Más de 3 millones de personas afectadas por la 'peor sequía en 40 años' en la región somalí de Etiopía
En marzo de este año, Zeineba, de 60 años, de la región somalí de Etiopía, se vio obligada a tomar una difícil decisión: dejar atrás su vecindario y trasladarse a otra aldea para salvar su vida y la de su familia.
La grave sequía ha impactado en la vida de más de tres millones de personas en la región de Somalia. Mujeres como Zeineba han perdido sus medios de vida y se han visto obligadas a trasladarse a lugares donde puedan recibir ayuda humanitaria de la población local, el gobierno y las organizaciones humanitarias.
Al igual que en otras áreas de pastoreo, el ganado es esencial para el sustento de la gran mayoría de los habitantes de la región de Somalia. Los ingresos generados a través de las ventas en los mercados locales son un medio clave de supervivencia.
“Mi ganado pereció por falta de agua y pastos, y ya no pudo sobrevivir a la dura sequía. Es doloroso”, se lamentó Zeineba.
A medida que la situación empeoraba, Zeineba, madre de siete hijos, inició el arduo viaje a pie con todos sus niños y niñas. Después de varios días consiguió llegar al sitio humanitario de Higlo para los desplazados internos.
La situación humanitaria se ha deteriorado en 10 zonas de la región tras tres temporadas de lluvias consecutivas por debajo de la media en 2020 y 2021, afectando a unos 3,5 millones de personas (el 55% de la población de la región). Según el Plan de Respuesta a la Sequía del Gobierno Regional, más de 3,1 millones de personas se enfrentan a la escasez de alimentos debido a la sequía actual.

“Esta es la peor sequía de los últimos cuarenta años”, afirma el presidente de la región de Somalia, Mustafe Mohammed Omer.
“El gobierno respondió a tiempo al impacto inmediato de la sequía proporcionando ayuda humanitaria. También seguiremos trabajando asiduamente para mitigar el efecto de la sequía en la población. Pero la situación es grave. Responder a las crecientes necesidades requiere enormes recursos. Destinar todos los recursos de la región a la respuesta a la sequía también desbaratará las iniciativas de desarrollo a gran escala que están en cursor, las cuales tienen efectos transformadores y a largo plazo para nuestras comunidades”, explicó.
La sequía ha aumentado considerablemente las necesidades humanitarias en toda la región y ha provocado un número creciente de desplazados internos como Zeineba.
Según la actualización de la situación de la sequía y la respuesta a la misma, publicada recientemente por la Oficina del Presidente de Somalia, se estima que un millón de cabezas de ganado han muerto en 10 zonas afectadas por la sequía. Se espera que perezcan más en la próxima temporada de lluvias debido al aumento previsto de las enfermedades. El ganado de toda la región se encuentra en mal estado sanitario. Se necesitan urgentemente campañas de vacunación y alimentación del ganado para salvar el núcleo del ganado de cría.
Las Naciones Unidas, junto con las ONG internacionales y locales sobre el terreno, están apoyando a las familias afectadas por la sequía proporcionándoles alimentos, agua, nutrición, refugio y otras necesidades no alimentarias. Las Naciones Unidas también están apoyando los esfuerzos del Gobierno y de las comunidades a largo plazo para crear resiliencia en la región y ayudar a mitigar y prevenir la gravedad y los impactos de futuras sequías.
A finales del mes pasado, el equipo humanitario de Etiopía, dirigido por la Coordinadora Residente y Humanitaria de la ONU, la Dr. Catherine Sozi, realizó una visita sobre el terreno a Shabelle, una de las 11 zonas de la región de Somalia que ha sufrido la sequía.

En coordinación con el Presidente de la región de Somalia, las autoridades regionales y locales y otros organismos de las Naciones Unidas, como la FAO, UNICEF, PMA y la OMS, el equipo de las Naciones Unidas en el país proporcionó ayuda humanitaria esencial en la zona de Shebelle y también identificó otros problemas clave a los que se enfrenta la región.
Con la proximidad de la temporada de lluvias, las inundaciones suponen otro grave riesgo para comunidades como la de Zeineba, que ya se han visto afectadas por la sequía. Se necesitan más mecanismos de financiación para hacer frente a estos retos crecientes y para apoyar a las poblaciones afectadas, incluidos los desplazados internos y las comunidades de acogida.
Zeineba no sabe cuándo volverá a su pueblo y cómo podrá recuperar su ganado. Al igual que otras personas que han tenido que abandonar sus hogares, el futuro de Zeineba sigue siendo incierto.
Mientras la sequía persiste, las Naciones Unidas trabajan para mejorar su coordinación con los asociados sobre el terreno y ampliar su respuesta a la grave situación humanitaria.
Este artículo ha sido escrito por Getachew Dibaba, Coordinador Asociado de Desarrollo de las Naciones Unidas en Etiopía y fue publicado originalmente en Noticias ONU. Apoyo editorial proporcionado por la Oficina de Coordinación del Desarrollo.
















