Novedades desde el terreno #24: Los equipos abordan los obstáculos ambientales y de salud
Este es un momento especialmente desafiante a nivel global. El mundo se enfrenta a una pandemia mundial, con la protección social, económica y sanitaria de los países en peligro. Algunos países son especialmente vulnerables, ya que se ven obligados a luchar contra tensiones adicionales que amenazan aún más estas protecciones.
Hoy, destacamos cómo los equipos de las Naciones Unidas están trabajando juntos con los gobiernos y asociados para abordar la COVID-19, así como otros obstáculos a partir del 4 de septiembre de 2020.
Costa Rica
En Costa Rica, el equipo de la ONU, liderado por la Coordinadora Residente Allegra Baiocchi, está apoyando los esfuerzos para abordar los impactos sanitarios, sociales y económicos de la pandemia.
Para apoyar a los socorristas de primera línea, el equipo de la ONU ha proporcionado 2 millones de unidades en artículos de protección personal. El equipo también donó 27 toneladas de equipo médico de emergencia para las comunidades más vulnerables.
Una de las principales prioridades es proteger a los grupos indígenas, afrodescendientes, personas con discapacidad, adultos mayores, niños y jóvenes. La ONU contribuyó a la formulación del plan nacional para frenar la pandemia entre los pueblos indígenas, produciendo lineamientos y recomendaciones en varios idiomas nativos, difundidos en 24 territorios indígenas.
Una campaña liderada por la ONU está trabajando para frenar el aumento de la violencia sexual y de género. El equipo está proporcionando kits de higiene y asistencia en efectivo (orientada a salvar vidas) para evitar que las familias caigan en la pobreza.
La ONU también está impulsando el empleo temporal para mujeres y poblaciones indígenas. El equipo de la ONU está apoyando a los migrantes y a los que están en tránsito, y está promoviendo el aprendizaje a distancia durante el cierre de las escuelas, mientras se prepara para la reapertura segura de las escuelas.
República Democrática del Congo
El 28 de agosto, el Coordinador Residente y Humanitario, David McLachlan-Karr, y el equipo de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo informaron que el brote de sarampión en el país ya está bajo control, con una caída de casi un 90% en los casos semanales en comparación con el año pasado.
7.5 millones de niños fueron vacunados durante una campaña (de dos años de duración) de respuesta al sarampión en las zonas más afectadas, una iniciativa dirigida por las autoridades nacionales y locales.
El equipo de la ONU, junto con asociados y distintas ONG, contribuyó al progreso de la vacunación, vigilancia, manejo de casos, logística y fortalecimiento de la inmunización de rutina.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el trabajo está lejos de terminar ya que hay focos de brotes con baja cobertura de inmunización.
Además de apoyar la respuesta del país a la COVID-19, la ONU y sus asociados continúan fortaleciendo los esfuerzos contra el sarampión liderados por el gobierno para erradicar completamente el sarampión. Aún se necesitan más de US$ 3.3 millones para implementar este plan.
República Kirguisa
En Kirguistán, el equipo de la ONU, dirigido por el Coordinador Residente Ozzonia Ojielo, está trabajando con las autoridades para abordar los impactos de la pandemia, incluyendo a los más vulnerables.
El equipo de la ONU, con el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) desempeñando un papel clave, ha entregado equipo de protección personal, incluidos guantes, batas y respiradores, a 20 instalaciones médicas en la capital y otras provincias muy afectadas. Estas instalaciones incluyen hospitales para enfermedades infecciosas y centros de salud maternoinfantil. Estos incluyeron guantes, batas aislantes, trajes protectores, mascarillas y respiradores quirúrgicos, protectores faciales y otros, por un total de 5.500 piezas compradas con dinero del “Fondo de Recuperación y Respuesta a la COVID-19” de la ONU.
Los/las trabajadores/ trabajadoras de la salud todavía se encuentran entre los/las más vulnerables, y se infectan a una tasa más alta que otros colectivos. Las mujeres se ven especialmente afectadas, ya que representan más del 80 por ciento de la fuerza de atención médica en Kirguistán.
Mauricio
La Coordinadora Residente de la ONU en Mauricio, Christine Umutoni, está reuniendo a varias entidades de la ONU para apoyar la respuesta del Gobierno. El 24 de agosto, el grupo de entidades regionales de la ONU lanzó un Fondo de Recuperación de 2.5 millones de dólares para apoyar los esfuerzos nacionales. Esos esfuerzos se centran en mujeres, hombres y niños/as cuyos medios de vida se han visto afectados por el derrame de petróleo, especialmente la comunidad pesquera.
Los Directores Regionales de las Naciones Unidas para África Oriental y Meridional también han reunido una suma inicial de 250.000 dólares estadounidenses para poner en marcha este fondo, que se lanzó durante una reunión entre el Presidente Roopun de Mauricio y el Director Regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para África Meridional, Charles Kwenin, en nombre del grupo regional.
Además, el 24 de agosto, la popa (parte trasera) de la embarcación— que se había partido en dos— al parecer se hundió y, a pesar de los vientos sostenidos, continúa la limpieza de petróleo. El equipo de la ONU y sus asociados, incluidos Australia, Francia, India, Japón y el Reino Unido, están trabajando con las autoridades y comunidades nacionales y locales para contener el derrame de petróleo y mitigar el impacto en ecosistemas cruciales, como los manglares, y salvar los medios de vida.
Perú
El equipo de la ONU en Perú, dirigido por el Coordinador Residente Igor Garafulic, apoya los esfuerzos liderados por el gobierno para abordar las necesidades urgentes de salud y los impactos sociales y económicos. El equipo de la ONU también expresa sus condolencias al Gobierno y al pueblo de Perú por las cerca de 30.000 muertes por COVID-19, según cifras oficiales, y la ONU lamenta la pérdida de nuestro propio colega, Julio Gamero Requena, reconocido economista que laboraba en la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La Organización Panamericana de la Salud donó US$ 1 millón en suministros, incluidas 130.000 pruebas. Junto con UNICEF, también donaron 40 concentradores de oxígeno y US$ 24.000 en equipos de protección personal para las comunidades indígenas. UNICEF identificó brechas en los servicios de agua y saneamiento para apoyar a las autoridades nacionales en las regiones amazónicas.
Por su parte, la agencia de la ONU para los refugiados (UNHCR/ACNUR) ayudó a incorporar al sistema de salud a 20 médicos venezolanos y 80 enfermeras, tanto refugiados como migrantes. El ACNUR también readaptó $1.6 millones para transferencias urgentes de efectivo a los refugiados y, junto con la OIM, está gestionando $1.1 millones proporcionados por la Unión Europea para asistencia en efectivo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) impulsó un sistema de educación virtual para el país, mientras que el UNFPA apoyó a las autoridades para abordar la violencia contra las mujeres.