Nueve cosas que debe saber sobre la crisis humanitaria y la respuesta en Afganistán

Incluso antes de que los talibanes entraran en la capital, Kabul, el 15 de agosto, la situación humanitaria en Afganistán era una de las peores del mundo.
Casi la mitad de los 40 millones de habitantes del país necesitaban ayuda humanitaria. Más de la mitad de los niños y niñas menores de 5 años podían sufrir desnutrición aguda. Más de 1.600 civiles murieron y más de 3.000 resultaron heridos en el primer semestre del año.
Desde el 15 de agosto, las cosas no han hecho más que empeorar. Estos son nueve datos que debes conocer sobre la situación actual en Afganistán.
1. Millones de personas han huido de sus hogares

“No tuvimos tiempo de reunir nada. Huimos sólo con una manta”, dice Maryam, de 24 años, una mujer afgana desplazada en Mazar-e Sharif. Ella es una de las más de medio millón de personas que, desde principios de año, han huido de sus hogares debido a la escalada de violencia.
Los afganos ya constituían una de las mayores poblaciones de refugiados del mundo, según ACNUR, con más de cinco millones de personas en situación de desplazamiento prolongado desde 2012.
ACNUR y sus asociados están ayudando a nuevos desplazados afganos con refugios, alimentos, agua y otros artículos que pueden salvarles la vida, tanto en Afganistán como en los países vecinos.
2. Se avecina una crisis económica

Afganistán se enfrenta a una crisis económica causada, en parte, por la repentina retirada de la ayuda al desarrollo a gran escala, la falta de acceso al dinero en efectivo y la reducción de las remesas del extranjero.
Los precios se disparan, y más de 12 millones de personas se enfrentan a la inseguridad alimentaria, y muchas de ellas venden sus pertenencias y piden dinero prestado para comprar alimentos.
El Programa Mundial de Alimentos (WFP) y sus asociados siguen realizando entregas en todo el país, llegando a más de 5,5 millones de personas solo en octubre. En 2022, el WFP tiene previsto atender las necesidades alimentarias y nutricionales de casi 23 millones de personas en Afganistán.
3. La sanidad está al borde del colapso

Afganistán ha logrado importantes avances en materia de salud en los últimos 20 años. Ahora ese progreso está en peligro, ya que millones de personas han perdido el acceso a los servicios sanitarios básicos.
Los medicamentos, los suministros médicos y el combustible se están agotando en todo el país. Las cadenas de frío para las vacunas están comprometidas. Las enfermeras y los médicos no cobran.
Los recortes en la ayuda de los donantes han dejado a miles de centros de salud sin financiación y sin medicamentos esenciales, obligando a los proveedores de salud a tomar decisiones difíciles sobre a quién salvar y a quién dejar morir.
El 22 de septiembre, el jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, liberó 45 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias, de la ONU, para ayudar a evitar que el sistema de atención sanitaria de Afganistán se desmorone. Pero se necesita mucho más apoyo.
4. Los colegios han reabierto... pero no para todos

En septiembre, las escuelas secundarias reabrieron en Afganistán tras meses de cierre por la pandemia. Lamentablemente, sólo se permitió la asistencia de los niños y chicos. Las niñas y chicas se quedaron atrás. Esto supone un retroceso en los grandes avances en materia de educación, especialmente para las niñas, que el país había realizado en las dos últimas décadas.
“Tenemos alrededor de un millón de niñas y chicas en edad de ir a la escuela secundaria sentadas en casa, a las que se les niega su derecho a la educación”, dijo Samantha Mort, de UNICEF Afganistán, a Noticias ONU.
“Si los niños y niñas no van a la escuela, es mucho más probable que sean reclutados por un grupo armado, o que caigan en el matrimonio precoz o sean explotados de alguna manera”.
“No hay infancia” estos días en Afganistán, dice Mort. “Todo es cuestión de supervivencia”.
5. Los derechos de las mujeres y las niñas están en peligro

La reciente crisis ha afectado a todos en Afganistán, pero las mujeres y las niñas son las que más sufren las consecuencias. Sus derechos y su libertad de movimiento se han visto reducidos, y los derechos de las mujeres, incluidos los de educación, trabajo y ejercicio de cargos públicos, corren el riesgo de sufrir un retroceso.
Restringir la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo, incluso en las actividades humanitarias, tendrá un impacto directo en la capacidad de las mujeres y las niñas para acceder a los servicios críticos.
Su experiencia, sus capacidades y su liderazgo son inestimables para la paz y la seguridad en Afganistán.
6. Es posible una cuarta ola de la pandemia

