Primera infancia en el centro de los planes de recuperación: Un programa conjunto de la ONU con impacto visible en la primera infancia en Argentina
Antes de la llegada de la COVID-19, Argentina se enfrentaba a desafíos derivados de la falta de un sistema de atención a la primera infancia. El acceso a servicios de cuidado de calidad era insuficiente, con diferencias significativas según el lugar de nacimiento del niño o niña, las condiciones laborales de sus padres y su nivel de ingresos. La pandemia profundizó estas desigualdades sociales y económicas preexistentes y puso de relieve la crisis de los cuidados.
En un país donde aproximadamente el 37% de la población y alrededor del 52% de los niños y niñas viven por debajo del umbral de la pobreza, muchas familias tienen dificultades para acceder a los alimentos y suministros más básicos. En este contexto, la pandemia afectó el bienestar y el ejercicio de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en múltiples dimensiones. Aumentó la carga de trabajo doméstico y de cuidados que recae sobre las mujeres y afectó significativamente a sus tasas de empleo y a sus niveles de ingresos, especialmente en el caso de los hogares monoparentales encabezados por mujeres con menores de edad.
Los sistemas de atención a la primera infancia son fundamentales para garantizar una recuperación social y económica de los efectos perturbadores de la pandemia sin dejar atrás a niños, niñas y mujeres. Al mismo tiempo, pueden contribuir a proporcionar cuidados de calidad a los niños y niñas, mejorar el acceso de las mujeres al mercado laboral y las condiciones de trabajo de los trabajadores de los servicios de cuidados, quienes son en su mayoría mujeres.
Situar las políticas de cuidados en el centro de los planes de recuperación es crucial para romper el ciclo intergeneracional de la pobreza, garantizar el ejercicio de los derechos de la infancia, mejorar la calidad de vida de la sociedad en su conjunto y dotar al Estado de herramientas más eficaces para reducir las brechas de género.
El Programa Conjunto "Primera Infancia y Sistema Integral de Cuidados" implementado en Argentina desde principios de marzo de 2020 hasta febrero de 2022 reconoció esto y respondió a múltiples dimensiones enfocadas en la implementación de un sistema integral de cuidados. El Fondo Conjunto para los ODS ha sido la plataforma que lo hizo posible. La flexibilidad del Fondo Conjunto para los ODS permitió que el programa se adaptara a las necesidades cambiantes del país en medio de la pandemia y reorientara los recursos y rediseñara las actividades manteniendo el mismo objetivo original — contribuir al diseño e implementación de políticas integrales de atención a la primera infancia con perspectiva de género.
Para ello, el Programa Conjunto se centró en diferentes resultados:
- Brindó asistencia técnica para desarrollar estrategias integrales para la primera infancia en cuatro provincias y 18 municipios. La sistematización de este modelo y la generación de herramientas metodológicas para su réplica han posicionado al Programa Conjunto como un vector para escalar las políticas públicas orientadas a mejorar las condiciones de vida de los niños y niñas de hasta seis años y de las mujeres, especialmente de aquellos grupos altamente vulnerables.
- Asimismo, generó evidencia oportuna para mejorar la toma de decisiones y el financiamiento de las políticas públicas para la primera infancia. Esto incluyó un sistema integrado de indicadores relacionados con el desarrollo de la primera infancia para monitorear las políticas y el desarrollo del Mapa Federal de Cuidados para contar con información georreferenciada sobre la oferta actual de servicios de cuidado para la primera infancia (públicos y privados). Asimismo, el Programa Conjunto generó pruebas sobre los impactos específicos de la pandemia en la primera infancia y en las mujeres (predominantemente mujeres cabeza de familia) para informar las respuestas de las políticas públicas.
- Reforzó las respuestas innovadoras para las poblaciones vulnerables, como una política intercultural sistematizada de desarrollo de la primera infancia dirigida a niños y niñas indígenas que viven en zonas rurales.
- Las actividades de sensibilización y capacitación contribuyeron a mejorar las competencias y las condiciones de trabajo de las personas que trabajan en los servicios de atención, para concienciarlas de la importancia de la atención y de la necesidad de una organización más justa y equitativa de la misma.
UNICEF lideró técnicamente el Programa Conjunto en articulación con CEPAL, PNUD y OIT y coordinado con la Oficina de la Coordinadora Residente. Se constató que los programas interagenciales potencian la complementariedad entre las entidades involucradas y optimizan la calidad de los resultados evitando la superposición de esfuerzos.
Las intervenciones conjuntas entre el Sistema de las Naciones Unidas son esenciales para proporcionar un enfoque coordinado a los homólogos gubernamentales y, sobre todo, son fundamentales para alcanzar eficazmente las prioridades sostenibles de las Naciones Unidas.
Los centros educativos y asistenciales son lugares esenciales para el desarrollo integral de miles de niños y niñas
Sólo el 33% de los niños y niñas de hasta 4 años asisten a centros educativos y asistenciales. Argentina enfrenta importantes desafíos para ampliar la cobertura y mejorar la calidad de estos servicios. Es fundamental priorizar el acceso de las familias más vulnerables, asegurar la profesionalización y el trabajo decente de los cuidadores, y valorar la heterogeneidad de los servicios (que responden a las necesidades de mayor desarrollo, crianza y cuidado en un país extenso y diverso) asegurando estándares de calidad compartidos.
El Programa Conjunto contribuyó significativamente al logro de estos propósitos a través de la creación de capacidad. Se formó a casi 3.000 personas que trabajan en servicios de educación y atención a la primera infancia en cuatro provincias. Una de las principales actividades de formación informó a los cuidadores sobre el impacto socioemocional de la COVID-19 y las medidas de confinamiento en niños y niñas, dándoles herramientas y formación sobre cómo contenerlos y reconfortarlos con un enfoque de "cuidado afectuoso".
La Guardería Multicolores es una de las muchas que participan en las actividades del Programa Conjunto. Está ubicado en una zona muy vulnerable del municipio de Godoy Cruz, en la provincia de Mendoza. La institución recibe a 250 niños y niñas divididos en dos turnos. Aproximadamente 100 asisten al jardín de infantes, 120 al centro de apoyo educativo y 30 al comedor.
Muchos de los niños y niñas que asisten a la guardería viven situaciones difíciles: sus familias no pueden acceder a servicios y bienes básicos, sus hogares son precarios, sus padres suelen estar fuera del mercado laboral y, en muchos casos, atraviesan situaciones de violencia familiar y adicciones que afectan directamente el crecimiento, el desarrollo y el entorno en el que viven los niños.
En este marco, la labor de la guardería es fundamental para el desarrollo integral de estos 250 niños y niñas, que encuentran en este espacio un lugar de pertenencia, compañía, afecto, cuidado y educación que les permite tener un mejor presente y la posibilidad de un mejor futuro.
Casos similares en todo el país han demostrado la eficacia del programa para reforzar el bienestar de los niños y niñas, fortaleciendo las competencias de quienes los cuidan.
El Jardín Amparo de la provincia de Entre Ríos es otro ejemplo destacado.
Basado en un video post en inglés escrito por Claudia Mojica, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Argentina, para el Fondo Conjunto para los ODS.
Para obtener más información sobre el trabajo de las Naciones Unidas en Argentina, visite: Argentina.UN.org.