Antesala al Momento ODS: Mesa redonda de Coordinadores Residentes de las Naciones Unidas - 'Ambición, la sociedad en su totalidad, confianza y acción'
Ahora más que nunca antes, el diálogo entre las naciones ha sido más crítico. Con el inicio de la Asamblea General de las Naciones Unidas esta semana, es una oportunidad para intercambiar ideas y soluciones que ayuden a resolver los importantes desafíos que está viviendo la humanidad en la actualidad y la urgencia de ayudar a recuperen el terreno perdido en los esfuerzos por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Los ODS, una lista de pendientes para un futuro mejor
En todas las partes del mundo, las personas se ven afectadas por una triple crisis: los conflictos, la COVID-19 y el cambio climático. Previamente al Momento ODS, ha tenido lugar un evento anual en las Naciones Unidas convocado por el Secretario General, en el cual tres coordinadores y coordinadoras residentes de las Naciones Unidas y la Directora de Políticas y Programas de la Oficina de Coordinación del Desarrollo (OCD), han hablado sobre los avances y las soluciones a las escalas necesarias para sacar adelante a todas las personas, en todas partes.
“Con una población muy joven en Uzbekistán, con más del 33% de la población menor de 18 años y el 24% entre 18 y 30 años, la transformación social en pro de los ODS requiere servicios sociales y empleos”, advierte Roli Ashtana, Coordinadora Residente en Uzbekistán.
Las Naciones Unidas apoyan al Gobierno para fomentar las inversiones privadas y los beneficios fiscales en la educación; las reformas estructurales para la creación de empleo y el aumento de la digitalización como motor del crecimiento económico, el empleo y la productividad.
Roli dice que hace apenas tres semanas, los Gobiernos de Suiza y Uzbekistán firmaron un acuerdo bilateral sobre la devolución de los activos confiscados. “Estos fondos pertenecen al pueblo de Uzbekistán. Los fondos están ubicados en un fondo fiduciario de asociados múltiples gestionado por las Naciones Unidas y destinados a mejorar las vidas de las personas”, añade.
Didier Trebucq, Coordinador Residente para Barbados y el Caribe Oriental, lamenta que el acceso a los datos y al espacio fiscal sea demasiado limitado para invertir en programas de transformación social y económica o reconstruir infraestructuras resilientes al clima.
“Evitemos las respuestas post mórtem (enfocadas en mirar hacia atrás y analizar a posteriori) y concentrémonos en la prevención”. La solución para crear resiliencia es invertir tanto en el entorno construido como en las personas.
“Hemos adoptado un enfoque multidimensional, centrándonos en el vínculo entre la ayuda humanitaria y el desarrollo, garantizando que las necesidades de los más vulnerables estén en el centro de nuestros esfuerzos de respuesta a la crisis”, agrega Didier.
En el Caribe Oriental, una de cada tres personas tiene menos de 30 años y el desempleo juvenil alcanza una media del 30%, siendo el desempleo entre las mujeres jóvenes dos veces mayor que el de los hombres jóvenes. “Tenemos que proteger a los más vulnerables y garantizar que sus necesidades no se olviden en la planificación y que las políticas de desarrollo sean vitales para cumplir la Agenda 2030”.
Las Naciones Unidas han estado trabajando con el Gobierno para invertir en la juventud reforzando las capacidades para el emprendimiento y la empleabilidad y ampliando la protección social.
La población de Lesotho se estima en 2,2 millones de habitantes. Casi el 70% vive en zonas rurales. Unas tierras saludables son esenciales para sacar a las personas de la pobreza, proporcionar empleo y garantizar la seguridad alimentaria, explica Amanda Khozi Mukwashi, Coordinadora Residente en Lesotho.
“Hemos ayudado al Gobierno a remediar la degradación de la tierra mediante la rehabilitación. ReNOKA “Somos un río” (ReNOKA “We are a river”, en inglés) es un programa nacional y un movimiento ciudadano activo para promover la gestión integrada de las cuencas hidrográficas”, afirma. La participación y la implicación de los ciudadanos están ayudando al país a pasar de la política a la aplicación.
El otro gran desafío es la violencia de género, dice Amanda. “Hace tres semanas, una niña de 14 años fue atacada, violada y asesinada de camino a la escuela. No se trata de un incidente aislado. El 64% de las personas considera que la violencia de género es el problema más importante que deben abordar el Gobierno y la sociedad”, ella dice.
La violencia de género le cuesta al país el 5,5% de su PIB. Con el apoyo de las Naciones Unidas, el Gobierno ha reunido a las partes interesadas de la sociedad civil, el sector privado, la iglesia, el sector de la seguridad y la comunidad internacional dedicada al desarrollo para encontrar soluciones sostenibles.
Desde la sede de las Naciones Unidas, Helena Fraser, Directora de Políticas y Programas de la Oficina de Coordinación del Desarrollo, reflexiona sobre los debates: “Lo que acabamos de escuchar realmente ilustra la complejidad de los desafíos, pero también las muchas maneras en que las Naciones Unidas están ayudando a los países a alcanzar los ODS”.
“Hoy estamos realmente en un punto en el que necesitamos 'rescatar los ODS', dice. “Veo cuatro prioridades fundamentales que tenemos que abordar: La recuperación de la pandemia; el abordaje de las crisis alimentaria, energética y financiera; la inversión en las personas a través de la educación y la protección social; y el avance de la acción climática”.
El punto crítico es: ¿cómo hacemos avanzar estas prioridades en un mundo asediado por la "compleja incertidumbre" en tantos frentes? Preguntó Helena.
“La Agenda 2030 define nuestra hoja de ruta", añade: “debemos invertir en las personas, fomentar las alianzas, ampliar la innovación y proteger el planeta. Acelerar la acción de los ODS es la forma más eficaz de garantizar la paz y la prosperidad para las generaciones futuras”.