Expertos: La política de drogas necesita un enfoque basado en los derechos humanos
Haryati Jonet, conocida como Yatie, consume drogas desde que era adolescente.
A los 15 años la echaron de su casa. Embarazada y sola, empezó a consumir drogas.
“Mi primer contacto con las drogas fue a los 15 años. Estuve metida en las drogas de forma problemática durante 20 años”, dice Jonet, que ahora tiene 46 años.
Jonet es miembro de la Red Internacional de Consumidores de Drogas (International Network of People who use drugs, INPUD, en inglés), una ONG mundial que trabaja para promover la salud y defender los derechos de los consumidores de drogas.
Apareció en un vídeo presentado durante un acto paralelo a la 64ª sesión de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (disponible en inglés). El acto se centró en las razones por las que las personas deben estar en el centro de cualquier política de despenalización de los consumidores de drogas.
La despenalización de las drogas: ¿Progreso o trampa política? (Drug Decriminalisation: Progress or Political Red Herring?, en inglés) de la Red Internacional de Personas que Usan Drogas, afirma que los individuos y las organizaciones comunitarias también deben participar en todas las etapas del proceso de reforma de las drogas.
“Todos los modelos políticos de despenalización deben despenalizar completamente a las personas que consumen drogas – al aliminar todas las sanciones administrativas, incluidas la vigilancia, la coacción y el castigo por el uso y la posesión de drogas”, recomienda el informe.
Laurel Sprague, asesora especial de ONUSIDA para la movilización comunitaria, afirmó que las mujeres y los jóvenes son más vulnerables y susceptibles de acceder a los servicios sanitarios por el consumo de drogas.
“Los servicios de reducción de daños se enfrentan a barreras legislativas y financieras para llegar a sus clientes con servicios de calidad, más aún cuando se trata de mujeres y jóvenes que consumen drogas, y también de personas que usan estimulantes.
Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Informe Mundial sobre las Drogas de 2019 (World Drug Report of 2019, en inglés), 35 millones de personas sufrieron trastornos por consumo de drogas, pero solo 1 de cada 7 recibirá tratamiento. El sistema de las Naciones Unidas adoptó una política común sobre drogas, que se compromete a apoyar a los Estados en la despenalización de la posesión de drogas para uso personal.
En el vídeo de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Zaved Mahmood, asesor de derechos humanos sobre política de drogas (United Nations system common position supporting the implementation of the international drug control policy through effective inter-agency collaboration, en inglés), dijo que la detención de consumidores de drogas crea más problemas que soluciones.
“Algunos casos aumentan las violaciones de los derechos humanos relacionadas con los esfuerzos de control de drogas, entre ellos un gran número de ejecuciones extrajudiciales, torturas, desapariciones en algunos países y el uso de la pena de muerte por delitos relacionados con las drogas”, dijo.
Las personas que consumen drogas necesitan atención sanitaria y no ser detenidas, añadió.
“De esa cifra, 11 millones de personas, el 20 por ciento de la población carcelaria, se encuentran ahora detenidas por delitos relacionados con las drogas, incluso por su consumo personal, dijo Mahmood. "Por nuestra experiencia, hemos visto que la guerra contra las drogas no está dando el resultado esperado”.
Artículo publicado originalmente en Naciones Unidas, Belarús. Escrito por Victor Radivinovski, Oficial de Promoción y Comunicaciones de la Oficina del Coordinador Residente. Para más información sobre el trabajo que se realiza en Belarús, visite Belarus.UN.org. Para saber más sobre los resultados de nuestro trabajo en este ámbito y en otros, visite el Informe de la Presidenta del Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
