El poder integrador del deporte: En Costa Rica, niños y niñas migrantes aprenden a jugar al fútbol y se sienten de nuevo en casa
07 febrero 2022
Leyenda: Una escuela de fútbol ayuda a los niños y niñas inmigrantes y a sus compañeros costarricenses a hacer amigos más allá de las fronteras que, de otro modo, podrían dividirlos.
Para la mayoría de las personas es difícil hacer amigos y encontrar su lugar en una nueva ciudad. Pero esto resulta mucho más complejo cuando te mudas a un país completamente nuevo.
Hace cuatro años, Juan Diego y su familia huyeron de la crisis socio económica en su Venezuela natal y encontraron un nuevo hogar en Costa Rica — formando así parte de los casi 40.000 migrantes que han emprendido dicho trayecto.
Una vez en su nuevo país, Juan Diego estaba ansioso por hacer amigos. Él también demostró ser un chico inteligente y un jugador que se esfuerza por el equipo.
“Yo sabía que era lo mejor para mí y para mi familia. Me llené de esperanza. Sabía que no me iba a pasar nada malo y que en algún momento ya no me iba a sentir solo y podría tener amigos”, explica Juan Diego respecto a su mudanza de país.
Juan Diego recibió un gran impulso cuando se unió a la Escuela de Fútbol Valores Saprissa, una iniciativa de la Fundación Saprissa y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Junto con otras docenas de jóvenes, está aprendiendo habilidades prácticas como el dribleo y el chute, y, lo que es igual de importante, habilidades interpersonales que le han ayudado a sentirse más a gusto.
Leyenda: En los entrenamientos de fútbol, los niños y niñas aprenden muchas cosas más allá de driblar el balón.
La escuela de fútbol, que es gratuita, reúne a niños y niñas costarricenses con sus compañeros migrantes, todo organizados en tres grupos de edad.
“Nosotros queríamos que Juan Diego aprendiera valores, más allá de los que le enseñamos en casa, para que pueda integrarse mejor y llevar una buena vida en Costa Rica y hoy lo está haciendo gracias a su participación en este proyecto. A través del fútbol mi hijo ha desarrollado sus habilidades sociales y un gran liderazgo que de otra manera no creo que hubiera surgido”, explica Alberto, quien es el padre de Juan Diego.
Juan Diego sueña con convertirse en el próximo Keylor Navas, quien es un futbolista costarricense del equipo francés PSG (anteriormente, Navas jugaba para el equipo español Real Madrid).
“Costa Rica acoge ahora a casi 40.000 migrantes venezolanos”, dice Allegra Baiocchi, Coordinadora Residente de la ONU en Costa Rica. “Y esto es sólo un ejemplo del crecimiento de la migración a nivel mundial”.
Ella hace mención de un informe de UNICEF publicado este mes de agosto, que muestra que ahora más que nunca hay más niños y niñas menores de 18 años en movimiento, con 35,5 millones viviendo fuera de su país de nacimiento en 2020. Esta cifra incluye a los refugiados, los solicitantes de asilo y cualquier tipo de migrantes internacionales.
“Los niños y niñas migrantes son especialmente vulnerables, tanto en sus países de origen como en los lugares a los que emigran”, añade Baiocchi. El informe de UNICEF muestra cómo estas vulnerabilidades difieren según el género. “El deporte es una forma estupenda de que los niños y niñas adquieran confianza, hagan amigos y aprendan a trabajar en equipo. Ahora lo necesitamos más que nunca”.
Basado en un artículo publicado en español por el equipo de las Naciones Unidas en Costa Rica y Noticias ONU. Escrito por Danilo Mora Díaz, Oficial de Comunicaciones de la ONU en Costa Rica y Allen Ulloa, Oficial de Comunicaciones de la OIM, en Costa Rica. Apoyo editorial de Paul VanDeCarr y Carolina Lorenzo, Oficina de Coordinación del Desarrollo. Para saber más sobre el trabajo que se realiza en Costa Rica, visite CostaRica.UN.org. Para saber más sobre los resultados de nuestro trabajo en esta área y más allá, por favor visite el informe de la presidenta del GNUDS sobre la Oficina de Coordinación del Desarrollo.
Entidades de la ONU involucradas en esta iniciativa