Tsunami en Tonga: ‘Los niños gritaban como si la guerra se avecinara’

Pauline Vaiangina, su marido y sus cuatro pequeños, que viven en Tongatapu, la isla principal de Tonga, estaban visitando a su abuela en la pequeña y remota isla, cuando Hunga Tonga Hunga Ha'apai entró en erupción.
Explosiones repentinas

“Fue un sábado como cualquier otro”, dice Pauline. “Acabábamos de terminar de cenar pescado y yo estaba lavando los platos, cuando los perros ladraron sin parar, como queriendo advertirnos de algo... Ellos eran persistentes”.
De repente, escucharon explosiones del volcán que eran tan fuertes e intensas que podían escucharse y sentirse a más de 800 kilómetros de distancia en Fiji.
Después de la segunda explosión, más fuerte, retumbó, Pauline notó un cambio desconocido en el movimiento de la marea. “Salió y volvió a entrar. Cada vez que bajaba la marea, la playa quedaba más y más seca, y el nivel del mar subía más”.
‘¡Corran a la montaña!’

“Fue entonces cuando grité, ‘¡corran a la montaña!’ les gritamos a todos los vecinos para que huyeran a terrenos altos, las olas y el volcán eran muy fuertes”.
Como Pauline había adivinado, un tsunami estaba a punto de golpear la isla de Mango. Al igual que el volcán, los efectos del tsunami se extendieron mucho más allá de Tonga, con impactos que se sintieron en lugares tan lejanos como Perú y California, en Estados Unidos.
El marido de Pauline subió a los cuatro hijos a la montaña, y volvió para llevar también a su abuela de 80 años.
Mientras estaban sentados bajo un cocotero, viendo cómo caían cenizas y rocas del cielo, y enormes olas se estrellaban sobre la isla, prácticamente todas las estructuras quedaron destruidas, dejando a los habitantes sin hogar.
Protegidos únicamente por pequeñas lonas y esteras, todos los que siguieron a Pauline y su familia a la montaña se acurrucaron durante la noche y cantaron himnos mientras el volcán rugía; los rayos iluminaban el cielo.
“No dejamos la montaña hasta el lunes por la mañana”, cuenta Pauline. “Bajamos a una isla que estaba completamente arrasada. Nos bañamos en el mar, buscamos cualquier resto de ropa. En este momento, sólo estamos agradecidos de estar vivos”.
‘Toda la población de Tonga se ve impactada’
- El Gobierno de Tonga y sus asociados humanitarios informaron el miércoles de que toda la población de Tonga (aproximadamente 105.000 personas) se ha visto afectada por las cenizas y el tsunami.
- Al menos 62 personas originarias de la isla de Mango fueron evacuadas inicialmente a la isla de Nomuka y, el 21 de enero, a Tongatapu. El bajo número de víctimas mortales se atribuye al buen funcionamiento del sistema de alerta temprana y al éxito de las actividades de preparación.
- En el punto álgido de la crisis, unas 3.000 personas tuvieron que buscar refugio en terrenos más elevados, ya sea con familiares y amigos o en centros de evacuación, pero la gran mayoría ha podido volver a casa.
- El Gobierno de Tonga y los asociados humanitarios (las Sociedades de la Cruz Roja de Tonga, las ONG internacionales, los donantes y las entidades de la ONU) están llevando a cabo las evaluaciones iniciales de los daños y proporcionando la asistencia humanitaria que se necesita urgentemente a las personas que la necesitan.
- 26 funcionarios de la ONU sobre el terreno siguen apoyando los esfuerzos de recuperación del Gobierno de Tonga en el país, y los equipos de las Naciones Unidas en toda la región del Pacífico han movilizado suministros de socorro inmediato, incluyendo, de manera crucial, el acceso al agua potable, el acceso a la comunicación (Internet y líneas telefónicas internacionales, teléfonos satelitales), kits con suministros WASH (agua, saneamiento e higiene), y refugio.
La historia fue publicada originalmente en inglés en UN News. Para más información sobre el trabajo de las Naciones Unidas en Tonga, visite: Pacific.UN.org/en/about/tonga.
















