Mujeres a la cabeza de la resolución no violenta de conflictos en el Líbano

Las mujeres son actores esenciales de la consolidación de la paz. Aunque los esfuerzos de las mujeres en la consolidación de la paz a menudo pasan desapercibidos, las mujeres de los países afectados por conflictos en la región árabe han sido fundamentales a la hora de disipar las tensiones y mediar en los conflictos en sus propias comunidades (informe La participación de las mujeres en la mediación local: Lecciones de Iraq, Libia, Siria y Yemen, en inglés, ONU Mujeres, 2022).
En el Líbano, las mujeres contribuyen a hacer realidad la paz de diferentes maneras. Mientras que Ruba busca la paz llevando una vida tranquila y feliz en casa, Nada se centra en la crianza de niños y niñas pacíficos que apoyen el empoderamiento de las mujeres, y Raneen da prioridad a frenar la difusión de noticias falsas para mantener una comunidad pacífica.
Ruba, Nada y Raneen desarrollaron sus aptitudes para la consolidación de la paz participando en varios programas y proyectos que las Naciones Unidas en el Líbano, a través de ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que fueron implementados en varias regiones del Líbano, y hoy en día ellas son prominentes constructoras de la paz en sus comunidades.
Ruba, de 51, habitante de Baalbek, Líbano

"La paz definitiva es la paz interior", dice Ruba, una activista social libanesa y madre de cuatro que vive en Baalbek (Líbano). Ruba hace todo lo posible por llevar una vida tranquila y estable en su casa a pesar de haber tenido una infancia inestable tras el divorcio de sus padres y de vivir en una zona conocida por sus recurrentes conflictos armados. Está convencida de que, como mujer líder en su comunidad, puede promover una cultura de paz y de resolución no violenta de conflictos en su comunidad. Para apoyar esta labor, Ruba participa en "Creating Space for Women Peacebuilders" (Creación de espacio para las mujeres constructoras de la paz, en español), un proyecto que promueve el diálogo pacífico en las comunidades locales con mujeres del Norte y de Bekaa.
A través de este proyecto, ejecutado por las Naciones Unidas en el Líbano a través de ONU Mujeres y International Alert, ha trabajado con sus compañeros para desarrollar un plan detallado para involucrar a los jóvenes y a los grupos comunitarios en la promoción de la paz civil en Baalbek. Como parte de este plan, ha visitado a las personas responsables de la toma de decisiones en la zona para hacerlas partícipes de sus planes y abogar por la resolución pacífica de los conflictos.
Ruba siempre ha estado decidida a cumplir sus ambiciones, a pesar de haberse criado en un entorno conservador en el que a menudo le decían que las mujeres no debían salir de casa. Pudo cursar estudios de programación y análisis de sistemas, y se convirtió en la primera mujer de Baalbek en obtener un título en estos campos. "Animo a todas las mujeres a que sean capaces de cumplir sus ambiciones y se liberen del miedo. Llamo a todas las mujeres a expresarse y a desempeñar un papel activo en sus comunidades, similar al importante papel que desempeñan en el hogar."
Nada, de 26 años, habitante de Baalbek, Líbano

"Me siento en paz cuando juego con mis niños y niñas", dice Nada (que prefiere no usar su nombre real). Nada huyó de la Siria devastada por la guerra con su hijo y su marido en 2017 para buscar refugio en en Baalbek, Líbano. Vivió cosas terribles en Siria y tuvo que abandonar la universidad, donde estudiaba literatura árabe, a causa de la guerra.
A pesar de la tristeza de la que fue testigo a una edad temprana, Nada no ha renunciado a la vida, al amor y a la voluntad de contribuir a su comunidad. Está decidida a continuar su educación, a desarrollar sus habilidades y a aumentar sus conocimientos, y se ha inscrito en formaciones y talleres sobre diferentes temas y habilidades. Junto con Ruba, Nada se inscribió en Creating Space for Women Peacebuilders (Crear un espacio para las mujeres constructoras de la paz, en español), financiado por las Naciones Unidas, cuyo objetivo es promover la no violencia y la paz. Cree que ésta "es la única manera de construir una vida mejor para mis pequeños".
A través de su trabajo de diálogo y escucha activa con otras mujeres libanesas y sirias, Nada cree que ha adquirido más confianza en sí misma para expresar su opinión ante un grupo diverso. Para Nada, tender un puente entre diferentes personas y comunidades es esencial para construir una sociedad pacífica: "Cuando escuché las historias de las mujeres libanesas, me di cuenta de que sus problemas y preocupaciones son muy similares a los míos y que tenemos muchos puntos en común para construir una relación más positiva".
Nada se ha comprometido a educar a sus niños y niñas de forma pacífica. No utiliza la violencia para disciplinarlos y les enseña a no utilizarla para resolver sus propios problemas. "Deseo que mis pequeños vivan la vida pacífica que yo he soñado, pero que nunca he vivido", dice con una sonrisa.
Raneen, de 26 años, habitante de Akkar, Líbano del Norte

Como defensora de la consolidación de la paz, Raneen siempre anheló convertirse en una fuente de información fiable en su comunidad. "Como soy una mujer joven con una discapacidad física, la gente no me escuchaba, ni siquiera confiaba en mi competencia; pero mi duro trabajo en la comprobación de los hechos y mi determinación de estudiar y obtener un título en medios de comunicación construyeron mi reputación como fuente creíble", dice con orgullo.
Raneen vive con una parálisis en el brazo izquierdo, pero su discapacidad no impidió su ambición de convertirse en una lideresa de su comunidad a través del ejercicio del periodismo de paz. Como estudiante de periodismo, cree que "es mi deber producir contenidos precisos que desafíen las noticias falsas ampliamente difundidas, que son responsables de alimentar los conflictos diarios en el Líbano".
Raneen aprendió sobre el periodismo de paz al participar en una formación de las Naciones Unidas en el Líbano destinada a concienciar sobre el impacto de las noticias falsas y el discurso de odio en la estabilidad social. La formación formaba parte del programa "Juventud en la lucha contra las noticias falsas y los discursos de odio" (“Youth to combat fake news and hate speech” program, en inglés) llevado a cabo por el PNUD y ejecutado en alianzas con la ONG Dawaer, con mecanismo de financiación procedente de Alemania. Además de las sesiones de formación y entrenamiento, Raneen también participó en debates y espectáculos teatrales interactivos en pueblos y universidades de todo el Líbano.
Como mujer joven, Raneen siente que tiene una obligación adicional de liderar la resolución pacífica de conflictos en su comunidad y apoyar iniciativas pacíficas. "La paz no puede establecerse plenamente si las mujeres no están lo suficientemente capacitadas para hablar y liderar el proceso de resolución de conflictos".
Este artículo ha sido redactado por el Centro de Información de las Naciones Unidas, que forma parte del equipo de las Naciones Unidas en el Líbano, en Beirut, y editado por la Oficina de Coordinación del Desarrollo de las Naciones Unidas con motivo del Día Internacional de la Paz.
Para saber más sobre el trabajo de las Naciones Unidas en el Líbano, visite Lebanon.UN.org.
















