Es el momento de decir: basta. Basta de maltratar la biodiversidad. Basta de matarnos a nosotros mismos con el carbono. Basta de tratar la naturaleza como un retrete. Basta de quemas, perforaciones y minas cada vez más profundas. Estamos cavando nuestra propia tumba.
Según un reciente informe de la ONU, el cambio climático se está produciendo a un ritmo más rápido de lo que se pensaba. Eso no es nada nuevo en los Balcanes Occidentales, que se consideran uno de los puntos calientes del cambio climático en el mundo.
Aunque los países menos adelantados son los que menos han contribuido a los niveles mundiales de emisiones de carbono, se encuentran en la primera línea de la crisis climática. Mientras la Asamblea General de las Naciones Unidas se reúne hoy para debatir los avances en la aplicación del Programa de Acción de Doha para los Países Menos Adelantados 2022-2031, exploramos cómo el PNUD y el PNUMA están trabajando juntos para ayudar a financiar la innovación tecnológica para apoyar a las comunidades de Burundi a adaptarse a la subida del nivel del agua y crear resiliencia a las inundaciones y sequías inducidas por el clima.
Este Día Mundial del Agua celebra este líquido esencial para la vida, y crea conciencia sobre los 2.200 millones de personas que viven sin acceso a agua potable. Se trata de tomar medidas para abordar la crisis mundial del agua.
El informe del Grupo de Trabajo 1 del IPCC, Intergovernmental Panel on Climate Change (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, en español), es una alerta roja para la humanidad.
"El tiempo aquí es mucho más seco durante más tiempo estos días", dice Althea Spencer, la tesorera del grupo de agricultores de Mount Airy, cuya sede está en el norte de Clarendon. "Si no tienes agua, no tiene sentido plantar semillas porque simplemente morirán".