Novedades desde el terreno #14: No dejar a nadie atrás durante la COVID-19
Los Coordinadores Residentes de la ONU y sus equipos están aumentando los esfuerzos en 162 países y territorios para garantizar que nadie se quede atrás durante esta pandemia mundial. Los equipos de la ONU están trabajando junto con los Gobiernos y los socios para garantizar la salud y la seguridad de las poblaciones más vulnerables.
Hoy destacamos algunas de las respuestas coordinadas de países de todo el mundo hasta el 12 de junio de 2020.
Chad
En Chad, actualmente hay más de 830 casos de COVID-19 y casi 70 muertes en el país, y el equipo de las Naciones Unidas, dirigido por la Coordinadora Residente Violet Kakyomya ha estado trabajando con el Gobierno y los asociados para hacer frente a los impactos sanitarios, humanitarios y socioeconómicos de la pandemia.
Junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ONU ayudó a emitir anuncios de servicios sanitarios públicos en 17 idiomas a través de 20 emisoras de radio comunitarias. El equipo también ha formado a más de 700 personas para que lleven a cabo actividades de divulgación comunitaria sobre cuestiones sanitarias.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), por su parte, ha donado al Ministerio de Sanidad 12 tiendas móviles con capacidad para 100 camas. Con un mecanismo de financiación de unos 22 millones de dólares del Banco Mundial, el PMA también está proporcionando 17.000 toneladas métricas de alimentos durante tres meses a ocho provincias (Batha, Bahr el-Ghazal, Guéra, Kanem, Lac, Logone Oriental, Logone Occidental y Wadi Fira).
Gracias a los mecanismos de financiación del Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) está apoyando a 20.000 hogares de ocho provincias mediante el suministro de semillas y equipos agrícolas.
La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) también ha donado 30 ordenadores y 30 módems para reforzar la capacidad del Ministerio de Sanidad de recoger comunicaciones y datos.
Kazajstán
En Kazajstán hay actualmente más de 13.000 casos de COVID-19 y 61 muertes. El equipo de las Naciones Unidas, dirigido por el Coordinador Residente, Norimasa Shimomura, está respondiendo a las necesidades sanitarias y abordando el impacto de la pandemia en los medios de subsistencia y la economía.
A petición del Gobierno, la OMS ha asignado casi 3 millones de dólares para equipos de laboratorio y más de 120.000 artículos de equipo de protección personal para los trabajadores sanitarios de primera línea. La OMS está dirigiendo los esfuerzos de las Naciones Unidas para recopilar las lecciones aprendidas de la respuesta al virus, con el fin de ayudar a otros países a mantenerse a la vanguardia mientras la región se prepara para una posible segunda ola de infección. La OMS también está formando e intercambiando información entre los trabajadores sanitarios sobre la prevención y el control (de los contagios), así como sobre la gestión de los casos de COVID-19.
La Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Kazajstán, junto con el Gobierno, está trabajando para reanudar las vacunaciones rutinarias y en la reapertura segura de las escuelas en otoño, protegiendo al mismo tiempo a los niños y niñas de los migrantes que se vieron afectados por la pandemia.
Por su parte, la Agencia de la ONU para las Migraciones (OIM) ha prestado asistencia vital y apoyo jurídico a casi 700 migrantes y sus familias. También ha creado una línea de atención telefónica para los migrantes vulnerables que corren el riesgo de ser víctimas de la trata de personas.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dirigió una encuesta entre 2.000 pequeñas y medianas empresas para evaluar el impacto de la pandemia, con estrategias para reanudar los negocios y fomentar la recontratación de empleados.
El equipo de la ONU sigue trabajando con sus asociados para frenar la desinformación y promover campañas de prevención a través de los medios de comunicación sociales y tradicionales, así como de otras actividades de divulgación.
Kuwait
Actualmente, Kuwait ha registrado más de 33.000 casos confirmados del virus y casi 280 muertes. El equipo de la ONU, dirigido por el Coordinador Residente Dr. Tarek Elsheikh, está trabajando con el Gobierno para proteger a los grupos vulnerables, incluidos los trabajadores migrantes.
La Red sobre Migración de las Naciones Unidas (UN Migration Network, en inglés) proporcionó recomendaciones al Gobierno sobre el apoyo a los trabajadores durante la pandemia. La ONU también ha llevado a cabo seminarios en línea sobre la normativa eficaz para la contratación y la colocación de los migrantes con el fin de mitigar los impactos de la pandemia. Asimismo, la ONU está apoyando a la Fundación de Derechos Humanos de Kuwait en una declaración contra el discurso de odio y la xenofobia hacia los trabajadores migrantes.
