En pro de la educación para todos: Cinco historias de valentía, innovación y saber hacer

La educación es un derecho humano básico. Sin embargo, 773 millones de adultos de todo el mundo no saben leer ni escribir. La situación se ha visto agravada por la pandemia de la COVID-19, que ha llevado a muchas entidades educativas a cerrar para intentar mitigar la propagación del virus. Como tuiteó recientemente el jefe de la ONU, António Guterres, esto sigue perturbando la vida de más de 31 millones de estudiantes en todo el mundo.
Hoy, en el Día Internacional de la Educación, dediquemos un momento a reflexionar sobre el valor del aprendizaje y consideremos, a través de las lentes de cinco historias de personas de diferentes regiones, culturas, grupos de edad y capacidades, cómo podríamos apoyar el trabajo de los equipos de las Naciones Unidas en los países, establecidos en 162 países y territorios de todo el mundo, para hacer que la educación sea accesible para todos.
Hay momentos en que las comunidades y las organizaciones se movilizan para facilitar el acceso a una educación de calidad, a menudo frente a enormes desafíos. Los individuos también toman el asunto en sus manos, reconociendo la importancia del aprendizaje para una vida pacífica y próspera. He aquí algunas de sus historias en la continua búsqueda de mayores conocimientos para ponerlos al servicio de nuestra gente y nuestro planeta.
Hacer más accesibles los experimentos científicos mediante la realidad virtual

Los laboratorios bien equipados hacen que los experimentos científicos sean atractivos y divertidos. Pero, ¿y si los colegios no pueden permitirse los costes de instalación y mantenimiento? ¿Podrían ellos recurrir a la tecnología como una vía alternativa?
Eso es exactamente lo que han demostrado cuatro estudiantes de secundaria armenios, que han aprovechado el poder de la realidad virtual (RV) para simular experimentos de laboratorio de química de forma segura y económica.
Una de ellos, Hasmik Baghdasaryan, de 16 años, dijo que a ella le impulsaba la creencia de “tener un impacto positivo” a través del conocimiento y la ciencia.
Uno de sus compañeros en el proyecto, Satenik Harutyunyan, de 18 años, explicó que el equipo “exploró algunas opciones diferentes”, pero que finalmente se decidió por el uso de la RV como el enfoque más rentable, instructivo y práctico.
Su proyecto "VR Labs" (Laboratorios de Realidad Virtual, en español) ganó el Generation Unlimited Youth Challenge de Armenia, un concurso que da visibilidad a innovaciones dirigidas por jóvenes y es organizado por UNICEF y el PNUD.
Los estudiantes tienen previsto presentar el concepto al Ministerio de Educación y Ciencia de Armenia y esperan que la iniciativa inspire a otros—especialmente a las chicas—a cursar estudios científicos.
Conozca más sobre el proyecto de Hasmik, Satenik y su equipo, conocido como “VR Labs” (disponible en inglés).
El poder del aprendizaje a distancia hace que la educación continúe para las familias indígenas

Más de 104.000 indígenas viven en Costa Rica en ocho comunidades diferentes. Aproximadamente el 41% de esta población presenta algún rezago escolar. Esta realidad se ha agravado desde que la COVID-19 interrumpió el acceso al aprendizaje presencial
Los Hidalgos, una familia de dos adultos y cuatro niños que viven en el territorio indígena de Boruca, en la provincia de Puntarenas de Costa Rica, pertenecen a este grupo.
Pero en lugar de renunciar a su educación ante estos difíciles retos, los Hidalgo están aprovechando el poder de los programas de aprendizaje a distancia para continuar con sus estudios.
Evelyn Hidalgo cría a sus tres hijas y a su hijo mientras también “estudia y escribe [su] trabajo final con [su] tutor por Zoom”.
Por su parte, su hijo Enoc, de nueve años, que “disfruta estando en casa”, estudiando con su familia y sus hermanas, continúa con sus tareas escolares de cuarto grado a través de la educación a distancia.
UNICEF y la UNESCO prestan apoyo a los programas nacionales de aprendizaje a distancia, al tiempo que contribuyen a la aplicación de la estrategia del Gobierno para el retorno seguro y progresivo al aprendizaje presencial.
Lea más sobre la experiencia de los Hidalgo con el aprendizaje a distancia.
La alianza público-privada impulsa el acceso a la formación profesional

