Migración y desplazamiento en Armenia: Tres historias sobre perseverancia y pérdidas

La migración y el desplazamiento suelen expresarse a grandes rasgos y en números cuantiosos: miles de refugiados, toneladas de ayuda humanitaria, cientos de refugios. La realidad es que el desplazamiento es más bien un rompecabezas de pequeños fragmentos—recuerdos, pérdidas y trastornos.
Aproximadamente 90.000 personas, el 88% de las cuales son mujeres y niñas, se han desplazado a Armenia en el reciente recrudecimiento del conflicto de Nagorno-Karabaj, registrado entre el 27 de septiembre y el 9 de noviembre de 2020—periodo en el cual han tenido lugar los combates más intensos desde principios de la década de 1990.
A partir de mayo de 2021, 36.989 personas desplazadas seguían residiendo en Armenia en condiciones de precariedad.
Las Naciones Unidas en Armenia proporcionaron ayuda de emergencia en forma de kits de higiene, alimentos para animales y otras ayudas en medio de la pandemia de la COVID-19. Y, al igual que con otros desplazados que se han enfrentado al trauma y la incertidumbre, un paso hacia la curación de la comunidad ha sido su capacidad para recuperar sus medios de vida y generar algunos ingresos.
A continuación, algunos de los desplazados comparten sus historias personales de lucha y perseverancia.

Reiniciar un negocio desde cero
Arevik Arzumanyan y su hija Qristine Avetisyan huyeron de su casa y dejaron todas sus pertenencias y su negocio, debido al conflicto de Nagorno-Karabaj.
“Cuando llegamos a Armenia, encontramos refugio en la provincia de Gegharkunik. Pensé que era sólo por un corto período de tiempo. Ahora sé que perdimos nuestro hogar para siempre”, dice Arevik.
Tras establecerse en Gegharkunik, Arevik y Qristine se propusieron restablecer el negocio que dejaron atrás: un salón de belleza.
Pero la COVID-19 empeoró las cosas.
Ahí es donde intervino la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Armenia—la cual forma parte del equipo de las Naciones Unidas en el país para la respuesta al conflicto. La OIM proporcionó artículos básicos para el hogar y de higiene para apoyar a las familias desplazadas. Desde el reciente estallido del conflicto de Nagorno-Karabaj, la OIM en Armenia ha distribuido unos 4.000 kits de higiene en todo el país.
“Ellos [la OIM] nos libraron del 70% de la carga [de responsabilidades] que recaía sobre nuestra familia”, explica Arevik.
El dúo de madre e hija pudo finalmente volver a poner en marcha su negocio.
“Somos de las más afortunadas”, dice Arevik. "Nunca nos hemos rendido. Es un privilegio para nosotras tener este negocio cuando tanta gente tiene más dificultades [que nosotras]”.
Adaptarse a un nuevo terreno
Venera Amirkhanyan vivía en un pueblo de Nagorno-Karabaj con sus hijos mientras su marido era un trabajador migrante en Rusia. Cuando estallaron los combates, Venera envió a sus hijos menores a casa de unos parientes que vivían en la región armenia de Sisian, mientras que ella y su hija mayor se quedaron, pensando que los combates terminarían pronto. Ellas también huyeron a Armenia en noviembre del año pasado. Su marido, incapaz de romper su contrato de trabajo, se unió a ellas más tarde.
“Por desgracia, no pudimos traer la mayoría de nuestras pertenencias. Sólo pudimos traer una vaca y un cerdo, dejando atrás nuestras aves de corral”, explica Venera.
“Fue muy duro al principio–el clima en Armenia era mucho más frío, era difícil adaptarse, especialmente sin tener ningún tipo de combustible durante el invierno”, dice Venera. “El mayor reto es no tener casa y techo propios”.
Como parte de la respuesta de la ONU a la crisis de Nagorno-Karabaj en Armenia, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) apoyó a las familias desplazadas que tuvieron que dejar atrás sus animales de granja, proporcionándoles pollos, pienso para animales, equipos agrícolas o materiales para construir refugios temporales para el ganado.
Venera dice que el pienso le ayudó a mantener viva a su vaca, y permitió a su familia comprar nuevo ganado.
Ella espera que en el futuro pueda abrir una tienda. “Entonces será mucho más fácil”.

Cuando no hay tiempo suficiente
La familia de Khaltur Oseyan vivía en Nagorno-Karabaj antes de que estallaran los combates. Él, su esposa Telik y tres de sus hijos llegaron a Martuni, una ciudad de Armenia, donde tenían familiares.
Uno de los hijos de Khaltur está de servicio militar en Nagorno-Karabaj. Khaltur se preocupa por él. También le preocupa el poder mantener a su familia.
Tras garantizar la seguridad de su familia, Khaltur regresó a Nagorno-Karabaj para estar más cerca de su hijo e intentar llevar parte de su ganado a Armenia. Sólo consiguió llevar una vaca a Armenia.
“Teniendo en cuenta todos estos problemas, la ayuda de la FAO fue crucial para nosotros. Pudimos alimentar a nuestra vaca, y estamos muy agradecidos por ello”, dice Khaltur.
En el futuro, quiere volver a ampliar su ganadería y empezar a criar ganado, pero las condiciones de este año no han sido muy buenas para ello. Pero Telik tiene la esperanza de que resolverán sus problemas, paso a paso.
Se calcula que las personas que huyeron de Nagorno-Karabaj a Armenia se llevaron entre 12.000 y 55.000 vacas y entre 60.000 y 90.000 pequeños rumiantes (por ejemplo, ovejas y cabras), mientras que otros perdieron todo su ganado y aves de corral. Simplemente, no hubo tiempo suficiente.
La ONU en Armenia, en colaboración con 35 asociados humanitarios, sigue respondiendo a las necesidades humanitarias más inmediatas de los desplazados de Nagorno-Karabaj y sus alrededores. El foco de acción se centra en la educación, el refugio, la protección, la alimentación y la salud, entre otras áreas. Actualmente, la ONU en Armenia está pasando de la asistencia humanitaria al apoyo al desarrollo a largo plazo. Más información (en inglés) sobre el apoyo de la ONU a la crisis de Nagorno-Karabaj.
Este artículo fue escrito por Mariam Alikhanova, de la Oficina del Coordinador Residente de la ONU, Ani Grigoryan, de FAO en Armenia; y Anna Bisharyan, de la OIM en Armenia. El apoyo editorial fue proporcionado por Michal Shmulovich y Paul VanDeCarr, Oficina de Coordinación del Desarrollo. Para saber más sobre el trabajo de la ONU en Armenia, visite Armenia.UN.org.
Para saber más sobre los resultados de nuestro trabajo en este ámbito y en otros, lea el último informe de la presidenta del GNUDS sobre la Oficina de Coordinación del Desarrollo.