Construyendo sistemas alimentarios más sólidos para fortalecer la resiliencia y ayudar a los más vulnerables después de la COVID-19 en Senegal
Más de 2000 millones de personas carecen de acceso regular a alimentos que sean inocuos, nutritivos y en cantidades suficientes.
La productividad agrícola ha mejorado considerablemente en las últimas décadas y la producción mundial se ha vuelto suficiente para alimentar a todos. Sin embargo, nuestros sistemas alimentarios están desequilibrados. El hambre, la obesidad, la degradación ambiental, la pérdida de la agrobiodiversidad, la pérdida y el desperdicio de alimentos y la falta de seguridad para los trabajadores de la cadena alimentaria son solo algunos de los problemas que demuestran este desequilibrio.
Más de 2000 millones de personas carecen de acceso regular a alimentos inocuos, nutritivos y suficientes. Según el Informe mundial sobre crisis alimentarias 2020, 135 millones de personas en 55 países y territorios se enfrentan a inseguridad alimentaria aguda y necesitan, con caracter de emergencia, asistencia alimentaria, nutricional y de medios de vida [subsistencia].
Los datos publicados en el Informe mundial sobre las crisis alimentarias 2020, anteriormente mencionado, son el resultado de una evaluación conjunta y consensuada, de la inseguridad alimentaria aguda en todo el mundo, realizada por 16 organizaciones, incluida la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Como parte de los esfuerzos necesarios para proporcionar, a todos y todas, alimentos saludables, asequibles y sostenibles, y permitir que los trabajadores del sistema alimentario tengan medios de vida dignos, el Día Mundial de la Alimentación 2020 pidió la creación de sistemas alimentarios más resistentes y sólidos.
Celebrada este año bajo el lema "Cultivar, nutrir, preservar. Juntos. Nuestras acciones son nuestro futuro", la 40ª edición del Día Mundial de la Alimentación tuvo como objetivo crear conciencia sobre cómo todos tienen un papel que desempeñar en la transformación de nuestros sistemas alimentarios cambiando la forma en que nos relacionamos con los alimentos desde la produccción, el procesamiento, el consumo y la gestión de desperdicios.
Aproximadamente el 14 por ciento de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde cada año antes de llegar al mercado mayorista. Más de 3 mil millones de personas en el mundo no tienen acceso a Internet y la mayoría de estas personas viven en áreas rurales y remotas. Los pequeños agricultores necesitan un mejor acceso a la financiación, la formación, la innovación y la tecnología para mejorar sus medios de vida.
Se espera que la población mundial llegue a casi 10 mil millones de personas para 2050, lo que aumentará significativamente la demanda de alimentos. El aumento constante del hambre desde 2014, después de una década de progreso, indica que es necesario acelerar y ampliar las acciones para fortalecer la resiliencia y adaptabilidad de los sistemas alimentarios y los medios de vida.
Juntos en la acción para garantizar el acceso a alimentos para todos
El Día Mundial de la Alimentación 2020, que marcó el 75 aniversario de la FAO, se celebró en un contexto bastante excepcional, en el cual el mundo entero está lidiando con el impacto de la pandemia de COVID-19.
En esta ocasión, varias agencias de la ONU, entre ellas la FAO, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtieron que la pandemia no solo ha provocado una dramática pérdida de vidas humanas, pero también constituye un desafío sin precedentes para la salud pública, los sistemas alimentarios y el empleo. Este día fue, por tanto, también un llamado a la solidaridad mundial para ayudar a los más vulnerables a recuperarse de la crisis.
A medida que los países comienzan a desarrollar e implementar planes de recuperación ante COVID-19, la FAO pide cooperación para garantizar que el impacto de COVID-19 en la seguridad alimentaria y los medios de vida agrícolas se aborde a través de soluciones innovadoras.
Preservar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos es, y seguirá siendo, una parte esencial de la respuesta al COVID-19, especialmente para los más pobres y vulnerables del mundo, quienes son los más afectados por la pandemia y las crisis económicas resultantes.
Con el fin de preservar los recursos naturales y el clima del planeta y proteger nuestra salud, la FAO promueve mejores sistemas de protección social y aboga por el uso de las nuevas oportunidades que brindan la digitalización y el comercio electrónico, y prácticas agrícolas más sostenibles. Sin embargo, ninguna acción puede ser transformadora si no es colectiva o inclusiva.
Los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil deben garantizar que nuestros sistemas alimentarios puedan producir una variedad de nutrientes para alimentar a una población en crecimiento y al mismo tiempo preservar el planeta.
El 16 de octubre de 2020, el Gobierno de Senegal, a través de su Ministerio de Agricultura y Equipamiento Rural, y la FAO celebraron la ceremonia oficial del Día Mundial de la Alimentación en la esfera ministerial Diamniadio en Dakar, bajo la presidencia del Ministro de Agricultura y Equipamiento Rural, Moussa Baldé. El día anterior,15 de octubre, se realizó una conferencia científica a través de videoconferencia para discutir temas alimentarios y destacar diversas iniciativas implementadas por el gobierno, asociados técnicos y financieros, el sector privado, la sociedad civil, organizaciones de productores y más, para construir sistemas alimentarios sostenibles.
Producido por la ONU en Senegal. Escrito por Yacine Cissé. Este artículo se publicó originalmente en francés en el sitio web de la ONU en Senegal el 16 de octubre de 2020. Para obtener más información sobre el trabajo que se está realizando en el país, visite: https://senegal.un.org/.