Crisis en Tigré: Los campamentos respaldados por la ONU están ayudando a los/las refugiados/as etíopes, pero se necesita más
Jartum / Gedaref / Nueva York, 18 de noviembre - Funcionarios de las Naciones Unidas (ONU) y autoridades gubernamentales de Sudán finalizan hoy una visita de dos días a la frontera oriental, donde decenas de miles de refugiados etíopes han entrado en el país huyendo de la violencia.
“Ver familias y niños durmiendo a la intemperie fue desgarrador”, informa Babacar Cisse, Coordinador Residente y Humanitario de la ONU en Sudán, quien dirigió la misión.
El Sr.Cisse — junto con los/las representantes de país de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR/ UNHCR), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) — se unieron a funcionarios del gobierno en una misión para evaluar la situación en los campos de refugiados en la región suroriental de Sudán.
Decenas de miles de etíopes huyen de la violencia en la región de Tigré de su país, al otro lado de la frontera. Coordinadores Residentes y equipos de las Naciones Unidas en tres países vecinos — Eritrea, Sudán y Djibouti — están trabajando juntos para abordar la situación, y enfatizan que no deben escatimarse esfuerzos para evitar que esto se convierta en una crisis regional.
Hasta ahora, el mayor número de refugiados está ingresando a Sudán por la pequeña ciudad de Hamdayet. UNHCR/ ACNUR informó que los primeros solicitantes de asilo etíopes llegaron a Sudán el 9 de noviembre y unas 7.000 personas cruzaron la frontera en un período de 24 horas. Más de 30.000 han llegado al país a través de la frontera de Hamdayet en el estado de Kassala, Lugdi en el estado de Gedaref y una nueva ubicación más al sur en la frontera de Aderafi, por donde los refugiados etíopes comenzaron a cruzar durante el fin de semana.
Funcionarios/as y autoridades de las Naciones Unidas visitaron el Centro de Recepción de Hamdayet, donde se estableció una respuesta de emergencia para registrar y brindar asistencia a miles de mujeres, niños y hombres que cruzan hacia Sudán.
“Esta crisis comenzó el 7 de noviembre. Después de una semana, teníamos unos 20.000 y ahora más de 30.000 refugiados ”, explicó el Sr. Cisse. “Las personas estaban en los centros de recepción para registrarse antes de ser reubicadas en el campamento de refugiados. Se supone que no deben permanecer allí por más de dos días y estamos comprometidos a abordar de inmediato este desafío urgente".
A su llegada al campamento, los/las refugiados/as pueden acceder a agua potable y jabón. Recibieron comidas calientes y alimentos con alto contenido energético. Ante la afluencia de refugiados, el campamento está construyendo más letrinas. Ya se ha reubicado a unas 250 personas de Hamdayet al campamento de Shagarab en Kassal, y se les están proporcionando raciones para un mes.
Hoy, la delegación de la ONU y las autoridades se encontraban en el campamento de Um Raquba, donde los refugiados están siendo reubicados para descongestionar el punto fronterizo y garantizar su seguridad. El campamento alberga actualmente a más de 4.440 etíopes y está preparado para albergar a 10.000 personas. Se está ampliando para albergar a un número cada vez mayor de personas que llegan de la región de Tigré.
Los/ Las funcionarios/as de las Naciones Unidas dicen que ahora es fundamental identificar sitios adicionales para que los refugiados puedan alejarse de la zona fronteriza y recibir asistencia y acceso a servicios esenciales como atención médica, alimentos y refugio. Para apoyar a UNHCR/ ACNUR en la cocina, el PMA entregó ollas de cocina, cisternas de agua, tarimas y una unidad de almacenamiento móvil. Pero la principal preocupación son las condiciones de higiene a medida que llega más gente.
Tigray es la tercera región de Etiopía más afectada en lo que a COVID-19 se refiere. Las Naciones Unidas están preocupadas por el movimiento de personas y el riesgo que esto conlleva para la propagación de una pandemia. Desde el inicio del conflicto, todos los sistemas de vigilancia se han derrumbado, con falta tanto de de comunicaciones como de acceso a las instalaciones de salud.
Mirando hacia los próximos meses
En coordinación con las agencias humanitarias, recientemente se lanzó el desarrollo de un plan de respuesta dirigido a 200.000 personas durante un período de 6 meses. Se están preparando alimentos para mantener a 60.000 personas durante un mes y se entregarán en Kassala en unos días. Se está enviando tonelaje adicional para responder a las necesidades.
A partir de ayer — 17 de noviembre—, el Servicio Aéreo Humanitario de las Naciones Unidas (UNHAS), administrado por el PMA, está fletando vuelos diarios a Kassala para apoyar el movimiento de los equipos de respuesta.
Las necesidades más urgentes son alimentos, agua potable y refugio, dijo Cisse. La ONU y sus asociados están proporcionando servicios de salud y nutrición, así como kits de higiene y otros kits no alimentarios, y están trabajando sin descanso para atender las necesidades de la población. Esto incluye apoyar a las mujeres embarazadas, las que están amamantando, los niños y niñas que padecen traumas, y otras personas que necesitan asistencia psicosocial de inmediato.