las que el Gobierno solicitó el apoyo del Fondo para la Consolidación de la Paz.
El asesinato del presidente de Haití en julio de 2021 y un destructivo terremoto en el sur del país un mes más tarde agravaron la inseguridad causada por la creciente presencia e influencia de las bandas.
Esta inseguridad se ha agravado en la capital, Puerto Príncipe, durante el último año, al intensificarse la violencia de bandas, exacerbada por la proliferación de armas y municiones ilícitas. También ha escalado el número de casos de secuestro para obtener rescate.
En la comuna de Cite Soleil, uno de los vecindarios más pobres de la capital, 99 personas murieron y 133 resultaron heridas durante una semana de enfrentamientos especialmente violentos en julio entre bandas que se disputaban el control del territorio. Cientos de casas fueron destruidas y miles de personas huyeron a localidades más seguras, muchas de ellas fueron asistidas por Naciones Unidas.
Edwin*, un líder juvenil que vive en Cite Soleil y que forma parte de un grupo de jóvenes apoyados por el Fondo para la Consolidación de la Paz, dijo que era testigo de fuertes combates en las calles y añadió que "me acuesto y me despierto con el sonido de los disparos, lo que es muy estresante." El grupo reúne a la juventud de los vecindarios en los que actúan las bandas rivales.
"Queremos que nuestras voces se escuchen fuera de Cité Soleil, porque si nadie nos oye nada cambiará", él dijo.
Ausencia de paz

La violencia de bandas es sólo una manifestación muy tangible de la inseguridad y la falta de paz, pero la vida de la población de Haití se ve afectada de otras innumerables maneras. En Cite Soleil, unos 95.000 niños y niñas en edad escolar de más de 300 escuelas vieron interrumpida su educación por la violencia.
Más de 2.500 personas huyeron de la comuna y tuvieron que buscar el apoyo prestado por las Naciones Unidas. El bloqueo de las carreteras del sur ha impedido el libre flujo de personas y servicios en ambas direcciones, lo que dificulta que los agricultores puedan llevar sus cosechas al mercado de Puerto Príncipe y que la ayuda y los materiales de reconstrucción se puedan ser entregados en la península del sur golpeada por el terremoto.
"La reducción de la violencia y los conflictos, el acceso a la justicia y el establecimiento de una paz y estabilidad duraderas son las prioridades del Fondo para la Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas", declaró Ulrika Richardson, Coordinadora Residente y Humanitaria de las Naciones Unidas en Haití. ". Es a través del liderazgo de una amplia gama de actores locales y nacionales, que prevemos acompañar a Haití en la construcción de una sociedad pacífica y próspera para toda la población de Haití".
Sin estabilidad, seguridad y justicia, el progreso económico es casi imposible. Esto, desgraciadamente, es cada vez más evidente con la continua ralentización de la economía haitiana, cuyos efectos se dejan sentir sobre todo en las personas y comunidades más vulnerables y marginadas.
Subsanar una brecha

El Fondo para la Consolidación de la Paz ha desempeñado un rol particularmente importante en Haití tras el término de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, (United Nations Stabilization Mission in Haiti, MINUSTAH, en inglés), en 2017. El Fondo para la Consolidación de la Paz es uno de los pocos recursos de los que disponen las Naciones Unidas para intensificar los esfuerzos en las zonas anteriormente cubiertas por la misión o en las áreas que requieren una atención renovada.
El fondo se ha centrado en una serie de áreas fundamentales, incluida la reducción de la violencia en la comunidad, con énfasis en el apoyo y la promoción de la participación a nivel comunitario con un enfoque en la juventud. También ha promovido la cohesión social y la salud mental, especialmente para las mujeres y las niñas, y está apoyando actividades para prevenir la violencia política y relacionada con las elecciones, de nuevo haciendo especial énfasis en la protección y el empoderamiento de las mujeres.
Fortalecer el sistema de justicia, incluida la prestación de asistencia jurídica a las poblaciones vulnerables, al tiempo que se refuerza la coordinación entre los actores judiciales y el sistema penal, es también una prioridad del Fondo para la Consolidación de la Paz.
Apoyar a los más vulnerables de Haití

En última instancia, el Fondo para la Consolidación de la Paz es un mecanismo de financiación centrado en las personas, que ha dado lugar a notables éxitos.
Cuando tenía 15 años, Renel* estuvo detenido sin juicio durante tres años en una prisión de Les Cayes tras ser acusado injustamente por un comerciante de robar dos patos. Su caso llamó la atención de las Naciones Unidas y fue remitido a una oficina de asistencia jurídica, creada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UN Development Programme, UNDP, en inglés), la misión política de la ONU en Haití, la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH, en inglés) y el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública de Haití, y financiada por el Fondo para la Consolidación de la Paz.
Renel, fue liberado de la prisión preventiva junto con otras 67 personas acusadas de otros delitos. "Los niños o chicos jóvenes deberían estar en la escuela, no en la cárcel", dijo.
Sylvie participa en un grupo apoyado por el Fondo para la Consolidación de la Paz en el vecindario de Martissant, afectado por las bandas, en el cual se trata de prevenir y resolver disputas a nivel comunitario, centrándose en la capacitación de las mujeres y en la lucha contra la violencia sexual.
"Puede que la situación no se resuelva mañana", ella dijo, "pero tenemos la esperanza de ver cambios a largo plazo".
* Nombre cambiado para proteger la identidad.
Este artículo fue escrito inicialmente en inglés por Daniel Dickinson, Punto Focal de Comunicaciones de la Oficina del Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Haití.
Para saber más sobre el trabajo de las Naciones Unidas en Haití, visite Haiti.UN.org.