Llevar las esperanzas de una comunidad a cuestas: El viaje de una trabajadora sanitaria para distribuir vacunas en Nepal
23 noviembre 2021
Leyenda: Birma Devi Kunwar, una miembro del personal sanitario de Darchula, lleva años llevando vacunas que salvan vidas a un remoto puesto de salud, y ahora hace lo mismo con la COVID-19.
Durante los últimos cuatro años, Birma Devi Kunwar ha recorrido los caminos de las colinas del distrito de Darchula, en el remoto extremo oeste de Nepal, con una caja de vacunas a cuestas. Birma se encarga de recoger periódicamente las vacunas del almacén de vacunas de la sede del distrito de Khalanga y de llevarlas al puesto de salud de Pipalchauri, en Duhun—situado en la parte alta del distrito—, donde ella trabaja como personal de apoyo.
Hasta este año, Birma, de 32 años, había llevado una serie de vacunas vitales destinadas principalmente a la inmunización rutinaria de los niños y niñas de la aldea, algo que siguió haciendo durante la pandemia de COVID-19.
“Después de que se iniciara la vacunación con la COVID-19 en el país hace unos meses, he recorrido el mismo camino pero con estas nuevas vacunas”, dice.
Es precisamente un lote de este tipo el que Birma estaba trasladando esta mañana de principios de agosto, es decir, dosis de las vacunas monodosis contra la COVID-19, de la marca Johnson & Johnson. Se trata de una parte de las dosis de la vacuna que el Gobierno de Estados Unidos donó a Nepal a través del mecanismo COVAX. En Darchula, al igual que en otras partes del país, las vacunas se están administrando a través de centros de vacunación como Pipalchauri a grupos prioritarios designados, incluidas las personas con discapacidad.
Si bien es posible recorrer la mitad del camino hasta Duhun en un vehículo, seguido de más de una hora de caminata a través de una larga pasarela y subiendo una empinada cuesta hasta el puesto de salud—el mismo camino que hoy está tomando Birma—, ésta no siempre es una opción viable.
“Las carreteras de aquí no son fiables durante muchos meses del año, sobre todo durante el monzón”, dice Birma, explicando los obstáculos y peligros que suponen los desprendimientos de tierra que a menudo siguen a las fuertes lluvias, haciendo que las carreteras, ya de por sí estrechas y pedregosas, no sean transitables durante semanas. “Es un viaje arriesgado”.
Por ello, Birma prefiere recorrer a pie todo el tramo la mayor parte del tiempo, renunciando por completo a los viajes en vehículo, un trayecto que puede durar entre tres y cuatro horas. Aunque es sin duda la opción más agotadora de las dos, Birma dice que merece la pena. “Con las carreteras, nunca sabes lo que va a pasar”, dice. “Al menos puedes confiar en tus propios pies”.
Tras haber llevado las vacunas durante todos estos años, Birma se ha convertido en una figura fácilmente reconocible en su comunidad y, más recientemente, en un imán para las preguntas sobre las vacunas.
“La gente espera ansiosamente las vacunas, me preguntan constantemente cuándo llegarán, cuándo podrán conseguirlas, cuándo les tocará. Todo el tiempo”.
Sin embargo, las preguntas no le molestan. Birma dice que saber que está a cargo de garantizar el acceso a las vacunas para niños y niñas, y familias, quienes de otro modo serían vulnerables a una serie de enfermedades; este siempre ha sido el aspecto más gratificante de su trabajo.
Y ahora, con la pandemia, siente ese sentido de la responsabilidad de forma aún más aguda.
“Este ha sido un momento difícil para todos”, dice, hablando de su hijo adolescente, que no ha podido volver a la escuela, y de su marido, que trabaja en la India para ganar dinero para la familia. “Todos queremos que esto acabe y volver a la normalidad”.
UNICEF—junto con sus principales aliados en materia de salud—lleva mucho tiempo apoyando al Gobierno de Nepal en la evaluación, el fortalecimiento y la ampliación de la capacidad de la cadena de frío del país a nivel central, provincial, de distrito y local, incluso mediante el suministro de equipos cruciales como refrigeradores, cajas frigoríficas para vacunas y transportadores, así como mediante el apoyo técnico y logístico necesario. La cadena de frío es clave para garantizar el transporte y la entrega seguros y eficaces de las vacunas a lo largo de las diferentes etapas de su viaje, para que lleguen a los brazos de las personas que más las necesitan.
Las vacunas contra la COVID-19 entregadas por el mecanismo COVAX, una asociación entre CEPI, Gavi, UNICEF y la OMS, contribuyen a los esfuerzos del Gobierno de Nepal para vacunar a algunas de las personas más vulnerables en todo el país.