Integración en beneficio de todos
La integración social y económica de las personas de Venezuela que han llegado al Perú representa un importante desafío para las autoridades nacionales, pero también conlleva un enorme potencial para el desarrollo local. Capitalizar este potencial significa crear las condiciones para que las personas venezolanas ejerzan sus derechos, satisfagan sus necesidades básicas y fortalezcan su contribución a sus comunidades de acogida.
Casi 1,5 millones de personas venezolanas han llegado al Perú desde 2017. Las comunidades y autoridades locales han respondido eficazmente a esta reciente ola migratoria, pero el trabajo aún continúa. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado las desigualdades en todo Perú y ha aumentado la vulnerabilidad de las poblaciones de migrantes y refugiados.
A diciembre de 2022, se estima que 950 personas venezolanas entran diariamente en el Perú a través de la frontera norte en Tumbes y alrededor de 450 venezolanos salen diariamente del Perú, a través de esta misma frontera. Quince de cada 100 denuncian haber sufrido violencia en su camino hacia el Perú. La gran mayoría vive en situación de pobreza y sin acceso a servicios básicos, como sanitarios y educativos. Responder a los desafíos de la migración y a las necesidades urgentes de las poblaciones vulnerables de migrantes y refugiados es una cuestión de derechos humanos. Más allá de responder a estas necesidades inmediatas, la integración social y económica a largo plazo de las comunidades de migrantes y refugiados es una importante oportunidad de desarrollo para las comunidades de acogida de todo el Perú.
En 2021, por ejemplo, las personas migrantes y refugiadas venezolanas generaron un impacto fiscal neto de S/139 millones de soles (unos 36 millones de dólares al cambio actual) en el Perú, según un estudio de Cavenpe y Kas. Esta contribución podría haber sido mayor sin las diversas barreras que dificultan su integración económica y su entrada en el mercado laboral. Muchos de los migrantes y refugiados que llegan al Perú son jóvenes y con estudios, lo que, según el Banco Mundial, podría impulsar el crecimiento económico del país y aumentar la inversión y la productividad laboral.
Como Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Perú, he dirigido la respuesta del equipo de las Naciones Unidas en el país a este desafío cada vez mayor y he trabajado en estrecha colaboración con las autoridades peruanas y sus asociados para proporcionar ayuda de emergencia y protección a las personas migrantes y refugiadas venezolanas y promover su integración en las comunidades de acogida.

El bienestar de las personas migrantes y refugiadas es una prioridad para todos
El apoyo a las comunidades de personas refugiadas y migrantes ha sido una prioridad clave para el equipo de las Naciones Unidas en el país durante los últimos años, lo que también se refleja en el Marco de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible (2022-2026), firmado el año pasado con el Gobierno del Perú. El Marco de Cooperación proporciona una hoja de ruta para guiar el trabajo de todo el equipo de las Naciones Unidas en el país en Perú durante los próximos cinco años y garantiza que nos coordinamos eficazmente con las autoridades nacionales en prioridades conjuntas como la protección de migrantes y refugiados. Apoyar a estas comunidades vulnerables fue también una consideración clave a la hora de desarrollar el Plan de Respuesta y Recuperación Socioeconómica de la pandemia de COVID-19 en 2020.
En el frente externo, he convocado a las agencias, fondos y programas para que trabajen de manera muy cercana con actores gubernamentales, de sociedad civil, empresariales y otros cooperantes a fin de identificar los problemas críticos a los que se enfrentan las comunidades de personas refugiadas y migrantes y crear espacios de articulación claves para abordar los desafíos, por ejemplo, a través del Grupo de Trabajo para Refugiados y Migrantes (GTRM), la Mesa de trabajo Intersectorial de Gestión Migratoria, y la Red Humanitaria Nacional.
Mediante la implicación con las autoridades nacionales a través de reuniones periódicas de alto nivel y la participación en foros internacionales, he liderado al equipo de las Naciones Unidas en el país en la ampliación de nuestra labor conjunta de promoción y movilización de recursos. Gracias a esta mayor coordinación y diálogo con las autoridades nacionales, las Naciones Unidas en el Perú han ayudado a satisfacer las necesidades urgentes de las personas migrantes y refugiadas venezolanas, tanto a través de iniciativas humanitarias en áreas clave como la sanitaria, la educativa y la de protección social, como a través de diversas intervenciones de desarrollo, desde el apoyo a nuevas ideas de negocio, la prestación de asistencia técnica y el apoyo a la documentación, hasta la ayuda para aumentar la capacidad de los servicios públicos clave.
Como resultado de estos esfuerzos conjuntos de las entidades de las Naciones Unidas – incluyendo ACNUR, OIM, PNUD, UNICEF, UNFPA, ONUSIDA, UNESCO y OIT – que están abordando diferentes ángulos de un tema complejo, nosotros, el equipo de las Naciones Unidas en el Perú hemos asistido a más de 500,000 personas refugiadas y migrantes venezolanos en 2021, incluyendo 50,000 personas peruanas de las comunidades de acogida.
Más recientemente, en noviembre de 2022, una misión internacional de las Naciones Unidas se desplegó en la frontera entre Perú y Ecuador para fortalecer el análisis común para identificar desafíos transfronterizos y soluciones alternativas. La misión internacional identificó riesgos y oportunidades comunes entre ambos países.
Para apoyar la planificación y coordinación de esta misión, trabajé en estrecha colaboración con la Coordinadora Residente en Ecuador, Lena Savelli, así como con los Directores regionales del Departamento de Asuntos Políticos y Consolidación de la Paz (DAPCP) y de la Oficina de Coordinación del Desarrollo y las autoridades peruanas.
Para nuestro equipo de las Naciones Unidas en Perú, trabajar en coordinación con las autoridades locales y los asociados humanitarios nos ha permitido llegar a quienes más lo necesitan y promover así un desarrollo inclusivo y sostenible, que no deje a nadie atrás.
La versión original de esta publicación fue escrita por Igor Garafulic, Coordinador Residente en Perú. Esta versión editada se ha realizado con el apoyo editorial de la Oficina de Coordinación del Desarrollo (OCD).
Para más información sobre el trabajo de las Naciones Unidas en Perú, visite Peru.un.org.
















