Informe de resultados regionales 2020 del sistema de las Naciones Unidas para la región árabe: Resultados implementados a través del sistema de las Naciones Unidas para el desarrollo
En 2020, como cualquier otra región del mundo, la región árabe ha tenido que enfrentarse a un reto inesperado: la pandemia del COVID-19. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de las otras regiones, la pandemia ha exacerbado numerosas crisis preexistentes, y es probable que su impacto se sienta durante muchos años por venir.
Los conflictos prolongados han revertido décadas de avances en el desarrollo de muchos países árabes, como Irak, Libia, Somalia, la República Árabe Siria y Yemen. La consecución de los Objetivos de desarrollo sostenible en estos países se ha vuelto más difícil. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible parece estar fuera del alcance del Estado de Palestina, principalmente debido a la ocupación israelí. Lo mismo ocurre con el Líbano, donde una serie de crisis sigue manteniendo al país muy por debajo de su potencial de desarrollo.
Mientras que la mayoría de las demás regiones del mundo han sufrido las consecuencias económicas de la pandemia, los países árabes exportadores de petróleo se han visto gravemente afectados por el importante descenso de los precios del petróleo a principios de 2020 y su continua volatilidad. La pandemia también ha afectado gravemente a los países árabes de ingreso mediano que dependen del turismo y de las remesas, que han experimentado un descenso devastador. Los países árabes menos adelantados no se han librado del impacto de la pandemia, dado su ya escaso espacio fiscal y su incapacidad para financiar estrategias de respuesta a la COVID-19 acordes con la magnitud y el impacto de la pandemia.
