Escuela a distancia, en las estepas: Niños y niñas continúan aprendiendo desde casa, en las zonas rurales de Mongolia
“Tengo 20 estudiantes en mi clase, y 13 de ellos son de familias de pastores”, dijo Byamba, maestra de quinto grado en un condado remoto de Mongolia, ubicado a más de 1000 km de la capital.
Este es un país enorme, donde los pastores nómadas se dispersan por estepas y montañas, pastando a sus animales. Muchos niños y niñas pastores asisten a internadoss, ubicados en zonas remotas.
Cuando COVID-19 golpeó a Mongolia en enero de 2020, todas las escuelas del país estaban cerradas, lo que envió a 900.000 niños y niñas al aprendizaje remoto. Las clases sobre temas como el idioma mongol, las matemáticas y la ciencia se transmitieron en los canales de televisión nacionales. Los diferentes canales se orientaron a diferentes grupos de edad. Posteriormente, las clases también estuvieron disponibles en línea.
Pero era más difícil para algunos niños y niñas mantenerse al día que para otros y otras.
“No es fácil para los niños y las niñas pastores seguir el ritmo de las tele-lecciones mientras están fuera de la escuela”, dice Byamba, la maestra. Ella explica que muchos niños y niñas pastores viajan largas distancias con su familia y ganado durante el duro invierno.
Las escuelas reabrieron en septiembre de 2020, solo para cerrar nuevamente dos meses después cuando hubo un brote local. A medida que pasaban los meses, más y más estudiantes se estaban retrasando en sus clases.
Si bien las familias de pastores utilizan cada vez más paneles solares o pequeños generadores para producir electricidad, no son una fuente confiable de energía. Las herramientas eléctricas no significaban tele-lecciones (lecciones transmitidas por televisión). Para algunas de estas familias, el acceso a Internet es un lujo.

Sin oportunidades para algunos niños y niñas
Hubo otras deficiencias en las tele-lecciones para algunas familias. Un estudio reciente dirigido por UNICEF que el cinco por ciento de los niños y niñas, y padres, madres y representantes encuestados no tenían televisión o dispositivo electrónico para acceder a las lecciones; el dieciséis por ciento de los niños y niñas no asistía a las lecciones por televisión, incluso cuando tenían dispositivos para usar. Entre los que más carecían de acceso se encontraban los niños y alas niñas de familias de pastores de bajos ingresos, cuyos padres, masdres y representantes trabajaban y no podían supervisar su educación.
Otras quejas también surgieron, como por ejemplo que la enseñanza por televisión es unidireccional y los contenidos no son interesantes para los jóvenes. Además, las lecciones no satisfacían las necesidades de los niños y las niñas con necesidades especiales o de las minorías étnicas.
Para abordar estas preocupaciones, las Naciones Unidas trabajaron con el Ministerio de Educación y Ciencia para mejorar los recursos educativos en línea con modelos más interactivos y accesibles.
Un proyecto conjunto de UNICEF, UNFPA y UNESCO abordó las necesidades inmediatas de proporcionar aprendizaje electrónico, mejorar el desarrollo de contenido electrónico de las materias básicas del plan de estudios, incluida la educación para la salud, y mejorar la política educativa en Mongolia, adaptada al aprendizaje remoto y en línea.
UNICEF ayudó a crear contenidos de aprendizaje electrónico de alta calidad e introdujo tecnologías para el aprendizaje electrónico. Como resultado, los niños y las niñas de preprimaria y primaria ahora tienen acceso a lecciones electrónicas con dibujos animados, que se duplican, a manera de actividad destinada a enseñar sobre resolución de problemas. Después de las lecciones, los niños y las niñas pueden realizar cuestionarios o realizar otros trabajos interactivos.
“La mayoría de los niños y las niñas en el campo no veían las lecciones en la televisión, pero usaban teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos”, dice Alex Heikens, representante de UNICEF en Mongolia. “Eso marca una gran diferencia en la forma en que presenta el contenido”.
Jugando mientras aprender
“Mi hijo tiene una forma de autismo y no le fue fácil seguir las lecciones de televisión”, dice T. Odtsetseg, madre de un niño de tercer grado. “Sin embargo, las lecciones de la plataforma de aprendizaje electrónico le facilitan mucho la comprensión de los temas y el trabajo de forma independiente”.
Otra madre hace eco de ese sentimiento. “Mi hijo se emociona cuando lo llamo para que tome sus lecciones en línea”, dice B. Uyanga, madre de un niño en edad preescolar de 4 años. “A él le gustó especialmente la actividad en la que hicimos aviones de papel. Los niños en edad preescolar sienten que están jugando mientras aprenden”.
Los educadores también están a bordo. “Mis estudiantes están más interesados en el nuevo contenido”, dice una maestra, la Sra. Javzandolgor.
El proyecto conjunto de la ONU ya ha creado 86 de las 104 lecciones planificadas y las ha puesto a disposición del público en la plataforma de contenido digital EContent. El resto de las lecciones se completarán pronto. Desde su lanzamiento el 25 de noviembre, las lecciones han obtenido más de 100.000 páginas vistas.
UNICEF está trabajando ahora para que los contenidos educativos estén aún más ampliamente disponibles. Los desarrolladores de contenido están trabajando para crear lecciones de audio, y las familias que no tienen dispositivos para escuchar también recibirán radios.
El proyecto también buscaba hacer que el aprendizaje a distancia fuera accesible para niños y niñas con discapacidades y niños y niñas de minorías étnicas en pro de que recibieran la lección en su lengua materna. Los niños y las niñas kazajos y tuvas ahora pueden recibir lecciones en sus idiomas étnicos, mientras que todos los contenidos se apoyan en el lenguaje de signos. Mientras tanto, la UNESCO está trabajando con las autoridades de Mongolia para aprovechar el potencial de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) para garantizar oportunidades de aprendizaje equitativas e inclusivas para todos.
Más allá de la pandemia
“Nuestro objetivo es asegurarnos de que nadie se quede fuera”, dice Kaori Ishikawa, Jefa de Oficina del UNFPA en Mongolia, que también apoya la educación sobre salud y sexualidad a través de la plataforma de aprendizaje electrónico.
“Las Naciones Unidas están apoyando a Mongolia en su lucha contra el COVID-19”, dice Tapan Mishra, Coordinador Residente de la ONU para Mongolia. “Esta iniciativa podría servir como catalizador de nuevas innovaciones en el sector de la educación en Mongolia, durante la pandemia y más allá”.
Escrito por Soyolmaa Dolgor, Oficial de Comunicaciones y Difusión, Oficina del Coordinadora Residente de las Naciones Unidas, y editado por Paul VanDeCarr, Oficina de Coordinación del Desarrollo. Para obtener más información sobre el trabajo del equipo de las Naciones Unidas en Mongolia, visite: https://mongolia.un.org/.