Por su parte, la FAO, y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), así como la Comisión Económica para Asia Occidental (CESPAO), están trabajando con las autoridades para arreglar las cadenas de suministro rotas, lo que supone un enorme desafío, como se señala en el informe de política del Secretario General sobre seguridad alimentaria.
La ONU también llevó a cabo una evaluación del impacto socioeconómico del doble choque de la crisis de la COVID-19 y de los precios del petróleo para apoyar la formulación de políticas del Gobierno respecto a la COVID-19, celebrando un hackathon (encuentro de programadores para realizar desarrollos colaborativos) junto con el Banco Mundial sobre modelos empresariales innovadores para las pequeñas y medianas empresas.
Para apoyar la educación, el UNICEF y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) colaboran con el Gobierno en la enseñanza en línea y a distancia, y en las medidas de reapertura de las escuelas, conjuntamente con apoyo psicosocial para profesores, representantes y estudiantes.
En cuanto a la respuesta sanitaria, la OMS está apoyando la participación de Kuwait en ensayos de tratamiento solidario para 250 casos. Y, junto con el ACNUR, la OMS ha proporcionado ayuda en efectivo y ha distribuido equipos de protección personal.
El equipo de la ONU está impulsando la participación de las personas con discapacidad en una campaña nacional. Hasta ahora, el esfuerzo ha permitido distribuir casi 24.000 cestas de alimentos a grupos y trabajadores vulnerables, 50.000 mascarillas, 20.000 mascarillas quirúrgicas, 40.000 guantes, 1.280 cajas de desinfectantes, 80 termómetros y 3.100 publicaciones de promoción, incluidas 1.700 para familias de personas con discapacidad.
Mauritania
Pasando a Mauritania, donde actualmente se registran más de 1.100 casos del virus y 63 muertes, el equipo de las Naciones Unidas en ese país, dirigido por el Coordinador Residente Anthony Ohemeng-Boamah, ha estado trabajando con el Gobierno y sus asociados para aplanar la curva y apoyar a las personas cuyas vidas se han visto alteradas debido a la pandemia.
La OMS se está moviendo para aumentar la capacidad de pruebas de 200 a 500 por día. También ha creado un servicio de diálisis en la unidad de emergencia del centro nacional de tratamiento de la COVID-19 y ha entregado medicamentos y material de laboratorio por valor de 100.000 dólares.
El lavado de manos y el mantenimiento de la distancia física, entre otros, son esenciales para frenar la propagación de la enfermedad, y la ONU sigue apoyando la campaña nacional de prevención.
UNICEF ayudó a crear una línea telefónica gratuita sobre el virus que ha procesado más de medio millón de llamadas hasta la fecha. Nos dicen que han llegado a más de 1.500 hogares sobre la gestión de riesgos y han proporcionado equipos de protección personal a más de 900 voluntarios de la comunidad que llevan a cabo iniciativas de divulgación, puerta por puerta.
Zimbabwe
En Zimbabwe, el equipo de la ONU, dirigido por la Coordinadora Residente, Maria Ribeiro, está ayudando al Gobierno a hacer frente a la triple amenaza que suponen el virus, la grave sequía y los efectos persistentes del ciclón Idai del año pasado. El país tiene actualmente 332 casos confirmados del virus y cuatro muertes, según la OMS.
Para responder a la pandemia, la ONU y nuestros asociados han hecho un llamamiento de 800 millones de dólares para ayudar a 5,6 millones de personas vulnerables–el 40% de la población–en los ámbitos como la alimentación, la salud, el agua y el saneamiento, la educación, la protección y el refugio, entre otros. Hasta ahora sólo se ha financiado un 20% de este llamamiento.
Por su parte, la OMS en Zimbabwe está apoyando al Gobierno en la vigilancia de la COVID-19 y en la lucha contra el descenso de las tasas de inmunización.
El PNUD ha reorientado más de 4 millones de dólares de su programa de VIH a la respuesta a la COVID-19; y está apoyando la vigilancia de los derechos humanos y el cumplimiento de la ley. UNICEF y la OMS también están apoyando esta vez los servicios sanitarios comunitarios, mientras que ONU Mujeres y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) están trabajando con las ONG para frenar la violencia de género.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha facilitado la repatriación de casi 6.000 migrantes zimbabuenses desde los países vecinos, entre los que se encuentran más de 900 repatriados sólo en la última semana. UNICEF, la OIM y la OMS también están trabajando en las instalaciones que albergan a los niños y niñas en cuarentena que regresan a Zimbabwe.
El PMA ha ayudado a cerca de 1,5 millones de personas con tranferencias de efectivo o la distribución de alimentos, y ha transportado equipos de protección personal, así como kits de análisis del virus, termómetros y ventiladores donados por la Fundación Jack Ma. La FAO también está evaluando el estado de la seguridad alimentaria en el país.