La invasión rusa de Ucrania es una violación de la Carta de las Naciones Unidas, dice el jefe de la ONU al Consejo de Seguridad

El Secretario General hizo las siguientes observaciones en una sesión informativa ante el Consejo de Seguridad:
Agradezco la oportunidad de dirigirme al Consejo de Seguridad en relación con mi reciente visita a la Federación de Rusia y a Ucrania, donde me reuní con el Presidente Putin y el Presidente Zelenskyy los días 26 y 28 de abril, respectivamente.
Como parte de mi visita regional, también mantuve conversaciones con el Presidente Erdoğan en Ankara y con el Presidente Duda en Rzeszów, en Polonia.
A lo largo de mis viajes, no me anduve con rodeos.
Dije lo mismo en Moscú que en Kiev – que es exactamente lo que he expresado repetidamente en Nueva York.
En concreto, que:
La invasión rusa de Ucrania es una violación de su integridad territorial y de la Carta de las Naciones Unidas.
Debe terminar por el bien del pueblo de Ucrania, de Rusia y del mundo entero.
Señora Presidenta, he visitado Moscú y Kiev con un claro conocimiento de las realidades sobre el terreno.
Entré en una zona de guerra activa en Ucrania, sin posibilidad inmediata de un alto el fuego nacional y con un ataque a gran escala en curso en el este del país.
Antes de la visita, el Gobierno ucraniano hizo un llamamiento a las Naciones Unidas y a mí personalmente –expresado públicamente por el Viceprimer Ministro – en relación con la terrible situación de los civiles en la devastada ciudad de Mariupol y, concretamente, en la planta de Azovstal.
Por ello, en mi reunión con el Presidente Putin, subrayé la necesidad imperiosa de permitir el acceso de la ayuda humanitaria y las evacuaciones de las zonas asediadas, incluida, en primer lugar, Mariupol.
Insté enérgicamente a que se abriera un corredor humanitario seguro y eficaz que permitiera a los civiles ponerse a salvo desde la planta de Azovstal.
Poco después, recibí la confirmación de un acuerdo de principio.
Inmediatamente realizamos una intensa labor preparatoria con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) junto con las autoridades rusas y ucranianas.
Nuestro objetivo era, en un principio, permitir la evacuación segura de esos civiles de la planta de Azovstal y, posteriormente, del resto de la ciudad, en la dirección que ellos eligieran, y entregar la ayuda humanitaria.
Me complace informar de que se ha conseguido cierto éxito.
Juntos, las Naciones Unidas y el CICR están dirigiendo una operación humanitaria de gran complejidad, – tanto política como a nivel de seguridad.
Comenzó el 29 de abril y ha requerido una enorme coordinación y promoción con la Federación Rusa y las autoridades ucranianas.
Hasta ahora se han realizado con éxito dos convoyes de paso seguro.
En el primero, concluido el 3 de mayo, se evacuó a 101 civiles de la planta de Azovstal junto con otros 59 de una zona vecina.
En la segunda operación, concluida anoche, se evacuó a más de 320 civiles de la ciudad de Mariupol y de las zonas circundantes.
Está en marcha una tercera operación, pero nuestra política es no hablar de los detalles de ninguna de ellas antes de que se completen para no menoscabar su posible éxito.
Es bueno saber que, incluso en estos tiempos de hipercomunicación, la diplomacia silenciosa sigue siendo posible y a veces es la única forma eficaz de obtener resultados.
Hasta ahora, en total, casi 500 civiles han encontrado el tan esperado alivio, después de haber vivido bajo un incesante bombardeo y la escasa disponibilidad de agua, alimentos y saneamiento.
Los evacuados han compartido historias conmovedoras con el personal de las Naciones Unidas. Madres, niños y abuelos frágiles hablaron de su trauma. Algunos necesitaban urgentemente atención médica.
Espero que la coordinación continuada con Moscú y Kiev conduzca a más pausas humanitarias para permitir que los civiles salgan a salvo de los combates y que la ayuda llegue a los más necesitados.
Debemos seguir haciendo todo lo posible para sacar a la gente de estos escenarios infernales.
El Secretario General Adjunto y Coordinador del Socorro de Emergencia, Martin Griffiths, les informará hoy con más detalle sobre los últimos esfuerzos en Mariupol y las medidas adicionales.
La Alta Comisionada Bachelet informará sobre los informes de violaciones del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos, los posibles crímenes de guerra y la necesidad de rendir cuentas.
Como comenté ayer con el presidente Zelenskyy, las Naciones Unidas seguirán ampliando las operaciones humanitarias, salvando vidas y reduciendo el sufrimiento.
Mis reuniones con ambos dirigentes se centraron también en la cuestión crucial de la seguridad alimentaria mundial.
Y, de hecho, las implicaciones mundiales de esta guerra estuvieron a la vista en mis posteriores viajes a África Occidental.
En Senegal, Níger y Nigeria, escuché el testimonio directo de líderes y de la sociedad civil sobre cómo la guerra está desatando una crisis de seguridad alimentaria.
Necesitamos una acción rápida y decisiva para garantizar un flujo constante de alimentos y energía en los mercados libres, levantando las restricciones a la exportación, asignando los excedentes y las reservas a quienes los necesitan, y abordando el aumento de los precios de los alimentos para calmar la volatilidad del mercado.
Pero permítanme ser claro: una solución significativa a la inseguridad alimentaria mundial requiere reintegrar la producción agrícola de Ucrania y la producción de alimentos y fertilizantes de Rusia y Belarús en los mercados mundiales, a pesar de la guerra.
Haré todo lo que esté en mi mano para facilitar un diálogo que ayude a hacer esto realidad.
Al mismo tiempo, la guerra en Ucrania -en todas sus dimensiones- está poniendo en marcha una crisis que también está devastando los mercados energéticos mundiales, perturbando los sistemas financieros y exacerbando las vulnerabilidades extremas del mundo en desarrollo.
Precisamente por eso establecí el Grupo de Respuesta a la Crisis Global sobre Alimentación, Energía y Finanzas, para movilizar a las entidades de la ONU, los bancos multilaterales de desarrollo y otras instituciones internacionales para ayudar a los países a afrontar estos retos.
Nos dedicamos especialmente a hacer propuestas en las reuniones de primavera del FMI y del Banco Mundial.
La guerra contra Ucrania es insensata en su alcance, despiadada en sus dimensiones e ilimitada en su potencial de daño mundial.
El ciclo de muerte, destrucción, dislocación y perturbación debe detenerse.
Ya es hora de unirse y poner fin a esta guerra.
Gracias.