Formación en “STEM”, habilidades para toda la vida: Niñas y mujeres en Uzbekistán aprenden sobre tecnología y ayudan a otros

“Soy originaria de un pequeño pueblo del desierto llamado Uchkuduk”, dice Malika, de 14 años. “Y como muchas otras chicas, tomé clases de baile y canto y nunca pensé en la tecnología”, dice.
Ese es una frase común. En muchos lugares del mundo, las materias llamadas “STEM” (acrónimo de "Science, Technology, Engineering and Mathematics", en inglés)—ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM), en español—están dominadas por niños, chicos y hombres. Pero las escuelas en Uzbekistán también están tratando de involucrar más a las niñas y mujeres jóvenes.
Las cosas cambiaron para Malika cuando su familia se mudó a Tashkent, la capital. “Yo extrañaba mucho a mis amigos en casa”, dice. Pero también encontró nuevas y emocionantes oportunidades y comenzó a tomar cursos de diseño gráfico, realización de películas y otras tecnologías.
Un fin de semana, Malika vio un anuncio en el que se pedía a las chicas que participaran en algo llamado “Technovation Challenge Uzbekistan” (“Reto tecnológico de Uzbekistán”). El desafío es parte de una organización mundial sin fines de lucro llamada Technovation (cuyo nombre deriva de las palabras “tecnología” e “innovación”), que ayuda a las niñas y mujeres jóvenes (chicas) a resolver problemas del mundo real a través de la tecnología, y cuenta con el apoyo de varias agencias de las Naciones Unidas y otras organizaciones en Uzbekistán.

Malika y varias otras chicas formaron un equipo en 2019 y hablaron sobre los problemas que podrían abordar. “En mi ciudad natal", les dijo Malika a sus compañeras de equipo, “las madres y padres de muchos niños y niñas, hasta otros familiares, tuvieron que irse de Uzbekistán para encontrar trabajo”. Otras chicas tenían historias similares. Se estaban dando cuenta a escala local de lo que es una tendencia nacional: La difícil situación económica está impulsando a más y más uzbekos y uzbekas a migrar a Rusia, Europa, Asia Oriental y más allá en busca de trabajo.
“Esto resonó con nosotras”, dice Malika. “Nosotras queríamos ayudar a los migrantes a tener viajes más seguros”. Así que el equipo de Malika se reunió con personal de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para intercambiar ideas sobre cómo usar la tecnología para ayudar.
El equipo creó una aplicación móvil llamada “Plov Time”, que brinda información sobre las leyes laborales de los migrantes en diferentes países, cómo solicitar una tarjeta de migración y cómo lidiar con situaciones de emergencia, como cuando son detenidos.
“Este proyecto fue un doble beneficio”, dice Sanjarbek Toshbaev, Encargado de País de la OIM para Uzbekistán.
“Los migrantes ganan porque obtienen una aplicación realmente útil gracias a Plov Time. Y las niñas y chicas también ganan, porque se involucran en tecnología y otros temas STEM. Ambos beneficios son buenos para el país”.
Hecho con amor y con una sonrisa
Es una tarde soleada de sábado en Tashkent, y dos hermanas adolescentes, Nastarin y Sevinch, están jugando al escondite con su hermano de 8 años, Akhmadjon, en un museo local.
“Mi hermano nació con síndrome de Down”, explica Sevinch. “Hay oportunidades limitadas para la educación de la primera infancia para niños con síndrome de Down. Así que investigamos un poco. Descubrimos que muchas organizaciones utilizan el cuestionario 'Edades y etapas' para detectar el síndrome de Down y ayudar a las personas jóvenes a progresar”.
Para el Technovation Challenge de 2018, las dos hermanas y otros dos compañeros de equipo desarrollaron la aplicación para dispositivos móviles llamada “Sun Child” (hijo o hija del sol, en español), que utiliza el cuestionario para ayudar a los padres a evaluar las habilidades de un niño o una niña que nació con síndrome de Down.

“Cuando los médicos me dijeron que mi hijo Rustam nació con síndrome de Down, me quedé impactada y no supe cómo afrontarlo”, dice Aziza Karimova, coordinadora de atención familiar de Umnichka, una organización no gubernamental educativa. “Ojalá hubiera tenido una herramienta como Sun Child. Creo que esta aplicación realmente puede ayudar a todos, madres, padres y representantes y a los niños y las niñas a comenzar su propia trayectoria de desarrollo".
Inspirado por el Technovation Challenge, Nastarin continuó explorando nuevas oportunidades en el sector tecnológico. Ella y algunos amigos recibieron un premio tecnológico en Corea del Sur en 2019, cuando presentaron una aplicación que ayuda a incluir en las aulas regulares a niños y niñas que viven con discapacidades. Su hermana Sevinch es ahora estudiante en la Universidad Inha, en Tashkent, la cual se especializa en tecnología y negocios.
“Este programa proporciona un catalizador importante para que más niñas y mujeres jóvenes ingresen a STEM”, dice Helena Fraser, Coordinadora Residente de la ONU en Uzbekistán.
“Aprenden habilidades que les durarán toda la vida. Todo lo que se necesita es un poco de apoyo y aliento. Y al brindar ese apoyo, abordamos las desigualdades e innovamos para el cambio”.
Progreso para las familias significa progreso para Uzbekistán
Desde su lanzamiento en 2017, Technovation Challenge ha respaldado a más de 500 programadores jóvenes en Uzbekistán, todos ellos se identifican como niñas y/o mujeres jóvenes, y se ha centrado en temas como la educación, la salud y la pobreza. Las niñas y mujeres jóvenes recibieron mentoría y apoyo publicitario, brindados por parte de varias agencias de la ONU, incluyendo la OIM, UNICEF, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
Proyectos como el Technovation Challenge han despertado un creciente interés en los temas relativos a STEM entre niñas, chicas y mujeres. Por ejemplo, como asociada académico del Technovation Challenge, la Universidad Inha en Tashkent, ha visto un drástico aumento en el número de estudiantes mujeres—del 8% en 2016 al 35% en 2018, y esta cifra sigue aumentando. Ese progreso está en consonancia con el objetivo nacional de Uzbekistán de lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas.
“El Technovation Challenge me ayudó a tener más confianza, mejorar mis habilidades para hablar en público y trabajar en equipo”, dice Malika. “Ahora mi sueño es crear algo genial que ayude a tantas personas como sea posible”.
Malika mira su reloj. Tiene que ir corriendo a su clase de codificación en la Universidad de Inha.
“Soy una chica”, dice con seguridad. “¿Quién dice que yo no puedo hacerlo?”
Producido por ONU Uzbekistán. Historia de Anvar Meliboev, Oficial de Información de la ONU, ONU Uzbekistán, con el apoyo editorial de Paul VanDeCarr, Oficina de Coordinación de Desarrollo. Para obtener más información, visite: https://uzbekistan.un.org/.