Novedades desde el terreno #3: Movilización ante la COVID-19
Guatemala
El equipo de la ONU en Guatemala, dirigido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) / Organización Mundial de la Salud, ha apoyado al Gobierno desde mediados de enero para preparar y abordar las necesidades de salud inmediatas, así como los posibles impactos sociales y económicos. La OPS ha liderado la asistencia técnica en la recopilación sistemática, análisis y difusión de datos de salud para la planificación, implementación y evaluación de programas de salud pública y medidas de contención. La OPS también ha proporcionado muestras de detección de la COVID-19, de conformidad con el Reglamento Sanitario Internacional.
Tan pronto como se diagnosticaron los primeros casos, el clúster del Equipo Humanitario del País se activó bajo el liderazgo del Coordinador Residente, en estrecha colaboración con el Asesor Nacional de Respuesta a Desastres. El equipo de la ONU trabajó con el gobierno para preparar un análisis basado en las necesidades, cubriendo varios sectores, incluyendo salud, agua y saneamiento, educación, seguridad alimentaria y nutrición.
Un área clave del apoyo del equipo de la ONU es también prevenir y abordar la violencia contra las mujeres y las niñas, lo cual es especialmente esencial ya que se pide a los ciudadanos que se queden en casa. América Central tiene una de las tasas más altas de feminicidio en el mundo, con violencia que ocurre principalmente en el hogar, por un compañero íntimo.
El Gobierno activó el Sistema Nacional de Respuesta a Desastres, solicitando el apoyo de los socios de cooperación internacional. El equipo de la ONU también se asoció con el Gobierno en su Programa Nacional de Emergencia y Recuperación Económica, que responde a la crisis, al tiempo que presenta una hoja de ruta para contenerla, con medidas para reactivar la economía. Los equipos de las Naciones Unidas y el Gobierno continúan su trabajo para identificar otras áreas de apoyo como parte del plan de respuesta. El objetivo es minimizar los reveses sociales y económicos y continuar enfocándose en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
India
La Coordinadora Residente de la ONU en India, Renata Dessallien, dio la bienvenida a la estrategia del primer ministro Narendra Modi para un bloqueo nacional de 21 días para reducir la propagación del virus.
El sistema de la ONU en India está totalmente movilizado y listo para aumentar su apoyo al Gobierno de India para luchar contra la COVID-19, dijo la Sra. Dessalien, y agregó que cree que "si trabajamos juntos, podemos superar una de las mayores amenazas para la salud en nuestro tiempo de vida".
Las agencias de la ONU están trabajando con el gobierno en medidas de preparación y respuesta, vigilancia de enfermedades, protocolos de laboratorio e investigación, comunicación de riesgos, capacitación sobre prevención y control de infecciones y plan de contención de conglomerados, así como vigilancia y seguimiento de viajeros.
La ONU en India permanece activa y está decidida a entregar a las personas a las que sirven, especialmente a los más vulnerables y desfavorecidos, que pueden estar entre los más afectados.
Libia
La ONU está muy preocupada por la confirmación del primer caso de COVID-19 en el país. La salud y la seguridad de todas las personas en Libia, incluidas 345.000 de las personas más vulnerables, están en riesgo. Un posible brote podría abrumar la capacidad de ayuda humanitaria ya limitada.
Las Naciones Unidas están apoyando a las autoridades libias en los esfuerzos de preparación y respuesta a la COVID-19, pero se necesita financiación urgente para que se puedan implementar los planes de respuesta nacionales y del sector de la salud de la ONU.
Mantener el financiamiento para el Plan de Respuesta Humanitaria de Libia ante la pandemia de la COVID-19 es fundamental para garantizar que las vulnerabilidades existentes no se exacerben y se aborden las necesidades de subsistencia.
La ONU también está alarmada de que las hostilidades hayan continuado dentro y alrededor de Trípoli a pesar de la pausa humanitaria anunciada recientemente.
Sudán del Sur
En Sudán del Sur, donde no hay casos confirmados de COVID-19, según la Organización Mundial de la Salud, el equipo de la ONU está trabajando con las autoridades para movilizar los recursos para fortalecer la capacidad nacional para prepararse para responder a la COVID-19, incluidas las prioridades de salud inmediatas y los posibles impactos sociales y económicos.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) y la OMS están ayudando con la coordinación, planificación y monitoreo nacional y local, mientras que UNICEF está trabajando en la prevención de infecciones, el control, la comunicación de riesgos y la participación de la comunidad.
Los equipos de la OMS también están ayudando a los gobiernos con vigilancia, capacidad de respuesta rápida e investigación de casos. Además, acaba de establecerse un laboratorio con capacidad para hacer las pruebas de la COVID-19. La ONU también ha apoyado la construcción de una unidad multipropósito de enfermedades infecciosas para aislar y tratar casos sospechosos.
Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) también está ayudando al Gobierno a evaluar a las personas que ingresan al país, incluida la instalación de un escáner térmico en el Aeropuerto Internacional de Juba; el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la OMS también están apoyando la logística.
Siria
La ONU está profundamente preocupada por el impacto potencial del virus en millones de personas en toda Siria, y particularmente en las más de 900.000 personas que permanecen desplazadas debido a las hostilidades desde el 1 de diciembre en el noroeste del país.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los desplazados viven en condiciones que los hacen particularmente vulnerables a las infecciones respiratorias. Además del hacinamiento, también enfrentan estrés físico y mental y privaciones debido a la falta de vivienda, comida y agua limpia. Actualmente hay más de seis millones de desplazados internos en todo el país.
La OMS está respondiendo en toda Siria. Está priorizando la prevención, la preparación y la comunicación de riesgos mediante el apoyo a los servicios de salud para detectar, diagnosticar y prevenir la propagación, la vigilancia de los puntos de entrada, la provisión de equipos de protección y la capacitación de los trabajadores de la salud.
En todo el país, se están acelerando los esfuerzos para preparar laboratorios y salas de aislamiento e informar al público.
Se están preparando centros de salud y unidades de cuidados intensivos seleccionados y se han identificado las comunidades con mayor riesgo. Se ha prestado especial atención al noroeste del país, donde la OMS está enviando ventiladores adicionales y equipo de protección personal (EPP) para hacer frente mejor a la tensión en la atención médica.
Timor Oriental
En Timor Oriental, el Equipo país de la ONU ha estado trabajando con el Gobierno para prevenir un posible brote de COVID-19. Ya se ha confirmado un caso en Timor Oriental.
El equipo de la ONU está llevando a cabo sesiones informativas periódicas con los asociados y el Gobierno para brindar un apoyo coordinado.
Y también está trabajando con medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil, empresas, representantes juveniles, mujeres líderes y otros para un desarrollar un enfoque colectivo para la prevención, preparación y respuesta ante el potencial brote.