En Belice, los jóvenes están ayudando a eliminar la violencia intrafamiliar una familia a la vez
DISTRITO DE TOLEDO, Belice - Para Christa Salam, de 19 años, ser líder defensora de los jóvenes es el papel soñado. En su ciudad natal de Jacintoville, al sur de Belice, Christa dirige un grupo de jóvenes de 10 niños y niñas, con el objetivo de compartir su pasión por su comunidad y el medio ambiente con la siguiente generación.
“Me encantan estar rodeada de niños y niñas”, dice Christa. “Sus sonrisas simplemente te iluminan y con este [grupo], les enseño a cuidar el medio ambiente, sobre sus derechos y la familia”.
Christa forma parte de un programa—apoyado por la Iniciativa Spotlight y el Instituto de Toledo para el Desarrollo y el Medio Ambiente (Toledo Institute for Development and the Environment, TIDE, en inglés)—que combina el aprendizaje sobre los derechos de los niños y niñas y la violencia familiar con el cuidado del medio ambiente y la comunidad. El programa aborda la violencia familiar y de género recurriendo a grupos de jóvenes de la comunidad para la divulgación y la educación.
Christa nombró a su club juvenil "J-roots", en referencia tanto a la comunidad donde vive como al trabajo medioambiental que realizan.
Una estrella de la comunidad
En comunidades como la de Christa, los hombres suelen ser considerados los jefes de familia, y las niñas y las mujeres suelen tener poco acceso a educación o trabajo remunerado fuera del hogar.
Cuando el padre de Christa falleció siendo ella aún joven, la madre de Christa cumplió la promesa que le hizo de que los siete hijos de la familia terminarían la escuela – incluyendo a Christa y a sus cuatro hermanas.
Aunque Christa tuvo que tomarse un descanso de la escuela debido a problemas financieros, recientemente regresó y actualmente está cursando la universidad, estudiando gestión de recursos naturales en la Universidad de Belice.
“Mi padre era conocido en nuestra comunidad como 'Chachim', que significa 'estrella' en nuestra lengua maya”, dice, con la voz entrecortada. “Sé que me está observando y sé que estoy haciendo que mi padre y mi madre se sientan orgullosos”.
Ella hace honor a la pasión de su padre por la educación ayudando a las niñas y niños de su grupo en su propio aprendizaje. Ayuda a los niños y niñas en edad preescolar con la motricidad y la escritura, y apoya a los pequeños de 6 a 10 años con las tareas escolares. Esto es especialmente crítico durante la pandemia, cuando muchos niños y niñas están tratando de navegar por el aprendizaje a distancia desde casa y no tienen padres, madres o representantes que puedan ayudarles.
A pesar de las limitaciones para las reuniones sociales debido a la COVID-19, Christa también organiza la educación sobre la violencia familiar. Recluta a las familias a través de su trabajo medioambiental, que incluye juegos y actividades de limpieza, e incluso va de casa en casa con el permiso de los líderes del pueblo para hacer llegar el mensaje sobre la violencia al mayor número de personas posible.
Antes del programa, ella tenía un conocimiento limitado de lo que constituía la violencia familiar, pero rápidamente reconoció que era un problema en su comunidad y en las comunidades vecinas. A pesar de la prevalencia de la violencia, ella ya puede ver un cambio positivo. Dice que uno de los miembros del club fue capaz de identificar que la violencia familiar se producía en su casa y ha empezado a hablar con su madre sobre lo que aprendió en las sesiones de Christa.
El impacto colectivo de la divulgación
“Christa es muy responsable, muestra liderazgo y está dispuesta a transmitir sus conocimientos a los demás”, dijo Federico Cal, coordinador de educación de TIDE. También añadió que Christa es una de las 12 jóvenes líderes que trabajan directamente con él y que colaboran en el programa.
Para él, la colaboración con la Iniciativa Spotlight—con el UNDP, UNICEF y UNFPA como asociados en la ejecución—le ha permitido ampliar el alcance del trabajo de TIDE. “Antes tenía ocho comunidades con las que trabajaba, pero ahora las he duplicado a 17. Diecisiete clubes en 17 comunidades; mi objetivo es llegar a las 24 comunidades del distrito de Toledo”, dijo.
El Sr. Cal añadió que la financiación, los kits educativos, los juegos, los paquetes deportivos y los kits de salud y saneamiento recibidos a través de la Iniciativa Spotlight han permitido a los clubes involucrar positivamente a más de 250 niños, niñas y jóvenes de forma directa.
“El programa es una adición positiva al trabajo, especialmente durante esta época de la COVID-19 en la que los niños y niñas están fuera de la escuela y se encuentran inmersos en el aprendizaje a distancia”, dice el Sr. Cal. "Tenemos [tantos] jóvenes que quieren desarrollar sus habilidades de liderazgo, aman a sus comunidades y aman este trabajo”.
Este artículo se publicó originalmente en inglés en el sitio web de la Iniciativa Spotlight. La Iniciativa Spotlight es una iniciativa mundial de las Naciones Unidas que ha recibido el apoyo de la Unión Europea. Su objetivo es eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Para más información sobre el trabajo de las Naciones Unidas en Belice, visite: Belize.UN.org.