Con la crisis del coronavirus extendiéndose a más países con implicaciones sociales y económicas más amplias, las Naciones Unidas están movilizando su fuerza de trabajo global para ayudar a los gobiernos afectados a contener o frenar el ataque de esta enfermedad mortal.
El Foro de los Océanos de la ONU identifica opciones de cambiar el rumbo político de una forma sostenible en beneficio de los recursos marinos y de las personas que dependen de ellos.
Si bien la prioridad para muchos países, incluidos Santo Tomé y Príncipe, será prevenir la propagación del virus y proteger los medios de vida en el futuro previsible, muchos analistas ya están pidiendo a los países que “reconstruir para mejor” una vez que haya pasado la pandemia.
“El agua para mí es todo, hoy en día realmente la necesito, me equilibra, la necesito observar y estar siempre en contacto con ciudades que tengan agua, y a su vez me moviliza y cada vez me causa mayor sufrimiento verla contaminada, de ahí nace mi motivación para hacerme cargo de esta problemática que es de todos”, explica Yago.
Las Naciones Unidas han estado trabajando sin descanso en la región de Oriente Próximo para aliviar la crisis israelí-palestina, involucrando a los actores pertinentes y prestando ayuda de emergencia a la población civil sobre el terreno.
Nos enfrentamos a una pandemia devastadora, a niveles nunca antes vistos de calentamiento global, a nuevas cotas de degradación ecológica y a nuevos reveses en nuestra labor en pos de los objetivos mundiales de un desarrollo más equitativo, inclusivo y sostenible.
El paso de las tormentas tropicales Eta e Iota dejó graves consecuencias humanitarias, conoce algunas de las historias de personas afectadas en el país.