Materializar sueños en farmas de productos lácteos: Llevar las competencias agrícolas al valle de la Bekaa del Líbano

Anwar Nour Al Ammouri tuvo una idea empresarial para ayudar a su familia a llegar a fin de mes en su ciudad natal de Nassryet, en el valle de la Bekaa, Líbano, donde se concentra gran parte de la producción agrícola del país. Pero hacer realidad su sueño de establecer una pequeña granja lechera parecía difícil.
Al Ammouri supo que la OIT y su asociado en la ejecución, la Fundación AVSI , en colaboración con el Ministerio de Agricultura, impartirían un curso de formación basado en competencias. El curso estaba financiado por el Programa PROSPECTS , una alianza mundial de cuatro años de duración que apoya a las comunidades de acogida y a las poblaciones desplazadas en ocho países de África Oriental y Septentrional y de los Estados Árabes. Esta alianza conjunta, que cuenta con el apoyo de la OIT, el Gobierno de los Países Bajos, la Corporación Financiera Internacional, el Banco Mundial, ACNUR y UNICEF, se centra en tres pilares fundamentales: educación, empleo y protección.
Al Ammouri decidió inscribirse con la esperanza de adquirir los conocimientos necesarios para convertirse en ganadera, específicamente, productora de lácteos.
"Me enteré por mi familia aquí, en el pueblo de Nassryet, de un curso de formación en ganadería lechera. Me encantó la idea, porque ya estaba pensando en comprar vacas y empezar a producir leche yo misma", dijo Al Ammouri. "La leche se ha vuelto muy cara, y pensé: '¿por qué no comprar vacas y establecer mi propio negocio?".

A Al Ammouri se juntó con otros aprendices de la zona para asistir a un programa de 10 semanas sobre instrucción práctica y teórica. Luego, todos se inscribieron para realizar unas prácticas, formación en el empleo (on-the-job training, OJT, en inglés), con propietarios de empresas del sector privado, en explotaciones ganaderas lecheras locales o en empresas de maquinaria agrícola.
Abdullah Mohammed Tarshishi, recién graduado de la escuela secundaria, fue otro de los que completó el curso que también abarcaba la reparación y el mantenimiento de maquinaria agrícola.
“Durante las diez semanas que duró el curso, aprendimos a arreglar la maquinaria agrícola, a limpiar los equipos y a identificar los problemas mecánicos y solucionarlos rápidamente,” explica.
Un total de 103 alumnos libaneses y sirios se graduaron en la formación tras ser seleccionados en función de su experiencia agrícola y su trayectoria vital.
“El objetivo de este programa de formación era mejorar las cualificaciones de los que ya trabajaban en estos campos, enseñar a los que eran nuevos en el sector, y capacitar a los que eran nuevos en el mercado laboral”, dijo el responsable nacional de competencias de OIT PROSPECTS, Nassim Njeim.
Antes del curso, ILO PROSPECTS llevó a cabo un programa de formación de formadores para los profesores. Se trataba de tutores que ya trabajaban con el Ministerio de Agricultura que conocieron el nuevo modelo de formación y sus objetivos fundamentales. De este modo, el Ministerio podrá aplicar el curso de formación en las escuelas agrícolas locales en el futuro.
Amal Mohammed Omar Zakkan es una trabajadora agrícola de Siria que participó en el curso y ahora está empleada en una granja de Nassryet.
“Aprendimos muchas cosas: cómo tratar a una vaca si se le inflama la ubre, entender por qué una vaca no come, cómo medir su temperatura y cómo curarla. La experiencia en en el puesto de trabajo en la granja fue mejor, ya que pudimos ver las cosas con nuestros propios ojos y aprenderlas en la práctica, no sólo con palabras”.

Hussein Abdel Al Hossi, otro aprendiz de Siria, estuvo de acuerdo. Lleva siete años trabajando en la misma granja local, después de abandonar su país natal que lleva once años en guerra y encontrar refugio en el Líbano. Hassein sueña ahora con empezar su propio negocio tras la nueva formación.
“Los temas que más he aprendido durante el curso son la desinfección y la limpieza, y cuánto deben comer las vacas y sus terneros. Utilizaré esta nueva información en la granja en la que trabajo actualmente y en mi propia granja en el futuro, si Dios quiere.”
El propietario de la granja local, Ali Melhem Tarshishi, también opinó que los trabajadores de su granja adquirieron importantes conocimientos gracias a la formación.
“Nuestros trabajadores que hicieron la formación aprendieron muchas cosas que no conocían antes, o que no les habíamos enseñado correctamente, especialmente en lo que se refiere a la fase final del proceso de ordeño, cómo manejar la vaca y el ternero y cómo curarlos en caso de enfermedades”, dijo Ali Tarshishi.
El aprendiz Abdullah Mohammed Tarshishi dijo que el programa le hizo ser optimista sobre el futuro, a pesar de la grave crisis económica que atraviesa el país.

“Esta formación cambió mis ideas sobre el futuro. Gané experiencia en un nuevo sector, no sólo en el agrícola, sino también en el mecánico”, dice Tarshishi. “Aprendí a utilizar máquinas diesel, tractores y equipos agrícolas en general. Esto es muy útil en medio de esta crisis, ya que abre múltiples puertas laborales”.
Anwar Nour Al Ammouri estaba claramente orgullosa de recibir su certificado final cuando asistió a la ceremonia de graduación con su marido y su hija recién nacida. Dice que confía en que la materialización de su sueño de establecer un negocio de productos lácteos está dentro de su alcance.
“Ahora voy a comprar dos vacas y establecer una pequeña granja”, dijo. “Mi marido fue mi apoyo fundamental. Fue él quien se quedó en casa con los niños la mayor parte del tiempo mientras yo asistía a las clases. No habría sido posible sin su apoyo”.
Nota publicada anteriormente en español por la OIT en el Líbano. Apoyo editorial y ediciones por la Oficina de Coordinación del Desarrollo (OCD) de las Naciones Unidas.
Para más información sobre el trabajo de las Naciones Unidas en el Líbano, visite: Lebanon.un.org.
















