El jefe de la ONU se ha mostrado satisfecho con la declaración de una tregua humanitaria indefinida por parte del Gobierno etíope, y con el compromiso de las fuerzas de la región de Tigré de respetar el alto el fuego inmediato, en medio de una profunda preocupación por los cinco millones de personas que necesitan ayuda de emergencia en esa zona.
“El conflicto en Etiopía ha causado un terrible sufrimiento a millones de personas en Afar, Amhara, Tigré, Benishangul Gumz y Oromia”, expresó el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, en un comunicado emitido en nombre del Secretario General António Guterres.
‘Acontecimientos positivos’
“Estos acontecimientos positivos deben traducirse ahora en mejoras inmediatas sobre el terreno”, continúa la declaración.
El conflicto estalló en Tigré en noviembre de 2020 entre las tropas federales y las fuerzas leales al Frente de Liberación Popular de Tigré (FLPT). La guerra se extendió a las regiones vecinas de Amhara y Afar, matando a miles de civiles y desplazando a millones de personas en el norte de Etiopía y en el vecino Sudán.
Todas las partes del conflicto son responsables de múltiples y graves violaciones de los derechos humanos, según la jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet.
La región septentrional no ha recibido ninguna entrega de ayuda por carretera desde el pasado diciembre, debido a los enfrentameinto en curso. El jueves, el Gobierno etíope declaró el cese de las hostilidades, diciendo que esto era para permitir que la ayuda llegara a los civiles afectados.
Horas después, las autoridades tigresas emitieron un comunicado en el que afirmaban que harían todo lo posible para que el alto el fuego humanitario fuera un éxito.
Esenciales suministros de ayuda
Muchas actividades de ayuda siguen reducidas o suspendidas en Tigré, según informaron los trabajadores humanitarios de la ONU la semana pasada, cuando menos de 7.000 personas recibieron asistencia alimentaria - esto constituye una fracción extremadamente pequeña de las 870.000 personas a las que la ONU está intentando ayudar cada semana.
Los asociados humanitarios advierten que menos del 10% de la cantidad necesaria de semillas ha conseguido llegar a Tigré antes del inicio de la temporada de siembra, para la que sólo falta un mes.
En los últimos meses han seguido llegando a la capital de Tigré, Mekelle, algunos suministros médicos y nutricionales, y en la vecina Afar, unos 200.000 hombres, mujeres, niños y niñas desplazados por los combates, permanecen en zonas a las que la ONU y sus asociados no pueden llegar, debido a los continuos problemas de inseguridad.
En las zonas accesibles de Afar, más de 112.000 personas han recibido asistencia alimentaria desde finales de febrero, según informó la ONU la semana pasada.
Adoptar las ‘medidas necesarias’ para un alto al fuego duradero
En su declaración, Guterres reiteró su llamamiento para que se restablezcan los servicios públicos en Tigré, incluidos los [servicios] bancarios, la electricidad y las telecomunicaciones, y pide a todas las partes que permitan y faciliten de forma proactiva la entrega de la asistencia humanitaria que se necesita desesperadamente en todas las zonas afectadas.
El Secretario General instó a todas las partes que luchan en el norte a aprovechar este alentador avance para dar los pasos necesarios hacia un alto el fuego a largo plazo.
Pieza publicada originalmente en inglés en UN News.