Migrantes venezolanas en el Perú amasan sueños que cruzan fronteras
Una botella de vino usada como un rodillo, así fue como la idea de la iniciativa gastronómica “Amasando Sueños” nació. El negocio fue lanzado por Ana Graciela Delgado y su pareja Kimberlys Olivar en la ciudad peruana de Tumbes.
El viaje gastronómico de la pareja comenzó cuando Ana, una exabogada que llegó a Perú desde Venezuela en 2019, decidió usar una botella de vino que había quedado después de una fiesta de Año Nuevo, para hacer unos tequeños -palitos de queso frito tradicionales de Venezuela. Tras publicar fotos de sus tequeños caseros en las redes sociales, Ana y Kimberlys pasaron de hacer solo cuatro pedidos a hornear la mayoría de los días hasta la 1 de la madrugada.
En diciembre de 2020, en plena pandemia, "Amasando Sueños" abrió oficialmente sus puertas gracias al apoyo de la ONU en Perú y sus socios.
Apoyar a generar medios de subsistencia durante la crisis
Mantener los medios de subsistencia de las poblaciones más vulnerables del país fue uno de los retos inmediatos a los que respondieron las Naciones Unidas y las autoridades nacionales del Perú cuando la crisis del COVID-19 empezó a manifestarse a principios de 2020.
Para la creciente población migrante y refugiada de Perú, que ya ha alcanzado el millón y medio de personas, el impacto de la pandemia fue especialmente grave. Consciente de ello, el Gobierno de Perú hizo una petición formal al Coordinador Residente de las Naciones Unidas para que ayudara a abordar algunas de las necesidades más acuciantes, como la vivienda, la salud, la nutrición y la educación a las que se enfrentaban las comunidades de refugiados y migrantes de todo el país.
La respuesta del equipo de la ONU en el país fue rápida y de gran alcance. Trabajando en estrecha colaboración con ACNUR, OIM y otros organismos, el Coordinador Residente hizo partícipes a los donantes internacionales de la necesidad de aumentar el apoyo a las comunidades de migrantes y refugiados de Perú. A nivel nacional, el Coordinador Residente abogó por más políticas públicas para proteger sus derechos y co-lideró la Red Humanitaria Nacional para coordinar la asistencia humanitaria y de integración junto con el Instituto Nacional de Defensa Civil.
Como resultado, la acción conjunta del equipo de las Naciones Unidas en el país dirigida a las comunidades de refugiados y migrantes en el Perú se amplió considerablemente. Ana y Kimberlys son un ejemplo de las personas que se beneficiaron de este apoyo en Tumbes.
Fomentar una comunidad de emprendedores
En 2021, junto con otras 50 personas, la pareja participó en el programa de emprendimiento para finanzas y marketing organizado conjuntamente por la OIM y la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL). Ese año, lograron conseguir un capital semilla de la OIM y Cooperazione Internazionale (COOPI) que les permitió comprar una cocina industrial, utensilios, insumos y otros implementos.
"Con este apoyo, adquirimos conocimientos para perfilar mejor nuestro negocio y crecer", recuerda Ana.
Un año después, continuaron su formación como empresarias adquiriendo una serie de herramientas prácticas, con el apoyo de ACNUR y otros socios humanitarios. Desde su creación, Amasando Sueños ha triplicado la producción diaria, con clientes corporativos y un nuevo menú que incluye aperitivos venezolanos más tradicionales.
"Amasando Sueños nos ha dado un medio de vida digno, permitiéndonos pagar el alquiler, cubrir nuestras necesidades y mantener a nuestras familias en Venezuela", explica Ana.
En la actualidad, Amasando Sueños colabora con la OIM para formar a una nueva generación de emprendedores, enseñando repostería a un grupo de otros 25 refugiados y migrantes locales. Tras el éxito de esta iniciativa inicial de formación, la OIM, UNICEF y ACNUR unieron sus fuerzas para apoyar la fundación de la Asociación de Emprendedores Unidos Venezuela-Perú (ASEMU); una asociación que ayuda a los refugiados y migrantes a integrarse en el mercado laboral y ofrece a las supervivientes de la violencia de género una herramienta fundamental para su recuperación, así como apoyo económico y emocional.
Trabajando junto con otras 14 organizaciones, ASEMU ha ayudado a fortalecer las capacidades locales de protección y gestión de la información en Tumbes y ha mejorado el diálogo con otros actores gubernamentales y no gubernamentales.
A finales de 2022, ASEMU recibió financiación del ACNUR para poner en marcha otro proyecto destinado a seguir reforzando las oportunidades de emprendimiento en Tumbes.
Aprovechar la esperanza en el futuro
Para emigrantes como Ana, estas oportunidades supusieron una fuente crucial de ingresos durante un periodo difícil y despertaron un sentimiento de esperanza en el futuro.
"Emprender no es fácil, pero se puede hacer. Si me preguntas si quiero volver a ejercer la abogacía o seguir con Amasando Sueños, te diría que Amasando Sueños es mi vida."
Aunque la fase más crítica de la pandemia haya terminado, la ONU en Perú sigue apoyando a la población refugiada y migrante del país. Por primera vez, el Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible 2022-2026 de la ONU en Perú sitúa las necesidades de los refugiados y migrantes como una prioridad central y transversal. Junto con socios de todo el equipo de la ONU en el país, el Coordinador Residente está trabajando para integrar estos esfuerzos y garantizar que nadie se quede atrás.
Para saber más sobre el trabajo de la ONU en Perú visite Peru.un.org
