A medida que la pandemia penetra en más zonas, ¿cómo se ve el trabajo serio orientado a contenerla? Esta pregunta es la más importante para los responsables sanitarios y políticos de todo el mundo. En el caso del Líbano, un país relativamente pequeño, debe ser un trabajo de colaboración si se quiere tener éxito.
La batalla contra la COVID-19 continúa para países de todo el mundo. Los equipos en el terreno mantienen su firme compromiso de luchar contra la COVID-19.
Roya coloca la tela blanca bajo la aguja y pisa el pedal de su máquina de coser, dando los últimos toques a la máscara que está fabricando. A su alrededor, numerosas filas de otros refugiados también están fabricando máscaras–una protección muy solicitada y necesaria debido a la implacable pandemia de la COVID-19.
Brideman, el hijo de Rajnikansan Arushanandi, está en quinto grado, pero él sabe más sobre jardinería que ella. “Ha estado aprendiendo en la escuela y llega a casa y nos cuenta sobre la preparación de fertilizantes orgánicos y cómo se pueden cultivar hojas verdes nutritivas”, dice ella.
Después de seis meses de confinamiento, el gobierno de Namibia puso fin a las restricciones de viaje y los toques de queda, a la luz de una caída en los nuevos casos de COVID-19.
Nuestros equipos de las Naciones Unidas están sobre el terreno en 162 países y territorios, coordinando programas conjuntos y abordando una serie de prioridades e iniciativas, desde la acción climática y la seguridad alimentaria hasta la igualdad de género y la seguridad de los civiles.
Fueron abusados sexualmente cuando eran niños. Ahora, como adultos, estos dos han aprovechado su experiencia y están ayudando a asegurarse de que ningún niño de hoy sufra lo mismo. Para ello, cuentan con el apoyo de la ONU.
Los equipos de las Naciones Unidas en todo el mundo se unen con los gobiernos, los asociados en la ejecución y el sector privado para luchar juntos contra la COVID-19. Destacamos algunas de las respuestas globales a partir del 29 de mayo de 2020.
Flory ha experimentado discriminación y exclusión debido a su discapacidad, género y origen indígena. A pesar de estos desafíos, trabaja para mejorar la vida de otras personas con discapacidad en su comunidad.
El 13 de enero, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, nombró a Anna Marttinen Pont de Finlandia como Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Guinea Ecuatorial, con la aprobación del Gobierno anfitrión.