Afganistán acaba de salir del punto álgido de una tercera oleada de COVID-19.
Antes de agosto de este año, 2,2 millones de personas habían sido vacunadas contra la COVID-19, lo que supone apenas más de una cuarta parte del objetivo de vacunación para 2021.
Ahora, nueve de los 37 hospitales COVID-19 del país ya han cerrado y todos los aspectos de la respuesta a la pandemia se han ralentizado, incluyendo la vigilancia, las pruebas y la vacunación, lo que hace temer una cuarta oleada de la enfermedad.
La OMS está impulsando la respuesta ante la COVID-19, entregando 50.000 pruebas de COVID a laboratorios de todo el país, y preparando otras 150.000 pruebas que se entregarán en los próximos meses.
7. La sequía sigue causando dificultades

Afganistán se enfrenta a su segunda sequía en cuatro años, que afecta a un tercio del país. Es una noticia nefasta para el setenta por ciento de los afganos que viven en zonas rurales y dependen de la agricultura para alimentarse y obtener ingresos.
La sequía ha empujado a las familias pobres a recurrir al trabajo infantil, al matrimonio precoz y forzado, y a la arriesgada migración irregular. También ha provocado una crisis de escasez de agua, que aumentará aún más las necesidades de saneamiento e higiene.
La FAO ha ampliado su ayuda de emergencia, proporcionando piensos, semillas y fertilizantes para la temporada invernal de siembra de trigo. La FAO también está proporcionando formación sobre el cultivo del trigo y la gestión sostenible del ganado para crear resiliencia para el futuro.
Esta ayuda pretende proteger los medios de vida agrícolas y apoyar a 3,3 millones de personas hasta finales de año.
8. Nosotros seguimos aquí

Permanecer y cumplir significa llegar a las personas afectadas en Afganistán, donde quiera que estén, con una ayuda vital.
Día y noche, la ONU está trabajando con el personal humanitario, incluidos los equipos locales, para proporcionar alimentos, agua, atención sanitaria, educación, protección y ayuda para la subsistencia. Para continuar esta labor, la comunidad internacional debe cumplir sus promesas y proporcionar una financiación en efectivo urgente y flexible que pueda distribuirse rápidamente y permita a los trabajadores humanitarios ayudar a los necesitados.
“El pueblo de Afganistán no debe pagar el precio de los fracasos colectivos. Merecen una vida normal en paz y con dignidad”, afirma el Dr. Ramiz Alakbarov, Coordinador Residente y Coordinador Humanitario de la ONU en Afganistán. “No escatimaremos esfuerzos para responder a las necesidades de todas las mujeres, hombres, niños y niñas de Afganistán”.
9. Se acerca el invierno

Las luchas y el sufrimiento humano de millones de afganos se verán agravados por el duro invierno, que está a pocas semanas de llegar. El descenso de las temperaturas provocará un aumento de las infecciones respiratorias agudas y de las muertes.
Proporcionar asistencia para el invierno de forma anticipada será un salvavidas para millones de personas. Muchas familias, sobre todo las que viven en espacios abiertos o en campamentos de tiendas de campaña, necesitarán ropa de abrigo y cobijo para defenderse del intenso frío.
Puede que la atención del mundo hacia Afganistán disminuya pronto, pero la difícil situación del pueblo afgano continuará. Pero no abandonaremos al pueblo de Afganistán. No abandonaremos a la gente del país. No abandonaremos a las minorías étnicas. No abandonaremos a las mujeres y a las niñas.
Cómo puede usted ayudar
El llamamiento urgente para Afganistán busca 606 millones de dólares para proporcionar ayuda inmediata para salvar la vida de 11 millones de afganos en lo que queda de año. A pesar de la atención mundial a la grave situación del país, se han recibido pocos fondos sobre el terreno. Pedimos a los donantes que aceleren la financiación para evitar una nueva catástrofe humanitaria en Afganistán.
Para donar a la crisis, visite la página web dedicada a las donaciones.
Artículo adaptado a partir de la pieza publicada originalmente en inglés en el sitio web de OCHA. Compuesto con apoyo editorial de Ahmed Ben Lassoued y Paul VanDeCarr, de la Oficina de Coordinación del Desarrollo. Para saber más sobre el trabajo que se realiza en el país, visite: https://afghanistan.un.org/.
















