Nuevos enfoques para hacer frente a un nuevo virus
El coronavirus está poniendo a prueba la preparación y respuesta ante desastres de China, desde los sistemas de salud pública hasta el intercambio de información. Sin embargo, China tiene una ventaja clave en esta lucha; su infraestructura tecnológica. La tecnología no hace únicamente que la vida en cuarentena sea más vivible para millones de personas, sino que también ayuda a combatir el virus.
China ha secuenciado el genoma del virus. Al publicar esa secuenciación en línea, provocó un efecto dominó en los laboratorios de investigación de todo el mundo, con un aumento en los pedidos de muestras sintéticas para crear copias. Esto permitió probar nuevos tratamientos, e incluso los experimentos que fallaron han ofrecido pistas vitales para guiar a los investigadores hacia dónde deberían enfocarse.
Se están enviando drones para responder al brote en todo el país. Desde patrullar los pasillos con altavoces que advierten a los residentes que usen máscaras, hasta pasar por las calles con carteles de códigos QR que los conductores pueden escanear con sus teléfonos para registrar información médica. Los drones permiten a las autoridades obtener información más rápido y al mismo tiempo mantener una distancia segura. Los drones agrícolas están rociando desinfectantes en áreas remotas, mientras que otros se han utilizado para entregar suministros médicos cruciales.
Comida para llevar
Los teléfonos inteligentes desempeñan un papel fundamental en la reducción de la exposición. Las aplicaciones de entrega ofrecen entrega sin contacto, donde los conductores dejan la comida en un punto específico. Con la comida viene una tarjeta con la temperatura de todos los involucrados en la cocción y la entrega. Otro ofrece a los usuarios mapas que marcan comunidades residenciales con casos confirmados y su proximidad a ellos. Mientras tanto, las aplicaciones de pago móvil están reduciendo la transmisión del papel moneda, que puede transportar virus hasta por 17 días.
A medida que el virus comenzó a aparecer en los titulares de todo el mundo, también se difundió información falsa, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo etiquetó como una "infodemia". Sin embargo, si bien la tecnología ha facilitado la desinformación, también está ayudando a frenarla. En China, una movilización masiva en línea de expertos, universidades, organizaciones (incluido el PNUD), celebridades e incluso A.I. Los presentadores de noticias luchan contra la infodemia, instando a todos a "correr la voz, no el virus". Por ejemplo, compartiendo cómo usar máscaras y alentando a los jóvenes a compartir hechos con los ancianos y promover el distanciamiento social.
Trabajando de forma remota
Un gran desafío es poder trabajar. Varias empresas de tecnología ofrecen herramientas de colaboración en línea gratuitas. Otras empresas han adoptado rápidamente políticas de trabajo desde casa, utilizando software para reuniones en línea, plataformas de colaboración y tecnología LBS para fichar y garantizar que los empleados se queden en casa. En PNUD, la plataforma Zoom, de planificación de recursos empresariales y teleconferencias, nos han permitido seguir trabajando.
Después de semanas de cierre de escuelas, posiblemente el mayor desafío para los padres, madres y representantes es mantener a los/las niños/as ocupados/as y continuar con sus tareas escolares. Para permitir esto, muchas escuelas en China han implementado plataformas de aprendizaje en línea, donde los estudiantes toman cursos y los maestros transmiten conferencias en vivo desde casa. Desde hipertensión hasta artritis, las personas todavía tienen muchas otras necesidades médicas. Los médicos en línea y las entregas urgentes de medicamentos están aumentando, ya que la gente evita los hospitales. Muchas instituciones también ofrecen servicios de asesoramiento psicológico en línea—a menudo gratis—para contrarrestar el estrés del distanciamiento social.
Robots que realizan entregas
Los robots también se utilizan en muchos hospitales para entregar alimentos, medicamentos y otros suministros; para desinfectar hospitales y otras áreas públicas para controlar la temperatura de los pacientes y responder preguntas comunes. El coronavirus se diagnostica mediante inteligencia artifical (AI, en inglés), que puede leer miles de tomografías computarizadas en 20 segundos con una tasa de precisión del 96 por ciento.
La cuarentena obligatoria ha interrumpido la vida diaria y reducido la interacción social de casi una quinta parte de la población mundial. Esto está llevando a millones a reunirse en línea. Las familias cenan junto con parientes en ciudades lejanas, levantándose una copa ante la cámara. Incluso las bodas se han realizado en realidad virtual.
Los datos públicos transparentes y accesibles han ayudado a crear paneles de datos para rastrear la propagación de virus. Estos tableros de mando no solo los elaboran organismos de la ONU como la OMS, sino también organizaciones más pequeñas. Los usuarios pueden, facilmente, obtener actualizaciones en tiempo real.
Si bien el uso de la tecnología a veces puede presentar sus propios desafíos y alimentar debates sobre la privacidad y el bien público; en la lucha contra el coronavirus, está jugando un papel fundamental al ofrecer tratamiento, información, apoyo, alimentación, escolarización y mayor seguridad para muchos y muchas.
Para ver el artículo publicado originalmente en el sitio del PNUD, haga clic aquí.