Somrudee, una voluntaria sanitaria de 28 años, tuvo dificultades cuando ella intentó redactar proyectos de propuestas para apoyar a las mujeres desfavorecidas de su comunidad. Ellos buscaban mecanismos de financiación para poner en marcha un negocio y obtener ingresos adicionales durante la pandemia de COVID-19.
A pesar de su benevolencia y entusiasmo, Somrudee no tenía los conocimientos necesarios para seguir adelante. Por ello, su perspectiva, y la de las mujeres a las que esperaba apoyar, parecía sombría.
Fue entonces cuando Somrudee recurrió a “Accelerating Thailand” (“Acelerando Tailandia”, en español), una iniciativa de alianza público-privada en la que participan Microsoft Tailandia, el Gobierno tailandés, la UNESCO en Bangkok y otras organizaciones. El objetivo de este proyecto es ofrecer formación informática y de otro tipo a adultos y jóvenes de Tailandia.
Somrudee se inscribió y aprendió a preparar propuestas de proyectos. Pronto ella dejó atrás las dificultades. “Los funcionarios me elogiaron por conseguir la aprobación del presupuesto por mi cuenta”, dijo sonriente, refiriéndose a la tarea que antes no podía completar.
Somrudee se une a las filas de más de 100.000 personas que participaron en la iniciativa “Accelerating Thailand”, de las cuales casi 23.000 declararon haber mejorado su situación personal y/o profesional.
Lea más sobre la historia de Somrudee y la iniciativa ‘Accelerating Thailand’.
Desbloquear la capacidad de leer, escribir y ver a través del aprendizaje

“Mis profesores me enseñaron a leer y escribir de una manera que resultó fácil para mi.”
Estas son las palabras de Rafat, un desgarbado niño sirio de nueve años con gafas que ha superado varios retos para aprender a leer y escribir. Rafat y su familia tuvieron que abandonar su hogar debido a la violencia. Y durante los casi dos años que estuvo desplazado, Rafat no pudo ir a la escuela.
Hasta que se abrió en su barrio un centro de aprendizaje apoyado por UNICEF y Education Cannot Wait, el fondo mundial de la ONU para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas.
Para Rafat no fue fácil volver a la escuela, porque tampoco veía bien y, por tanto, sufría acoso escolar. Sin embargo, él perseveró. Con las habilidades que ha aprendido, y las gafas que obtuvo del centro para ver mejor, Rafat ha adquirido una nueva confianza.
“Gracias a la asistencia a la escuela, me he dado cuenta de lo beneficiosa que es la educación para mi futuro, y de que me ayudará a tener éxito en la vida”, afirma con firmeza.
Lea más sobre la experiencia de aprendizaje de Rafat y su nueva confianza.
Asumir un viaje de aprendizaje por encima de los peligros de una travesía migratoria

Debido a la falta de formación y a la ralentización del mercado laboral, algunos jóvenes del norte de Chad creen que no tienen más remedio que abandonar el país en busca de mejores oportunidades.
Uno de ellos, Hamid, de 23 años, abandonó la escuela a los 16 años y quería seguir a sus amigos a Libia. Tras cuatro infructuosos y peligrosos intentos de emigrar para allá, él cambió de opinión y decidió quedarse en Chad. Pero no pudo volver al instituto porque era “demasiado mayor”.
En su lugar, fue a estudiar ingeniería eléctrica a través de un programa de formación profesional implementado conjuntamente por la OIM y el PMA en la ciudad norteña de Faya, mediante la financiación a través del Fondo para la Consolidación de la Paz de la ONU.
Hamid “lo vio como una oportunidad para adquirir una habilidad y reinventarse”, aumentando sus posibilidades de encontrar un trabajo bien remunerado.
La iniciativa, que forma parte de un proyecto denominado “Empoderar a las personas jóvenes para que se conviertan en agentes de la consolidación de la paz”, está diseñada para proporcionar a los jóvenes del norte de Chad los conocimientos necesarios para ser independientes desde el punto de vista socioeconómico y contribuir a una comunidad equitativa y pacífica.
Lea más sobre el camino de Hamid para mejorar su vida a través de la educación.
Este año, el Día Internacional de la Educación será una plataforma para explorar cómo podemos trabajar juntos para alimentar las transformaciones más importantes que se necesitan para lograr nuestro derecho fundamental a la educación y construir un mundo más sostenible, inclusivo y pacífico para todos.
La UNESCO, que es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, está tomando la iniciativa de marcar el Día, preparando una nota conceptual para la conmemoración de este año.
Compilado y editado por el equipo de comunicaciones e informes de resultados de la Oficina de Coordinación del Desarrollo (OCD) de las Naciones Unidas en Nueva York, con agradecimiento a las contribuciones de colegas de todo el mundo, incluidos nuestros equipos de la ONU en Armenia, Chad, Costa Rica, Siria y Tailandia, donde se publicaron originalmente los materiales que inspiraron este artículo.
Para saber más sobre los resultados de nuestro trabajo en esta área y otras iniciativas para acelerar el progreso hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible, lea el informe de la presidencia del GNUDS sobre la OCD.