Mejor que una bola de cristal: En Egipto, la creación conjunta de futuros mediante la prospectiva estratégica
Una bola de cristal habría sido ese dispositivo tecnológico que casi cualquier planificador económico hubiera deseado en 2020. Esto se debe a que las herramientas tradicionales, como las proyecciones, las tendencias y los modelos de años anteriores, han sido desbancados a raíz de una pandemia brutal que ha paralizado la economía mundial.
La economía de Egipto no ha sido una excepción, pero el país sí tiene una especie de bola de cristal. Es una forma de explorar el futuro mirando hacia adentro. Es un ejercicio de planificación llamado "previsión estratégica" y reúne a las partes interesadas en un campo determinado para trazar posibles futuros.
En Egipto, COVID-19 planteó incertidumbres sobre el futuro del sector manufacturero, tanto en términos de nuevos desafíos como de oportunidades. En busca de formas de orientar al sector en una buena dirección, el Ministerio de Planificación y Desarrollo Económico se asoció con las Naciones Unidas en Egipto (liderado por la Oficina del Coordinador Residente de las Naciones Unidas, la ONUDI y el Centro de Comercio Internacional) y otros asociados para organizar un ejercicio de prospectiva estratégica sobre 'COVID-19 y el futuro de la fabricación en Egipto' (‘COVID-19 and the future of manufacturing in Egypt’ en inglés) en junio-julio de 2020.
En un momento en el que la mayoría de los pronósticos son sombríos o inciertos, la previsión estratégica ayuda a los usuarios a comprender el futuro como un mapa o una serie de mapas que creamos. Nunca existe un destino único y probable, sino siempre múltiples posibilidades para dar forma al futuro. Junto con un líder de pensamiento de previsión estratégica (Prof. Sohail Inayatullah), un grupo diverso de líderes de la industria (liderado por la Federación de Industrias Egipcias, Federation of Egyptian Industries en inglés) y la comunidad de desarrollo, el gobierno se sentó a aprovechar este momento de reflexión para mirar hacia atrás y hacia adelante.
Los resultados
En primer lugar, el grupo analizó las suposiciones pasadas del futuro—o “futuros utilizados” (“used futures” en inglés) en la jerga del ejercicio—que ya no eran relevantes para el desarrollo industrial.
Dichos “futuros utilizados” incluían aferrarse a la fabricación de productos tradicionales como prendas de vestir y alimentos, considerar la informalidad como una carga, técnicas de fabricación intensivas en mano de obra poco calificada, trabajar en oficinas en lugar de hacerlo de forma remota, trámites burocráticos y otros procedimientos reglamentarios para el registro de empresas, modelos de gobierno como productor, y un exceso de soluciones de ventanilla única.
Entonces, con el apoyo de expertos de la ONU, las partes interesadas hicieron un “análisis del horizonte”, considerando las tendencias emergentes en la manufactura y el comercio, identificando impulsores y oportunidades para diversificarse lejos de las viejas mentalidades manufactureras. Trabajando con expertos de la ONU y datos reales, desarrollaron cuatro escenarios divergentes para el crecimiento de la manufactura y aprovechar el potencial de exportación inexplorado del país.
Pero este no fue un ejercicio de ilusiones, ya que también involucró una técnica llamada “retroceso” (“back-casting” en inglés), en la que los participantes trabajaron hacia atrás partiendo de los futuros posibles para determinar qué acciones o políticas permitirían que cada uno de ellos emergiera. Con esto, el grupo pudo proponer un escenario de “futuro preferido” (“preferred future” en inglés) junto con recomendaciones en áreas clave para aprovechar las oportunidades de la 4ª revolución industrial y la economía circular en el sector manufacturero.
Estas recomendaciones han llegado a los más altos niveles de gobierno y, actualmente, están siendo revisadas para tomar medidas. El éxito inicial del ejercicio del sector manufacturero ha llevado a la ONU y al gobierno a realizar una serie de ejercicios de prospectiva para guiar la elaboración del próximo Marco de Cooperación para el Desarrollo Sostenible 2023-2027.
La prospectiva estratégica se ha practicado durante décadas, especialmente en ciertos sectores industriales o gubernamentales de alto riesgo, como el ejército o la respuesta a desastres. El método permite planificar con muchas contingencias en mente y una mayor conciencia de los supuestos internos, así como una aguda atención a los signos emergentes de cambio en el entorno.
Como muestra el ejemplo de Egipto, la previsión estratégica no es un ejercicio único ni una solución milagrosa. El ejercicio no identifica una solución única, sino que genera ideas innovadoras al reunir a actores diversos y no tradicionales. Respaldada por datos, la prospectiva estratégica mira al futuro como un sistema con el que podemos interactuar, pero sin los silos o puntos ciegos que limitan nuestra creatividad e innovación. Es mejor que una bola de cristal porque siempre se centra en las posibilidades y el potencial de cambio en lugar de una forma predeterminada de avanzar.
Y ya no es un secreto. Esperamos ver cómo nuestras contrapartes del gobierno egipcio pueden aprovechar este trabajo como una forma anticipada de toma de decisiones y políticas para los desafíos del siglo XXI. También esperamos recibir noticias de otros equipos de las Naciones Unidas en los países que estén interesados en adoptar esta práctica en la planificación y el análisis estratégicos.