Construyendo un futuro más prometedor y libre de violencia para mujeres y niñas
A nivel mundial, una de cada tres mujeres experimenta alguna forma de violencia física o sexual en su vida. Incluso antes de COVID-19, la violencia contra las mujeres era una de los tipos de violaciones más generalizados en lo relativo a los derechos humanos, con casi el 18% de las mujeres y niñas experimentando violencia física o sexual por parte de su pareja íntima durante un período de 12 meses. Desde la pandemia, la violencia contra la mujer se ha intensificado.
Durante los 16 Días de activismo contra la violencia de género, con ONU Mujeres a la cabeza, las entidades y asociados de la ONU están pidiendo a los gobiernos que tomen medidas y: Financiar, responder, prevenir, recopilar. En reconocimiento a los 16 Días, aplaudimos los esfuerzos de los equipos de las Naciones Unidas en los países de todo el mundo, que ayudan en la lucha contra todas las formas de violencia de género.
Esta colección de historias muestra parte del trabajo del equipo para proteger la salud, la seguridad y la protección de mujeres y niñas en todo el mundo.
Bosnia y Herzegovina: Resiliencia e impacto positivo del trabajo diario en medio de COVID-19
Las Naciones Unidas en Bosnia y Herzegovina han estado compilando una serie de relatos personales que destacan el trabajo extraordinario de personas particulares durante la respuesta y recuperación de la COVID-19.
Desde cómo asegurar que las personas sigan las pautas básicas de higiene hasta cómo brindar espacios seguros para que los/las niños/as se mantengan activos; descubra (a continuación) cómo estos particulares han llevado su trabajo al siguiente nivel para garantizar que las personas —especialmente mujeres y niñas— a las que sirven se mantengan saludables y seguras durante la pandemia de COVID-19. Estos breves extractos brindan un vistazo al trabajo de una activista que lucha contra la trata de personas, un bibliotecario y trabajadores en los centros de recepción.
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Alguien con quien hablar: En Kenya, una línea directa para mujeres—y hombres—en situación de crisis
Un teléfono suena en una oficina de Nairobi. El teléfono está conectado al número 1195, la línea de ayuda nacional para casos de violencia de género.
La línea directa apoyada por ONU Mujeres y el UNFPA está atendida las 24 horas del día por consejeros/as capacitados/as que permanecen en la línea con las personas que llaman hasta que llega la ayuda, la misma puede ser en forma de atención policial, una ambulancia, una persona anciana de la propia aldea, o un/una oficial de protección infantil. Los/ Las consejeros/as se encargan de la atención médica, la seguridad y la asistencia legal. También pasan largas horas en el teléfono, brindando apoyo psicosocial a las personas que lo necesitan.
La COVID-19 ha agravado la situación: “Las mujeres han sido violentadas como nunca antes”, dice Fanis Lisiagali, quien dirige la línea de ayuda 1195.
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Contra el feminicidio en Argentina
Natalia Bandiera fue asesinada recientemente por su pareja, quien le disparó cuatro veces a corta distancia y luego se encerró en su casa. Una semana antes, Natalia había informado que era víctima de violencia de género y había pedido ayuda. Denunciar la violencia y el abuso es clave para garantizar una respuesta oportuna y efectiva, sin embargo, el sistema tiene debilidades significativas y, en el caso de Natalia y muchos otros, resultó ser insuficiente para protegerla.
El Coordinador Residente de la ONU en Argentina, Roberto Valent, destaca los esfuerzos que se están realizando en el país sudamericano para reducir la tasa de feminicidios o asesinatos de mujeres.
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Uso de tecnología para ayudar a refugiados sirios vulnerables durante el confinamiento por COVID-19
En muchas partes del mundo, el mayor aislamiento, el estrés financiero añadido y la ansiedad causados por la pandemia y los confinamientos, han exacerbado problemas existentes como la violencia de género. Desde que comenzó el brote de COVID-19, cuatro miembros del personal de campo de ONU Mujeres han estado al frente de la prevención, realizando de manera proactiva a veces más de 100 llamadas diarias para brindar información, asesoramiento y apoyo psicosocial a las mujeres refugiadas sirias vulnerables en los campamentos, vía teléfono y WhatsApp.
“Al principio, fui escéptica sobre estos grupos de mensajes”, admite Ghosoun Mohammed Daeef, refugiada siria de 27 años inscrita en el Centro Oasis de ONU Mujeres en el campo de refugiados de Azraq. “Entonces, me di cuenta de la importancia de esa información, y comencé a difundir los mensajes con mis propios amigos y vecinos dentro del campamento”, dice.
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Mujeres liderando la consolidación de la paz en Papua Nueva Guinea
En 2012, Janet Koriama dirigió a otras mujeres a establecer un movimiento para que las mujeres estuvieran representadas en los consejos locales de Hela. Ocho años más tarde, el Consejo Provincial de Mujeres de Hela [HPCW, en inglés] logró que una mujer se sentara en cada consejo de distrito de Hela. La Organización brinda tutoría a estos/as líderes y está uniendo a las mujeres en contra de las luchas tribales en la provincia. Janet explica que el lema de las mujeres se ha convertido en “Kill me before killing her” ("Mátame antes de matarla", en español), una referencia a las represalias asociadas a los actos de violencia de un/una hijo/a hacia otras madres.
“Comenzamos con nuestras propias contribuciones”, dice Janet. "En Hela, vemos que esta forma es mejor que esperar apoyo externo".